Capítulo 3

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Narrado por Lana

Ha pasado un mes desde que desperté, y han pasado muchas cosas. Mamá llegó y eso me emocionó mucho. Los días siguientes ella se pasaba toda la mañana acompañándome, en la tarde y casi noche quien me acompañaba era Élian, y ya lo que queda del día los chicos pasaban a verme (incluso a veces también Thorin)

En las primeras dos semanas leí un libro enorme, que tenía como setecientas páginas. Kili dijo que eligió ese para no tener que estar yendo a cambiar libros a cada rato. Aunque honestamente, lo disfruté.

Casi no recuerdo el título, pero la historia trataba de una niña que encuentra en el bosque una medallita con su cadena, y poco a poco va descubriendo los grandes sucesos que esa medalla ha vivido. Al final la niña descubre que esa antigua baratija le perteneció a una poderosa hechicera, quien depositó sus poderes en la susodicha joya y la niña se convierte en la más poderosa hechicera.

Lo sé, soy una desgracia resumiendo un libro de setecientas páginas en unas cuantas palabras, pero al menos lo intenté. Regresando al tema, cuando por fin me dejaron levantarme e ir a donde quisiera, yo quería ayudar con la reconstrucción. Pero según si hago mucho esfuerzo, puedo volver a lastimarme. Por lo tanto, pase lo que quedó del mes en la biblioteca, que es un cuarto enorme lleno de libreros, y al fondo se encuentra una chimenea con dos sillones. Aunque yo prefería recostarme en la alfombra.

Es muy genial y todo, pero extraño ir a cazar, caminar por el bosque. Pero no puedo salir en mi estado, y menos con el clima de esta semana pues ha estado lloviendo toda la semana. Y como no resistí el impulso de salir a correr en la lluvia, hace dos días me escapé y anduve un rato corriendo, respirando libertad.

Cuando regresé, me alegré de que nadie hubiera notado mi desaparición, aunque eso sí, hice de todo para no ser vista regresando totalmente empapada.

Y aquí estoy, despierta a la medianoche, pues cada noche me despierto a causa de las pesadillas. Diario son diferentes, a veces peores. A veces despierto gritando, llorando o simplemente con la respiración agitada. Como ya no puedo dormir, me levanto y me visto. Cuando me acerco a la ventana, casi tropiezo con una caja. Me percato que es mi caja roja, donde guardo todos mis tesoros.

La abro y reviso que esté todo en orden. Al fondo encuentro uno de los dos objetos mas valiosos que tengo. El primero es mi broche de Sinsajo, el segundo es un libro, pero es especial porque en la primera página tiene una dedicatoria que dice:

"Para mi princesa en su cumpleaños número seis...
Pequeña y linda Lana, tal vez ahora no entiendas esta historia, pero cuando seas mayor estoy seguro de que la disfrutarás.
Nunca olvides que estoy muy orgulloso de ti mi tesoro y te amo.
Con cariño, Papá"

Esas palabras me muestran que alguna vez tuve un padre, quizás también una madre. Y en cuanto a la historia del libro, lo he leído cientos de veces y sigo llorando en el final. Es mi favorito. La verdad es que nunca haber oído de los lugares que narra, aunque de algo estoy segura, cuando lo leo, se me vienen a la mente recuerdos, pero son borrosos.

Estoy a punto de empezar a leer cuando se me ocurre una mejor idea: escaparé otra vez, buscaré un bosque cercano parra sentarme y ser libre por lo menos unos momento. Sacó de una caja (no he desempacado porque pronto tendré una habitación nueva) mis botas que usé en la batalla, unos pantalones, una blusa y un abrigo. guardo en mi pequeña bolsa el libro, un pequeño cuchillo (el mío desapareció en la batalla) y un panqué que guardé de la cena de ayer.

Salgo sigilosamente de mi habitación y camino de puntitas por los pasillos. Por primera vez veo más que la cocina y la biblioteca. Casi todo está decente, faltan detalles y todo, pero fuera de eso está bien. Estoy a punto de llegar a la puerta que lleva a la puerta principal cuando una voz me llama.

-¡Lana! ¿Qué haces aquí?-exclama Thorin.

-¡Hola! Yo estaba dando una vuelta por aquí porque no podía dormir y...

-¿Dabas una vuelta con esa bolsa?

-Sí, es que este lugar es tan grande que llevo todo lo que tal vez necesite y...-me detengo cuando Thorin me da un carcaj con flechas y un arco.

-Tal vez encuentres algo para desayunar-dice. Con su mirada entiendo que ya se enteró a donde iba a hacer. Me despido y me voy. Después de andar unos diez minutos, empiezo a ver unos árboles y después todo se pinta de verde y troncos.

Camino un rato hasta que veo un conejo. Trato de alcanzarlo. Cuando estoy cerca, apunto y disparo. Me acerco y lo guardo en un saco que guardé en mi bolsa. Cazo otro par de conejos y me siento un rato.

Saco el libro y comienzo a leer. Después de veinte páginas, un grito me saca de concentración. Corro hacia el grito y encuentro una mujer que lleva en sus brazos a una niña inconsciente, y está al lado de una chica también inconsciente.

-¡Por favor, ayúdeme, son mis hijas!-musita. Yo me acerco, aunque en el fondo no tengo ni la menor idea de que hacer. La ayudo a cargar a la niña junto con mis conejos que cazé mientras la mujer lleva a la chica que no es muy alta.


Fanfic 2-Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora