Capítulo 2: El beso

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Aziraphale estaba totalmente ebrio.

Antes de subir al bus habían tomado bastante, y ahora con esta botella que se había tomado de un solo trago, quedó  fuera de sus cabales. Sin embargo, para él, ahora estaba todo más claro. Con determinación debía besar a Crowley.

El demonio por su parte, luego de que Aziraphale había salido corriendo al baño, quedó angustiado, quizás dijo algo que no debía, tal vez había sido muy hiriente. Decidió por primera vez en su vida practicar la prudencia, y esperó a Aziraphale sentado, mientras bebía de una de las tantas botellas de vino. En eso estaba, cuando escucha a Zira salir del baño.

-Crowley!!!!.- Grita el ángel de forma eufórica, mientras corría a su encuentro.

Ante tal grito, el demonio se preocupó, y desesperado se puso de pie con la intención de pedir disculpas.- ¿Todo bien ángel?!!, escúchame, yo realmente lo s... Fue interrumpido por un desastroso pero húmedo beso del ángel, se notaba que nunca había dado un beso en su vida. Aquel beso apestaba a uva y alcohol. Era evidente que estaba ebrio, sin embargo, era muy posible que aquella muestra de cariño y notable lujuria por parte de su ángel no se volviera a repetir nunca más en su vida, así que se dejó llevar. Abrió su boca, y calmó la euforia que tenía aquel beso, logró tomar el control, y de un beso totalmente desastroso y desordenado, cambió a uno mucho más tierno con pequeños matices apasionados.

Crowley tomó una de las mejillas del ángel con una de sus manos, y con la otra, comenzó a acariciar el hermoso cabello de Zira, continuando aquel beso.

 Con su lengua comenzó a dibujar los labios de Aziraphale para lograr que el ángel abriera su boca y lo dejase entrar, ambas lenguas se toparon, y comenzaron un suave y delicioso baile. Poco a poco el demonio empezó a aumentar la velocidad y pasión en cada beso, cada vez perdía más la razón y se dejaba llevar por sus deseos carnales. Delicadamente bajó sus manos a las caderas de su ángel, lo agarró y acercó aquellas voluptuosas caderas  a su propio cuerpo, logrando percibir la erección que tenía Zira.

 Aquella sensación hizo que Crowley reaccionara, dejó de besar al ángel y se alejó unos centímetros de su cuerpo tomándolo por los hombros.

-Ángel, esto no está bien.- ¿Enserio había dicho eso?, pensó Crowley. Aún así no se arrepentía de haber detenido aquel acto, posiblemente cuando Zira estuviese sobrio, lo culparía y perdería para siempre su amistad.

Aziraphale tenía una gran y tierna sonrisa en su rostro.- Tranquilo cariño, no sabía cómo contestar a tu pregunta, es decir, era imposible para mí como ángel, entender qué tipo de amor siento por ti. Sin embargo ahora creo que lo sé... Crowley, cuando te besé sentí que podía confiarte toda mi vida, no sentí miedo, olvidé todas mis posibles preocupaciones. También sentí algo así como un fuego, fue algo extraño algunas de las partes de mi cuerpo comenzaron a arder quizás picar. Sentí que necesitaba más de ti, y una extraña necesidad de brindarte todo lo que tengo. De hecho...- Se acercó de forma sensual.- siento que debo seguir rozando mi cuerpo al tuyo.

El demonio estaba perplejo ante tal afirmación, aquello que su ángel le describía mezclaba amor, posesión, lujuria. Cosas que nunca pensó que un ser celestial pudiese llegar a sentir o percibir. Aquel ángel estaba despertando aquellos instintos por él, un demonio que ni siquiera valía la pena.

Un ser tan puro como Aziraphale había logrado ser tentado por él.
Crowley realmente lo deseaba, realmente quería y sentía que aquel debía ser SU ANGEL. Sin embargo, si la mismísima Diosa se enterara de que Aziraphale comenzó a desarrollar sentimientos humanos hacia un demonio, podría provocar su caída del cielo, y por ende debería pagar un alto precio por ello, eterno sufrimiento.

Good Omens// Suceso Inefable ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora