Good Omens// Suceso Inefable ♥

Capítulo 1: Celos

EL BUS

El camino hasta Londres fue bastante silencioso, ambos iban pensando, o por lo menos así era hasta que el ángel se quedó dormido. 

Por una parte Crowley aun trataba de descifrar porqué su cerebro le hacía creer que Zira era suyo, por otra parte Aziraphale comenzó a convencerse de que lo que hacía era lo correcto, al fin y al cabo, era verdad que no tenía un lugar donde quedarse, y no es que fuese a pasar nada malo con Crowley, ¿cierto?.

Aziraphale se dejó consumir por sus pensamientos y poco a poco fue decayendo hasta caer dormido. Si bien dormir no es algo que los ángeles hagan regularmente, hay que entender que el cuerpo de Aziraphale había sido devuelto hace poco, y su esencia etérea se sentía totalmente cansada. 

Por su parte, Crowley pegó un pequeño salto tras sentir un leve peso en su hombro, esto forzó a que mirara hacia dicha dirección. Ahí estaba Aziraphale, se veía indefenso, su piel tan perfecta, esa nariz respingada tan única.- Ay ángel, ¿Qué haré contigo?.-  Sintió la extraña necesidad de mover su mano y acariciar los rizos dorados de Aziraphale, para su sorpresa, no sintió vergüenza, sintió algo muy cercano a la paz, sin darse cuenta soltó una pequeña sonrisa mientras suspiraba.

***

-Ángel, hey ángel.- El demonio hubiese preferido congelar aquel momento, pero a decir verdad, ya estaba bastante incómodo, habían llegado a su destino hace unos veinte minutos atrás y la posición ya lo tenía cansado. Comenzó a despertar a Aziraphale de la forma más suave posible.- -Ángel, despierta, ya llegamos...- 

-Crowley jijiji.- Dijo de forma inconsciente el ángel, lo que hizo que el demonio se sintiera avergonzado, nunca pensó que Zira soñara con él, y por la expresión, debe haber sido un sueño bastante pecaminoso. Tras pensar aquello dejó escapar una risa silenciosa.- Oye ángel, deja de tener sueños húmedos conmigo y mejor vamos a mi departamento para hacerlos realidad.- 

El ser celestial dio un salto, se había exaltado demasiado al escuchar lo que dijo su amigo, comenzó a ruborizarse toda su cara.- Ay Crowley!, ¿De qué estas hablando?.- Dijo entre avergonzado y enojado.

-Tranquilo Aziraphale, son bromas de amigos jajaja, bueno a menos que tu quieras, y pues bueno tu sabes que yo siempre estoy disponible para solucionar cualquier tipo de necesidad que tengas angelito.- Dijo de forma coqueta, para molestar un poco más a Zira.

-Ya basta querido, ya no tienes porqué tratar de tentarme, recuerda que ahora no tenemos bandos.- Aziraphale seguía pensando que Crowley le coqueteaba netamente por un "Plan Demoniaco". Ambos se bajaron del bus, y se fueron rumbo al departamento de Crowley.

EL DEPARTAMENTO 

-Ángel tu toma asiento donde quieras mientras te preparo la habitación de huéspedes. Ya sabes, no suelo recibir visitas. 

-Jaaaaaa.- Aziraphale simplemente no le creía.- Muchas veces me has contado de las grandes orgías que has armado, y quieres que te crea que no recibes visitas, no es necesario mentir. Aquella frase sonó bastante molesta, tanto así que Crowley logró notarlo. Sin embargo el demonio guardó silencio y continuó su camino hacia la habitación de huéspedes. Sí, es verdad que hubo una época donde él alardeaba de sus orgías, sin embargo, desde aquello habían pasado un poco más de mil años, es que en la antigua Grecia todo era posible. Y luego de eso nada más había hecho unos cuantos tríos, pero hace décadas que no preparaba uno tampoco. Últimamente sólo andaba haciendo de "Patas Negras", pero no utilizaba su demoniaco departamento para aquellos actos. Su hogar era SUYO, no tenía porqué andar compartiéndolo con desconocidos. Tampoco tenía porqué discutir aquello con Zira. Aún así, de manera casi inevitable comenzó a pensar: ¿Porqué se habrá molestado tanto?, ¿Acaso está totalmente ebrio?, quizás es por el cansancio, o será que... será que ¿Aziraphale está celoso?.

En cuanto terminó de arreglar el cuarto, se dirigió hacia donde estaba sentado el ángel. ¿Era posible que los amigos se celaran mutuamente?, o era que Aziraphale estaba comenzando a sentir algo más allá de la amistad hacia él. Crowley no quería quedarse con la duda absurda.- Hey Ángel, tengo una pregunta seria... pero espérame, traeré un poco de vino, porque lo necesitarás.- ¿Enserio había dicho eso?, pensó el demonio imaginando la patética imagen que dejó luego de no lograr terminar aquella pregunta.

Crowley tomó seis botellas de su mejor vino, y las llevó al living donde estaba sentado Aziraphale. Dio un gran sorbo a la primera botella, para agarrar valor y no quedar en ridículo nuevamente, luego se la pasó a su compañero angelical para que siguiera bebiendo.

Mientras tanto Aziraphale lo miraba preocupado, ¿Una pregunta seria?, ¿De qué tratará?, quizás tiene que ver con lo que dijo Agnes en su predicción, eso de "debemos elegir sabiamente nuestras caras", o quizás es algo diferente, quizás se arrepintió de dejarme quedar en su casa. El ángel no aguantó más la curiosidad y habló.- Querido!, dime qué pasa, ¿Cuál es tu pregunta seria?.

Crowley se sacó los lentes dejando ver sus hermosos ojos amarillos. Ante lo cual Aziraphale sonrió de forma tierna sin que el demonio lo lograra notar.

-Bueno... Aziraphale yo te gusto?.- Preguntó sin hacer ninguna expresión en su cara, solo Satán y la Diosa sabían cuánto le había costado hacer esa simple pregunta.

El ser celestial quedó sorprendido ante tal pregunta, en ningún momento se le habría pasado por la cabeza que Crowley le preguntaría algo como eso. Tampoco pensó que aquello fuera un tema de interés para el demonio. Pero al ver la cara de su amigo accedió a contestar.- Claro que no estúpido, eres mi mejor amigo.

-Entonces ¿no te molesta que haya hecho más de un millón de orgías, incontables tríos y  destruido un centenar de matrimonios?.- Respondió Crowley, tratando de comprobar que lo que SU ANGEL decía era totalmente cierto. MIERDA, si que estaba jodido, ya no cabía duda, tercera vez que se apoderaba del ángel en su pensamiento.

Al escuchar aquello Aziraphale se indignó, y se quedó callado por dos largos minutos mirando a la nada. Aún no entendía qué era lo que le molestaba, pero de que estaba molesto estaba molesto. 

Crowley notó la total indignación del ángel por lo que añadió:

-Aziraphale, ¿te das cuenta que te has enojado?, si me preguntaran a mi, yo diría que incluso te pusiste celoso de todas mis andanzas. Sin embargo recuerda que soy un demonio, y ser pecaminoso y promiscuo es parte de mi trabajo. El demonio a cada minuto que pasaba, más entendía todo el panorama, y más se ordenaban sus ideas y pensamientos.

Ahora el ángel estaba molesto y ruborizado al mismo tiempo, se paró de golpe y fue directo al baño sin decir nada a Crowley. Una vez en el baño se miró fijamente en el espejo, notó que su cara había cambiado a tonalidades rosa por lo avergonzado que estaba. Entonces ¿Era verdad que sentía algo más allá que amistad por Crowley?, pero si Crowley es un demonio, es su mejor amigo, sí, es verdad que siente amor infinito por él, pero eso es porque los ángeles por esencia son seres de amor.

Luego de aquel trance notó que se había llevado al baño una de las botellas de vino que había dejado Crowley en el living, la abrió y se tomó toda la botella de un solo sorbo.

Volvió a dirigir su mirada al espejo. Sonrío, ahora Aziraphale sentía que estaba todo más claro. A su parecer aquel vino había hecho un muy buen trabajo despejando sus ideas.

 Era imposible para él como entidad etérea notar el tipo de amor que sentía por Crowley. El ángel sabía que era diferente al amor que sentía por Dios o por sus hermanos o por los humanos, sin embargo no podía saberlo con certeza.

Ahora sabía exactamente lo que debía hacer.

-Sí, debo hacerlo, debo tentar a Crowley para que me bese, de esa manera lograré tener una respuesta para él.  

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No me pude aguantar y seguí la historia jaajajaja, estoy tan motivada, que quizás siga mañana mismo jajaajaja

Para los que quieran saber la imagen es de Xinophin, la saqué de DeviantArt <3 

PD: No tomen decisiones importantes ebrios porfavor, este Zira es capaz de perder su mismísima virginidad ebrio jajajaajajaa