A Match Into The Water || Jalex a.u.

δύο

—Oye, es-está b-bi-bien—tartamudeó aún debatiéndose si era buena idea seguir interactuando con un hombre desconocido y sin ropa en medio de una desolada playa—, n-no te v-voy a ha-hacer na-nada.

La obscuridad de la noche borraba los rostros de ambos, inspirando desconfianza, pues no podían deducir las intenciones del otro a juzgar por sus expresiones, las cuales estaban sumergidas en lienzos completamente negros. Alex esperaba que el haberle salvado la vida al chico contara para que éste tuviese piedad si su intención era lastimarlo.

—¿Angliká?—respondió con una voz ronca y con una confusión semejante a la de su acompañante.

Alex pellizcó el puente de su nariz, dudando de la información que sus propios sentidos estaban recopilando. ¿Y si esto era un sueño? Nada de lo que estaba pasando era coherente y parecía que el chico delante de él sólo balbuceaba palabras inexistentes. Quizá había muerto en su camino hacia la costa, tal vez todo aquello era producto de su imaginación y en realidad se encontraba en una cama de hospital, inconsciente o en coma. Toda su frustración causada por la falta de información y lógica se estaba convirtiendo en ansiedad, fluyendo por sus arterias a la par que su cerebro le reclamaba lo estúpido que había sido al no huir. El chico podría ser un asesino, un violador, un criminal peligroso, que, incluso sin armas, le ganaría fácilmente en combate cuerpo a cuerpo.

—Inglés—exclamó con un acento extraño. Era obvio que no era de Baltimore, ni siquiera de Estados Unidos.

Alex se relajó al oír algo conocido salir de la boca de su acompañante. Respiró profundo intentando controlar el creciente ataque de pánico que aguardaba en el fondo de su garganta el más mínimo detonador para invadir su cuerpo. Era casi vital que se mantuviera tranquilo, alerta por si le tocaba lidiar con una situación que pusiera su vida en peligro.

—Sí—asintió—, ¿puedes hablar inglés?—le preguntó exagerando los sonidos y pronunciando las palabras despacio para que fuera más fácil de entender.

El extraño chico se quedó en silencio por unos momentos, procesando todo lo que estaba ocurriendo. Desconfiaba más de Alex de lo que el castaño desconfiaba de él, pero era su única oportunidad al analizarlo con detalle, además, le había salvado la vida, y por los indicios en su comportamiento y el poco lenguaje corporal que se alcanzaba a distinguir entre las penumbras, no representaba una amenaza.

—No inglés—contestó—, sí elliniká, earab, latine, uh... italiano, ¿español?

n/a: odio hacer anotaciones entre el texto, but es necesario está vez. So las cursivas se refieren a que se está hablando en español, ¿bien? Se supone que el idioma base de la fic y de Alex es el inglés. Además se va a leer raro porque lo escribí como si un gringo estuviese tratando de hablarlo 🤙🏼 Sí, soy muy extra.

—Sí,  yo puedo hablar un poco de español—dijo Alex agradecido por haber tomado ese curso de idiomas en la preparatoria. Probablemente el chico era un inmigrante mexicano sin mucha suerte, víctima de algún crimen de odio o muy perdido, tal vez bajo los efectos de alguna droga. De cualquier manera, se sentía un tanto seguro, al menos ya se podían entender, y el chico no había intentado dañarlo en ningún momento, una buena señal, ¿no es así?

—¿Tú necesitas algo? ¿Por qué estás tú aquí?—lo interrogó en un español muy golpeado.

—No sé—respondió con una entonación de pregunta. El chico estaba algo aturdido por todo lo que había sucedido para que terminase encallado en aquella playa, además tenía una horrible jaqueca, especialmente en un punto en la parte de atrás de su cabeza.

—¿Pasó algo a ti? ¿tu cabeza?—le cuestionó al notar los apenas audibles quejidos que emitía, viendo cómo instintivamente sujetaba la parte superior de su nuca. Se acercó con cautela, manteniendo sus manos adelante de él en caso de que el extraño chico intentara algo, y, al tratar de ayudarle, él se movió hacia atrás, parando una vez su espalda se topó con una roca, apeñuscando sus piernas, rodeándolas con sus brazos—. Yo, yo no te voy a hacer mal, todo es-está bien—intentó apaciguar al chico, usando una voz suave, como si le estuviese hablando a un niño.