Capítulo 23: Siento frío en mis huesos y calor en mi corazón

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Advertencia: Ataque de pánico casi al final, es corto.

En las notas finales estoy dejando la traducción de dos cositas que aparecen y están en Tagalo. ●'◡'●

Cuando despierta cerca de las 7 de la mañana, lo primero que hace es checar su celular. Ella adora los mensajes de cumpleaños y sin duda este año la entusiasma un poco más. Claro que extraña cuando su mamá a veces la despertaba con un pequeño pastel en su cama o incluso las veces que Cooper le prometía un gran regalo y al final solo le terminaba dando canicas de colores. No, borra eso, ella en realidad no extraña lo de Cooper. La ilusionó 5 años seguidos con la promesa de un libro de recortes y extenso material de papelería que nunca llegó a sus manos. Aunque, si es sincera, las canicas eran muy bonitas.

Al principio, le aterra tener tantas llamadas perdidas y si no fuera por el nombre de Tina en cada una de ellas, habría hecho algo más que reír con diversión. Cada palabra en cada mensaje de Tina y los Warblers le pone una sonrisa más grande que la anterior, haciendo que poco a poco su corazón revolotee de felicidad. Aunque ella misma se envuelve en un ambiente cálido, las dudas no tardan en llegar cuando se siente tan contenta de tenerlos en su vida.

En su mente ronda la eterna pregunta. Mantiene la calma y lo ignora con varias respiraciones pausadas, el día se trata de disfrutarlo antes de lo que sea que pueda suceder.

Ella está bien, realmente lo está y puede intentarlo.

Blayne lleva el celular a su pecho con toda la cara sonrojada al momento de encontrarse con el mensaje de Kurt. Lo relee cerca de 10 veces antes de suspirar con profundo amor y su cara enterrada en la almohada.

Dulce, dulce Blayne, feliz cumpleaños. El próximo año nada más que tú podrá impedirme pasar todo el día contigo. Veras que esta no será la última vez que puedas disfrutar de tiempo feliz con tu familia, te amo.

Es un mensaje que tiene lo suficiente como para mantenerla suspirando aún cuando se está lavando los dientes y cambiando de ropa. Se siente un poco tonta por su actitud, ¿tal vez infantil? De todas formas, la felicitó ayer justo antes de irse expresando su gigantesco pesar, y ella lo entendió por completo, también anhelaba poder pasarlo a su lado. Quizás en un año, como él dijo. Su familia finalmente enterada de la verdad, muchas sonrisas y genuina felicidad.

Imaginarlo le provoca escalofríos.

Camina por los vacíos pasillos de Dalton hacia el estacionamiento cuando jura que literalmente podría morir por el frío. A veces tiende a exagerar pero esta vez sus dedos están realmente helados y se arrepiente internamente por no traer sus guantes. Estando afuera y ya visualizando el auto de su papá, se acomoda la correa de su mochila al hombro y corre lo más rápido que puede.

― ¡Oh vaya! ¿Tienes frio? ― Su papá mira sorprendido a su hija cuando entra de un salto al asiento y no queda duda en el momento que Blayne intenta soplar aire caliente a sus manos.

Elijah suelta una carcajada y le pasa la bufanda que está en el asiento trasero. Blayne la toma con una sonrisa y se envuelve en ella, cubriendo su nariz y orejas totalmente rojas. Huele a su casa y al suavizante que usa para las sabanas de sus almohadas así que, sin querer, le provoca un poco de sueño.

―Tu mamá tiene razón, siempre arrugas la nariz en los días que hace frío. ― El motor del auto se enciende y Blayne suelta un pequeño bufido mientras intenta encender la calefacción. Eso no es cierto.

―Por cierto, feliz cumpleaños. ― Su papá menciona de la nada y con su mano libre se frota con nerviosismo el cuello. Nunca se le ha dado tan bien el sentimentalismo como a su esposa, pero lo intenta.― ¿Qué se siente ser un chico grande?

I Wish I Was PrettyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora