I Wish I Was Pretty

Capítulo 22: Pase lo que pase, no me dejes

―Totalmente me tienes que decir cómo te fue con la cena en casa de Kurt.

―Tina, ya habíamos hablado de eso.― Le dice a su amiga por teléfono mientras camina hacia el patio de Dalton con pasos lentos.

Se suponía que se juntaría con Wes antes de la última clase para hablar sobre el próximo año y quien se encargaría del consejo de los Warblers. Él le pediría su opinión y, si le iba bien, Wes aceptaría sus sugerencias. Después de todo, el consejo suele tomarla muy en serio. Pero al parecer, tuvo una emergencia familiar y corrió a casa.

― ¿Prefieres llamarme para saciar tu curiosidad y no para desearme un feliz cumpleaños?

― ¡Mañana! ¡Es mañana, así que no trates de hacerme sentir mal! ― Tina chilla del otro lado y Blayne tiene que alejar un poco el teléfono de su oreja. Con esos pulmones, está igual de indignada con que no reciba los suficientes solos.

― ¿Es necesario que sea durante mi descanso? Nunca debí hablarte sobre mis horarios.― David saluda al pasar junto con Thad y Blayne les da su mejor sonrisa.

―Porque ya ha pasado más de dos semanas, ¡quiero saber los detalles! Nunca me cuentas nada Blainey-days.― Prácticamente puede ver su cara toda aplastada y sus ojos suplicantes.― Kurt ni siquiera me contesta los mensajes, ha de saber que lo único que quiero es sacarle información.

― ¿No se supone que tienes clase? ― Menciona casualmente y una risa nerviosa se escucha del otro lado. Blayne aprovecha el silencio para sentarse en la banca de piedra con una ligera inclinación a la derecha. Desde su primer día en Dalton, con la práctica ayuda de Wes como su guía, amó la moderada zona del patio con sus aéreas verdes llenas de flores y pequeñas bancas con toques rústicos. No suele ir mucho, pero es su lugar favorito.

―Yo...realmente no fui hoy a clases. Estoy un poco enferma y como es viernes...― Tina tose y Blayne jura que es la cosa más falsa que ha escuchado en su vida. Hasta Cooper puede hacer una mejor actuación de eso.

―Tina.

― ¡Bien, me atrapaste! Si estoy en la escuela, estoy hablándote desde el baño y tengo 10 minutos antes de que mi clase empiece así que habla ya. ― Blayne suspira y finalmente decide que contarle no la matará.

Tina le pregunta miles de cosas pero apenas tiene tiempo de responder unas cuantas hasta que ella le dice que tiene que irse.

― ¡No te salvas de esto! Vendrás a mi casa la próxima vez que puedas y si nos tenemos que quedar toda la noche hablando para que respondas cada pregunta, entonces eso haremos.

―Lo que digas Tay-Tay, es bueno saber que tienes en orden tus prioridades.― Blayne ríe aliviada y cuelga. A veces ella en verdad puede ser un poco demandante. Tanto como su hermana, que por suerte se había reservado sus preguntas y en su lugar las dirigió directamente hacia Kurt.

Kurt.

Blayne suspira y sube sus piernas a la banca para abrazarlas. Hoy acordaron verse para probarse la ropa que compraron desde la vez pasada, algo casual y sin más porque su papá la recogerá temprano por la mañana.

También planea contarle finalmente sobre la decisión que ha tomado. No porque quiera su opinión, nada la hará cambiar de parecer, ni siquiera su miedo. Si es sincera, solo quiere un poco de apoyo de su parte en caso de no salir como ella quiere.

Durante estas dos semanas Blayne pensó en decirle, y de hecho estuvo bastante cerca en diferentes ocasiones. En el dormitorio de Kurt hace 4 días, después de la práctica con los Warblers, durante el almuerzo y la lista sigue. Pero al final se lo guardó. Le da un poco de pánico pensar a futuro y tal vez en parte esa sea una razón por la cual lo sigue postergando. Porque sí, habrá un momento en el que Kurt se vaya hacia New York y todavía no quiere pensar en la posibilidad de que se olvide de ella. Quizás esta equivocada, no lo sabe, es algo que ha estado rondando su mente y ha tratado de ignorarlo. Decirle significa que está pensando en lo que pasara y en la aterradora posibilidad de ser dejada atrás. Todavía le quedan dos años antes de ir, cualquier cosa podría pasar.