Capítulo 4: Encaje rosa

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Blayne seguía sintiéndose mal, parecía que cada día se añadía algo nuevo por lo que llorar, pero no dejaba que su familia lo notara. Ella seguía actuando normal, con la adición de usa suéteres la mayor parte del tiempo y maquillar sus muslos para tratar de ocultar los cortes, poniendo la sonrisa en su rostro cada que le preguntaban si estaba bien. No quería preocupar a nadie con sus sentimientos, solo quería que todos siguieran pensando que era "un chico" feliz.

Las mañanas quizás eran la peor parte de su día. Al peinar sus rizos que tanto amaba con litros de gel, solo para sentir que al menos tenía control en algo, veía que el vello que acababa de afeitar volvía a ser visible. Varias veces al estar pasando el rastrillo, se hacía algunos cortes por sus manos temblando debido a los lloriqueos, ella odiaba eso y esa mañana no era la excepción. Tratando de no llorar, el rastrillo fue pasado por encima de sus labios, en su barbilla y donde ella creyera necesario. Aún se veía la sombra de lo que antes hubo ahí pero era menos, no era lo ideal pero calmaba a Blayne. Se lavo los dientes y salió para alcanzar a Rachel abajo quien ya le estaba gritando que se apurara.

― ¡Blaineeee! Kurt lleva 10 minutos esperando en su auto.― Grita Rachel y al ver el pequeño cuerpo de su hermana bajar las escaleras suelta un gran suspiro.

―Rachel, eres desesperante, sabes que a Kurt no le importa esperarnos unos minutos.― Blayne dice mientras va detrás de Rachel quien ya le está sosteniendo la puerta de la entrada.

―Eso es solo cuando tú vienes, normalmente cuando solo somos nosotros dos Kurt se enoja si lo hago esperar.― Rachel cierra la puerta con llave y antes de que Blayne camine en dirección al auto de Kurt la toma de los hombros. Blayne la voltea a ver extrañada y sonríe.

― ¿Ahora quien es la que está tardando? ―

― ¿Cuándo le dirás a Kurt?― Cuestiona su hermana.

― ¿Decirle qué?― Blayne pregunta confundida, realmente no entiende.

― ¡Que te gusta! Es obvio que también le atraes, he visto como te mira desde el año pasado y estoy segura que no ha hecho ningún movimiento porque eres el hermano pequeño de su mejor amiga.― Hace una pequeña pausa para mover su largo cabello de lado a lado. Blayne no pudo evitar que los celos la invadan. ― Aparte, también veo los ojos de corazón que le das siempre que te habla, ¡tienes que hacer el primer movimiento! Sabes que él no lo hará y solo...― Rachel deja de hablar y observa detrás de Blayne, se da la vuelta y ve a Kurt ahí con una sonrisa. Su linda tan linda sonrisa.

― ¡Kurt! Ya íbamos solo le decía a Blaine que mamá me dio dinero para que él se comprara también algo. ― Una sonrisa apenada apareció en su rostro e inmediatamente sacó su cartera para darle el dinero a su hermana. Kurt enarcó las cejas.

―Vale, de todas formas, Blaine sabe que yo lo espero el tiempo que quiera.― Kurt le sonríe a la menor antes de girarse para volver a su auto. Ella se queda ahí, admirando sus anchos hombros y los centímetros de altura adquiridos desde su último estirón, solo puede pensar gracias pubertad hasta que su hermana la toma de la mano para halarla al auto.

Antes de que Rachel se suba al asiento del copiloto le manda una mirada de ¿Ves? Totalmente le gustas y Blayne solo la ignora tratando de esconder la sonrisa involuntaria que se le escapa.

Ella ya sabía que Kurt sentía algo, era ajena muchas veces y no se daba cuenta de las cosas e incluso desconocería por completo los sentimientos de él si no lo hubiera atrapado hace algunos meses mirándola con ojos de total adoración mientras interpretaba una canción en el piano. Está segura que lo escucho susurrar lindo hasta que Rachel comenzó a aplaudir sacándolo de su ensoñación e imitándola inmediatamente. Desde esa vez, ha puesto mayor atención a como actuaba Kurt a su alrededor y confirmó sus sospechas.

I Wish I Was PrettyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora