El regreso del Príncipe Árabe [Z.M.]

Epilogo

— Lauren date prisa o llegaremos tarde—grito Zayn desde abajo.

— Solo dame un momento, tengo que terminar de aprenderme esto—conteste mientras releía el pequeño papel de mi discurso una y otra vez-

— ¡Dahara nos matara si llegamos tarde!

— Estoy lista—anuncien, guarde el pequeño papel en mi cartera, Salí de la habitación, y ahí estaba el, tal guapo como siempre, vestido de traje.

— Pero que bella—alago.

— Gracias—me acerque y lo bese—tú no te quedas atrás-

— ahora vamos, debe estar maldiciéndonos porque no hemos llegado.

— eso no lo dudes—reí.

Salimos de la casa y subimos a el auto, el tráfico de Miami no era tan pensado los sábados, así que llegamos rápido hasta la boda de Dahara e Isaac, Zayn y yo éramos los padrinos, y teníamos que estar presente, antes que ellos, pero esto no sería así, cuando llegamos estaba toda la gente, pero aun Dahara no había llegado, eso me dio más tiempo para aprenderme el pequeño discurso que le dedicaría.

— ¿Nerviosa?—pregunto Zayn con burla.

— no obvio no—conteste.

— ¿Pánico escénico?—cuestiono.

— hablas con una bailarina, me he parado en muchas tarimas.

— entonces porque tiemblas. Solo digo.

— no lo sé, creo que es emoción, o algo así, realmente no se-

— ya llego, parece otra Dahara—susurro.

— Ay—chille.

La ceremonia pasó rápido, más rápido de lo normal, la recepción era ahí ya que era una boda al aire libre y antes de empezar la fiesta ciertas personas dirían unas pequeñas palabras entre esas yo, a quien le tocaba de primero.

Zayn me empujo haciendo que caminara hasta el micrófono, en realidad estaba nerviosa. Tome en micrófono entre mis manos y respire hondo.

— Hoy he traído unas pequeñas palabras para ti Dahara, mi gran amiga, creo que la verdad soy afortunada, pues la personas como tu son únicas, te agradezco por todo en lo que me has ayudado, son más de veinte años de amistad, y bueno espero que sean más, y te digo algo, tu padre donde quiera que este, hoy está orgulloso de ti. Te quiero amiga, eres como mi ángel Dahara, y la vida no me alcanzara para pagarte—

Todos dieron un fuerte aplauso, después de unos minutos pasaron las demás personas y empezó la fiesta. Zayn y yo estábamos sentados hasta que pusieron música y él quería bailar.

— Vamos gacela—me jalo con él antes de que yo le diera una respuesta.

Caminamos hasta el centro donde habían otras parejas bailando, me apego a él y sonrió, algo quería, lo conocía perfectamente

— Sabe tengo algo en mente—dijo.

— ¿cómo qué?—pregunte.

— Otro bebe...

— ¡Zayn!—chille.

— Cuatros hijos, no sé, quiero otra niña.

— Yasser aún está muy pequeño... solo tiene nueve meses.

— No importa, quiero que la bebe se parezca a ti.

— Puede ser. Y que sea tan apuesta como su padre.

— ¿entonces? ¿Qué dices?—pregunto con dulzura

— Si, tengamos otro bebe—sonreí y lo bese.

— Ya sabes lo que causan esos besos.

— Por eso lo hago. Nadie lo notara además eso es solo mío... esos son asuntos exclusivos del Rey y su mujer.

— Si, solo tuyo, soy un Rey oprimido por una bella mujer latina.

— Eres mi rey—sonreí y acaricie su cabello.

—aún sigo enamorado como el primer día en que te vi... todos los días mi amor sigue igual por ti gacela.

—cuando contigo me encuentro se me enreda el pensamiento, se me corta la respiración... eso yo nunca me lo esperaba, déjame ver que no hay regreso... para morir entre tus besos—tarare un pedazo de una canción que le había dedicado el día de nuestra boda.

Pose mis labios sobre los suyos y le di un beso tierno que el convirtió en un salvaje y exigente, haciendo que mi cuerpo me traicionara, solo el causaba eso en mí. Solo el hacía que el fuego de mi interior se avivara.

De un príncipe rebelde a un rey justo y ordenado, eso fueron los cambios que experimento este hombre, sin contar que se enamoró de una persona ajena a su cultura, que lo acepto sin importar lo que pasara.

Y a partir de ahora, Zayn el rey árabe.