8.-Michito

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Marinette miraba a Chat noir con el ceño fruncido y un aura de furia emanando de ella.

Ese gato tonto la había raptado a mitad de la noche para llevarla a lo alto de la torre Eiffel.

Lo único que entendió de la larga y enredada explicación de su rapto, fue que tenía que saber algo importante y que no tenía que esperar.

-Ya dí lo que tengas que decir, tengo sueño y ganas de agarrarte a madrazos.

El rubio hizo una pose de ofendido haciendo gruñir a la azabache.

¿Acaso el no tenía que dormir?

¿Cosas que hacer?

O tan siquiera una vida... Pues al parecer de ella, no.

El ojiverde entrelazo sus manos con las de la chica y las acercó a su pecho.

-"Ahora si we, no lo heches a perder"... Querida y hermosa Marione..quiero decir Marinette- la azabache rodo los ojos mientras luchaba por no dormirse en ese instante- Desde que te ví esa vez comprando pan...

-¡¿Comprando pan?!, ¡Yo vendo pan, idiota!

Grito enojada, el rubio sólo sonrió ante su error... Y decía que no quería hecharlo a perder.

-Aaah olvidalo, comenzaré de nuevo- aclaró la garganta- Hermosa princesa del pan, te amo desde que me regalaste esas galletas con sabor a ... ¿Chocolate?... Si creo que eran de esas, amo tus hermosos pucheros y te espió durante las noch...

El rubio calló ante el dolor de un golpe en la cabeza que le fue dado por Marinette.

-Idiota, así que tu eras quien me espiaba , dejaba las cartas con mala ortografía y con letras que parecía geoglifos.

El súper héroe miró ofendido a la chica, si supiera que con las garras de su traje no se puede agarrar bien el lápiz.

-Weno ya me dejó de rodeos...Princesa de mi corazón, te amo musho, ¿quieres ser mi domado...

-Chat, te he dicho varias veces que yo amo a alguien más y sabes bien de quien hablo.

El ojiverde se apartó de la chica y se recargo en el barandal con los brazos cruzados.

La azabache lo miraba con arrepentimiento y cierta pena.
Es que no era su culpa no quererlo del todo, no podía corresponder sus sentimientos si no estaba segura de quien amaba.

Sin que el felino la viera, ella se acercó a darle un fuerte abrazo ocultando su rostro en el pecho del joven superhéroe.

-Te quiero gatito, sólo dame tiempo para aclarar mis sentimientos, ¿si?

Pidió en un susurró audible para el chico que correspondió al abrazo.

-Te esperare el tiempo necesario.

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Adrien se levantó con pereza mientras recordaba su sueño.

-Que bonito sueño tuve.

Dijo el chico esquivando un zapato que le fue lanzado por su kwami enojado.

-Idiota, todavía que me usas para espiar a la chica bonita Marinette, te da la regalada gana de depertarme a mitad de la noche y transformate para ir a buscarla.

Grito con furia haciendo temblar un poquito a Adrien.

Ese kwami si que era de temer.

-¿¡Qué!?, según yo sólo fue un sueño. -el rubio se sobo la cabeza y se dirigió al baño para darse una ducha- no puedo creerlo.

Cambio de rolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora