Cambio de roles

10.-Novios

Adrien miraba con frustración a una joven azabache de ojos azules.

-¡Por favor calmate!

Rogó el rubio, se pondría de rodillas pero su orgullo es mayor.

-¿Cómo me pides eso después de que me pidieras ser más que una amiga?

El rubio bajo la mirada, debía haber esperado esa reacción, pero en realidad quería saber lo que eran ahora.

-Entonces eso quiere decir que no serás mi...

-¡Yo no quiero ser tu muy súperhipermega mejor amiga! -la azabache se cruzó de brazos y comenzó a caminar en dirección apuesta al rubio.

-¿Qué deseas ser?

La chica detuvo su caminar y giro sobre si misma.

-No creo que quieras saberlo.

El rubio camino hasta su lado, la curiosidad lo comía vivo y ahora quería saber lo que su muy buena amiga quería que fueran.

-¡Ya dime! juro no enojarme.

Marinette rio y miro al rubio que estaba a su lado ansiando una respuesta suya.

-Lo que quiero es que me dejes de llamar muy buena amiga cada vez que puedes.

Adrien asintió sonriente.

-Okay amiga.

Marinette gruño molesta y agarró del cuello de la camisa a Adrien.

-¿Eres idiota por naturaleza?

-No lo se.

-¿Por qué me consideras sólo tu muy buena amiga? ¿No te das cuenta que quiero ser más que una simple amiga?

-A ver parale a tu carruaje... Estoy procesando.

La azabache soltó al rubio y se dio media vuelta mientras se cruzaba de brazos.

Era casi imposible hablar con ese tipo guapo.

Aunque no tanto como sus husbandos.

Adrien extendió un brazo y dudo en poner su mano sobre el hombro de su amiga... Dudaba todavía de lo que quería su amiga pero hay que intentar.

Suspiró y dejo caer su mano sobre el hombro de la jóven que al sentir el tacto trago saliva y trato de lucir tranquila.

-Marinette- la chica no se movio, sólo fruncio el ceño- ya comprendí lo que quieres.

Un grito interno de felicidad fue el que dió Marinette... Al fin comprendió lo que queria y no tuvo que llegar a agarrarlo a palazos.

-¿En-encerio?

La azabache sonrió y se dio la vuelta quedando frente a frente con el ojiverde.

-Ya se que lo que quieres es ser... -dejó pasar unos segundos de tensión hasta que volvió a tomar la palabra- MI HERMANA.

-¡Suficiente!... No te quiero ver hasta que se me baje el enojó y la indignación.

La ojiazul cubrió sus ojos con sus manos y comenzó a caminar a quien sabe que dirección, lo único que sabía era que no iba en dirección del rubio.

-Y con es tu costumbre... La volviste a ca...

-¡Callate Nino!

Nino asintió y se fue con el chisme a su novia.

-¡Maldita sea!... Era tan fácil decirle que me gusta y heche a perder todo.

Dijo para si mismo el chico.