5.- Carta de amor

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En el colegio.

Todos estaban poniendo maxima atención a la clase excepto Adrien.

El rubio estaba tan entretenido pensando en escribirle una hermosa carta de amor para su próxima novia.

Ya sabía que esas cosas ya no se usaban, pero el quería enamorarla a la antigua.

Nino le dijo que era una buena idea, es más hasta se ofreció a ayudarle pero el se negó rotundamente.

Adrien tomó papel y lápiz. Comenzó a pensar... Pero no sabía que escribir.

Tantas cosas que le quería decir pero no podía encontrar las palabras perfectas.

El podría ser directo al escribir simplemente que es hermosa, torpe, valiente, despistada y muchas cosas más.

Pero sentía que no eran las palabras perfectas.

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Al terminar la clase se quedó en el salón todavía pensando en que escribir.
Hasta que Kim se acercó a ayudarlo.

-¿Qué escribes?

Preguntó el deportista mientras trataba de quitarle la libreta a Adrien.

-Nada, es privado.

Grito el rubio mientras impedía que leyeran su carta.

-¡Que me la des!

Dijo el de copete de pájaro loco para después quitarle la libreta y comenzar a leer la carta.

-¡No leas nada!

-Pues si no has escrito nada.-Reclamó con enojo Kim- Si quieres yo te puedo ayudar -mostró una sonrisa -a cambio de algo.

Adrien se alejó con miedo de Kim.

-Nel yo soy machito a mi no me gusta el arroz con popote.

-¡¡Que!!, yo no estaba diciendo eso, yo te puedo ayudar a cambio de que me ayudes con Chloe.

El rubio pareció pensarlo.

-Tu carta quedará excelente y nadie sabra sobre esto.

Adrien asintió y estrecho su mano con la de Kim.

-Ahora comencemos a escribir.

Exclamó el deportista mientras se sentaba a lado de el modelo.

CON MARINETTE...

La azabache estaba tranquilamente hablando con Nino.

-Andale Marinette, sólo será uno.

La chica negó rotundamente, ella no las daría tan fácil.

-Adrien nunca lo sabrá si es que te importa. O acaso a sólo él le darás.

La ojiazul gruño molesta mientras negaba con la cabeza.
Esa situación ya le estaba cansando mucho.

-No, Adrien ya no las merece.

Grito la chica con enojo.

-Lo siento Marinette, pero yo no quería llegar a esto. -el moreno comenzo a hacer ojos tierno.

-Nino... No hagas eso- Exclamó la azabache ignorando a Nino.

-¡Por favor!

Marinette respiró profundo y le extendió las galletas.

-Sólo intenta que Alya no te vea comiendolas, ¿vale?

El moreno asintió y se fue a esconder a un lugar que nadie sabe, obvio porque es secreto y escondido.

Cambio de rolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora