37. Noticia

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Hangyul había estado llorando y lamentándose toda la noche, hasta que finalmente cayó dormido a eso de las cinco de la mañana, siendo consolado por su madre.

Pero su sueño no duró mucho, ya que un par de horas después despertó agitado. Había tenido una pesadilla. Y volvió a llorar hasta cansarse, o al menos hasta que tuvo que levantarse.

—No es una buena idea que salgas, mira como estás.— Insistió la madre de Hangyul con sus brazos cruzados y recargandose en el marco de la puerta de la habitación de su hijo.

—Tengo que hacerlo, no es como si tuviese una opción más favorable.— Dijo terminando de abrochar sus zapatillas.

—Iré a verlo.— Mencionó la mujer, refiriéndose a que iría a ver a Hyeongjun, y a su vez ganándose una triste mirada por parte de su hijo.

—Está bien.— Hangyul pasó por su costado, pero se detuvo a poco menos de un metro. —No me esperes.— Y volvió a avanzar, saliendo de su casa.

Si bien, no había acordado nada con Seungyoun para ese día, no podía simplemente dejarlo sin decirle lo que había pasado y menos ignorar los mensajes que le había enviado, y que no respondió.

No quería tener que enfrentarse a él, pero si se mantenía en silencio, el resultado sería peor.

Un par de horas más tarde.

Hangyul estaba frente a la puerta de la habitación de Seungyoun con un té de cidra que logró comprar de camino al hospital.

Totalmente desganado abrió la puerta de la habitación, siendo observado por la intensa mirada de Seungyoun, quien mantenía sus brazos cruzados.

Agradecía que no hubiese nadie más en la habitación, le sería más fácil darle la noticia.

—¿Qué mierda les pasó ayer? ¿Y dónde está Hyeongjun?— Por más furioso que estuviese, el mal presentimiento que lo hizo preocupar el día anterior, todavía no se iba, y tenía miedo de lo que Hangyul le fuese a decir, más después de ver su rostro completamente demacrado.

—Seungyoun..— Hangyul caminó hasta él y dejó el té de cidra sobre la mesita junto a la camilla. No tenía ni la más mínima idea de cómo empezar.

—¿Dónde está..?— Preguntó Seungyoun apretando la sábana de la camilla entre sus manos, mientras su respiración de aceleraba ligeramente debido a la presión.

—Él.. ayer..— Habló con un hilo de voz, mordiendo ligeramente su labio inferior, la lágrimas se estaban aproximando de nuevo, impidiendole hablar bien.

—Mentiroso.— Seungyoun esbozó una minúscula sonrisa, como si le estuviesen jugando una broma. Ni siquiera le habían dicho lo que había pasado y aún así estaba reacio a creer cualquier cosa. Se levantó de la camilla y a paso rápido caminó hasta la puerta de la habitación, abriéndola de golpe. —¡Hyeongjun!— Gritó en el pasillo.

Al no recibir respuesta, volvió a entrar a la habitación cerrando la puerta tras su espalda, un suave escalofrío subió por su espina dorsal, haciéndolo estremecer.

—Ni siquiera pude disculparme..— Hangyul bajó su cabeza.

—No hagas este tipo de juegos y traelo aquí.— Su mandíbula se tensó al ver las mejillas de Hangyul empapadas de lágrimas.

—No fui.. capaz de ayudarlo..— Volvió a hablar con un hilo de voz, apoyando ambas manos en la camilla, mientras emitía incontrolables sollozos. —Perdóname..

Seungyoun negó reiteradas veces con su cabeza, totalmente escéptico a todo lo que Hangyul le decía.

—Eres un maldito mentiroso..— Su mandíbula se volvió a tensar, oyendo los constantes sollozos de parte de Hangyul, quien se volteó y con todo el coraje que tenía guardado, camino a paso firme hasta el más alto, agarró el cuello de la bata de hospital y lo obligó a acercarse.

—¡¿Crees que esto es una jodida broma?! ¡Hyeongjun está muerto, entiende!— Soltó bruscamente la ropa del más alto, haciéndolo caer por accidente.

Seungyoun, por su parte, quedó completamente petrificado, dejando caer sus manos. De sus ojos no caía ninguna lagrima, pero su corazón se estrujo a tal grado que hizo doler su pecho de una forma inimaginada.

El día anterior pudo ver las luces de los carros de policía pasar fuera del hospital y deseó incontables veces que nada malo hubiese pasado, pero todo fue en vano, ya que su persona más preciada había muerto.

'Dijiste.. que todo estaría bien.. entonces por qué tú..' un escalofrío subió nuevamente por todo su cuerpo y finalmente comenzó a llorar, emitiendo un desgarrador grito ahogado.

—Por qué.. justo cuando alguien.. comenzaba a quererme de verdad..— Quitó sin cuidado el parche de su ojo, dejando a la vista la herida que Dongpyo le había hecho, y comenzó a dar fuertes golpes en el suelo con sus manos empuñadas. Estaba siendo lentamente consumido por el dolor y la desesperación. Asumiendo que no volvería a oír su voz, ni volvería verlo sonreír.

Hangyul no tardó en romper en llanto de nuevo, después de ver a Seungyoun.

Se agachó a su lado y tomó sus muñecas para evitar que siguiera lastimandose. Como único consuelo se dispuso a abrazarlo, aunque en realidad, parecía que ambos estuviesen siendo sostenidos con un fino hilo que se rompería en cualquier momento.

Seungyoun levantó su cabeza y sin intención de detener sus sollozos, secó bruscamente sus mejillas, tal y como Hyeongjun lo hacía.

—Por qué.. tuve que enamorarme..






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😔
Aquí me caí, perdonen.

En el manhwa original no hay ningún capítulo con la reacción del personaje que Seungyoun interpreta, así que tuve que ingeniármela.

Pd: Al fin entendí que no se escribe manga, si no, manhwa. Lamento el error, lo arreglere.

Casi olvido decirles que el próximo capítulo es el último.

En fin, cuídense mucho.♡

—Woobi.

Colapso┊Song HyeongjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora