6. Provocación

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—Oye, Seungyoun. ¿Te sucede algo?— Preguntaba Hangyul acercándose al puesto del recién nombrado. —Hola.. ¿Estás ahí?, tierra llamando a Seungyoun.— Fingió estar hablando por un radio, golpeando débilmente la mesa donde estaba recostado Seungyoun.

—Vete..

—¿Qué?, no te oigo.

—¡Por un carajo dije que te fueras!— Gritó Seungyoun, estos últimos días ha estado de muy mal humor. —Maldito sordo, qué no tienes otra cosa mejor que hacer.

Hangyul cerró sus ojos y suspiró, 'No pierdas los estribos.' se dijo a sí mismo, pacientemente se sentó en el asiento que estaba frente al chico de ceño fruncido y se dispuso a prestarle atención.

—¿Te pasa algo, no es así?, dime.

—No es nada, así que vete.

Hangyul miró el desinteresado rostro de Seungyoun por algunos segundos, para luego dirigir su mirada hacia otro lugar '¿Qué estoy haciendo?, ¿Estoy en posición de andarme preocupando por otros?'.

. . .

—Muy bien chicos, hoy está haciendo mucho frío fuera y no quiero que enfermen, así que tendremos la clase de deportes en el gimnasio.— Mencionó el profesor, casi toda la clase se emocionó, a excepción de Seungyoun, quien ni siquiera tenía ganas de sonreír.

—Seungyoun, ¿Quieres pasar a la cafetería antes de ir al gimnasio?- Preguntó Junho.

—¿Pará qué?

—¿Eh?, vamos, ¿Todavía estás enojado con nosotros?

—¿Y eso a ti qué te importa?, ya deja de comer, maldito cerdo. Cuál es el propósito de ejercitarse si lo único que comes es chatarra.— Seungyoun alzó una de sus cejas.

—Te estás pasando..— Susurró JunHo avergonzado y enojado.

—¿Cómo?, ¿La verdad duele?— Seungyoun soltó una risita falsa e irónica. —Si ya lo sabías entonces trabaja en ello, tu cara, tu cuerpo. Sólo mírate, aparte de mí, ¿Quién saldría contigo?.. perdedor.

Junho no se quedó callado, muy por el contrario contrario, gritó desbocado. —¡Oye! ¡Cho Seungyoun!

Todas las miradas se centraron en ese par.

—¿Sabes lo hijo de puta que eres?— Toda la clase se sorprendió por las palabras de Junho, para su suerte y a esas alturas el profesor en turno los estaba esperando en el gimnasio. —Sé que tienes buena apariencia y vienes de una familia adinerada pero eso no te da derecho a lastimar a los demás, ¿Quién querría salir con alguien tan mimado y caprichoso como tú?

—Uhg.. esto es increíble.— Seungyoun volvió a sonreír con ironía. —¿Te pedí que estuvieras conmigo?, no es como si hubieras hecho amistad conmigo porque te cayera bien.— Se cruzó de brazos alzando una de sus cejas.

—Deberíamos detenerlos..— Murmuró uno de los chicos detrás de Junho.

—Sólo saliste conmigo porque creíste que te volverías popular. Si eras tú quien quería ser mi amigo, ¿Por qué tendría que adaptarme a ti?

Junho se quedó callado con el ceño fruncido.

—Sólo te estás poniendo en ridículo, no necesito a alguien como tú en mi vida.— Seungyoun se volteó y salió del salón.

—Junho.. ¿Estás bien?

—Creo que se fue por la borda.

—¿Por qué tenía que hablar de esa manera?

Decían algunos compañeros tras la espalda de JunHo, éste se volteó y dejó escapar algunas lágrimas alarmando al resto.

—Pañuelo, pañuelo.— Decía uno de los chico mientras otros acariciaban su espalda.

—¿A quién trata de engañar?, ese maldito perro astuto.. aunque eso se sintió bien.— Decía Seungyoun desde fuera, caminando hacia el gimnasio mientras miraba por las ventanas del pasillo hacia el patio, desde allí pudo divisar a Dongpyo y es que era difícil no reconocerlo, pues era más bajito y delgado que el resto de sus compañeros, 'No. Olvídate de él, no vale la pena, todos son basura.' y siguió su camino al gimnasio.

. . .

Seungyoun frunció su ceño por enésima vez en el día, estaba de pie frente a la ventana del pasillo viendo como llovía a cántaros. —No lo puedo creer, el pronóstico del tiempo no decía que llovería hoy.— Sacó su móvil buscando el contacto de su madre. —¿Podrá mamá venir a buscarme?, esto apes-

No pudo terminar de hablar puesto que lo habían empujado desde atrás, al voltearse vio a Junho y Yohan acercándose a un grupo de chicos con un paraguas en sus manos, se quedó mirándolos por un momento, 'No los necesito a ellos.. tampoco necesito un paraguas..'

Seungyoun se quedó en silencio mirando hacia afuera mientras todos los demás alumnos se iban, se quedó solo recargado en la ventana, soltó un suspiro pesado y caminó hasta las escaleras, bajando al primer piso, iba cabizbajo mirando sus pies, pero fue obligado a detenerse cuando un paraguas apareció frente a él.

—Hyung.. úsalo.— Seungyoun levantó su cabeza y se encontró con Dongpyo, no emitió palabra alguna y sólo recibió el paraguas.

—Bien, regresa a casa con cuidado.— Dongpyo le dedicó una sonrisa y se fue.

. . .

—Vaya, incluso hay truenos.— Decía Hyeongjun desde la entrada luego de escuchar el fuerte sonido y ver el cielo iluminarse por un rayo.

—Hyung.

—Ya llegaste, ¿Y? ¿Encontraste tu paraguas?

—No, no estaba en el salón.

—¿Quién robaría un paraguas?.. Bueno, no importa, compartamos el mío, ven aquí.

Dongpyo sonrió con un suave, casi imperceptible, rubor en sus mejillas y se acercó más a Hyeongjun, estaba lo suficientemente cerca como para que el paraguas los protegiera a ambos de la fuerte lluvia.

Iban caminando cuando Hyeongjun dio un respingo, pues Seungyoun pasó corriendo a su lado, no llevaba paraguas y protegía su cabeza con su mochila.

—¿No tiene paraguas..?— Murmuró Hyeongjun.

Dongpyo se quedó mirando la espalda de Seungyoun haciendo una pequeña mueca de disgusto.

—¿Hm? ¿Qué pasa? ¿Sientes náuseas de nuevo?, tu rostro está pálido, ¿Estás bien?— Hyeongjun llevó su mano libre hasta la frente de Dongpyo, lo que menos deseaba era que pudiese agarrar un resfrío.

—Estoy bien.. ahora estoy bien.— Sonrió y volvieron a emprender camino a casa.

Colapso┊Song HyeongjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora