Bad Luck Ꮺ ࣪˖ Ziall

◟𓏲࣪OO1

Un día, Zayn encontró a su adorable híbrido de gato, con las orejas caídas y mirando la lluvia por la ventana, moviendo la cola lentamente.

— ¿Nini? — el pelinegro se acercó al rubio, acariciando su cabeza y sus orejas — ¿Qué tienes?

Encontró un mohín en el rostro del chico.

— Me dijeron que doy mala suerte — murmuró.

Zayn frunció el ceño, se agachó junto a él, mirándolo frente a frente.

— Fue Harry, ¿Verdad?

Niall bajó la vista.

Zayn apretó su hombro, haciendo que las cejas del híbrido se fruncieran un segundo.

— ¿No te he dicho que los tigres mienten?

Niall abrió sus ojitos con sorpresa, Zayn sonrió por el gesto.

El rubio lo pensó un momento, antes de negar.

— Me dijiste que los tigres podrían comerme y que no me acerque mucho a él si ambos cambiamos de forma.

Zayn suspiró.

— Bien, te lo digo ahora, Ni. Los tigres mienten.

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Harry negó, chasqueando su lengua.

— Los tigres no mentimos. Los conejos son los que mienten, cada vez que lo hacen les crecen las orejas.

Niall estaba sorprendido, con sus orejas alzadas hacia el otro híbrido de felino, de orejas redondeadas, meneando su rayada cola, con brillante pelaje dorado entre sus líneas negras.

Niall siempre terminaba agitando su cabeza cuando quedaba viendo la cola de su amigo, le parecía muy hipnótica.

— ¿Entonces cuántas mentiras ha dicho Leeyum? — preguntó el rubio.

— Muchas — respondió Harry, con seguridad.

Niall arrugó su nariz.

— Zayn dice que no tengo que juntarme con mentirosos.

— Pero Liam es muy lindo como para no juntarse con él — Harry sonrió de forma amplia, Niall vio sus colmillos, parecidos y a la vez distintos a los suyos, los del tigre eran más fuertes, en cambio, los de un simple gatito negro eran finos y más blancos.

Su cola se erizó un poco.

Niall le tenía algo de miedo al híbrido de tigre de quién consideraba su amigo.

En parte por todas las advertencias de Zayn de no acercarse mucho al chico, o que podría destrozarlo y comerlo sin problemas.

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— No, Nini, a los conejos no le crecen las orejas cuando mienten — dijo Zayn con tranquilidad, mientras terminaba de servir el desayuno de ambos.

— ¡Pero Har-!

— Pero Harry nada, y no me grites.

Niall hizo un mohín.

Zayn no pudo contener su seriedad, sonrió de ternura, apretó una de sus mejillas y beso la frente de Niall, haciendo que este se ruborizara completamente de golpe.

Un segundo después, Niall había cambiado a su forma de gato, un adorable y peludo gatito negro, que comenzó a lavarse la cara, lamiendo su patita y luego frotándola en su frente, donde Zayn había dejado su beso.

— Ow, como si no te hubiera gustado. — dijo el pelinegro, tomó al animal y lo alzó frente a él, dejando un rápido beso sobre su nariz.

El gato se agitó, liberándose de sus manos y escondiéndose debajo del sillón.

Zayn río, su híbrido se avergonzaba rápidamente y eso lo hacía mil veces más adorable.