Bad Luck Ꮺ ࣪˖ Ziall

◟𓏲࣪O98

Los dos hermanos caminaron con tranquilidad por las calles, a Niall le gustaba tomar la mano de alguien y el agarre hacía sentir seguro a Luke, así que fueron con sus manos unidas y el menor los fue guiando a ambos hacia la casa de Louis.

— ¿Cómo están Liam y Harry? — preguntó Niall.

— Tristes... Y solos.

Niall bajó sus orejas.

— ¿Y tú?

Luke se encogió de hombros.

— Sólo, pero feliz.

Niall rio un poco, acarició una de las orejitas del otro, haciendo que este ronroneara.

— ¿Cuándo vienes a vivir con nosotros?

Luke negó automáticamente.

— Nunca.

— ¿Por qué? — Niall hizo un pequeño puchero.

— Doy mala suerte — respondió el menor — Gato negro.

— Bueno... Yo también doy mala suerte — confesó Niall, acomodando sus cabellos con algo de vergüenza.

— ¿Cómo estaría tu casa si hubiera dos "mala suerte"?

Niall abrió sus ojos de más con cierto terror.

— Pero... Yo quiero que estés en casa, conmigo, no me importa tu mala suerte, a Zayn tampoco le importará, no le importa la mía.

Luke sonrió con ternura, asintió, le encantaba demasiado la idea de volver a vivir con su hermano, como cuando eran pequeños.

Al llegar a la casa de Louis, fueron recibidos por Moon, quién al principio se mostró alegre y normal, pero en cuanto Luke se alejó un poco de Niall la platinada fue hacia él y el híbrido se preguntó cuando había comenzado a retener lágrimas y comenzó a hablar rápido y algo desesperada.

— Nini, los dos están muy tristes, y muy mal y casi no comen, y no me gusta verlos así, ¿Puedes ayudarlos? ¿Por favor? — escuchó pequeños lloriqueos caninos, y frunció el ceño ligeramente, Niall asintió sin querer comentar nada al respecto — Cuento contigo, ahora... Necesito a Kaia — bajó el rostro y se alejó de él, caminando lejos de la sala de estar — ¡Kaia~!

Fueron dos segundos de silencio para que se escucharan pasos apresurados desde la planta superior, y Niall y Luke miraron con orejas erguidas y ojos atentos a la castaña que bajo corriendo y fue hacia el dormitorio donde Moon se fue a esconder.

— ¡Cinco minutos! ¡Cinco minutos y ya vuelves a llorar, Moon-! — escucharon antes de que la puerta se cerrara y quedaran en un silencio incómodo los dos.

— Raras — dijo Luke — Y bonitas — añadió, su hermano asintió.

Niall había esperado unos minutos acostumbrado a que sus amigos bajaran solos para recibirlo, pero eso no había pasado esta vez, así que fue hacia arriba luego de aquel numerito con la platinada y su ardilla rara.

Tocó la puerta y se asomó un poco antes de entrar, escuchó a Harry sorber su raíz y al encontrarse con él el tigre limpiaba sus lágrimas, mientras un conejo marrón en su regazo se dejaba mimar.

— Hola, Nini — dijo el ojiverde con una sonrisa penosa.

El gatito bajó sus orejas con tristeza, un puchero se plantó en su rostro, se acercó a él y lo abrazó con firmeza, comenzó a ronronear en un intento de no sentirse tan mal.

— Sabíamos que estabas vivo — dijo Harry — Aunque Lou no nos creía — su voz tembló un poco al decir el nombre de su humano.

Ex humano.

Niall dejó mimos en las orejas de Harry, haciéndolo sonreír un poco.

— Los extrañé mucho — confesó el rubio.

— Nosotros igual — respondió Hazza.

Niall se sentó en la cama junto a ambos, Liam saltó hacia él, al ojiazul le pareció triste porque sus saltos ya no eran enérgicos y alegres como lo eran antes, se refugió en su regazo y el felino lo acarició.

— Hazza, ¿Me pasas su peine? — preguntó Niall, señalando el peine favorito del menor, de color rojo escarlata y con hebras suaves y en gran cantidad, una vez en su mano, comenzó a peinar al conejo marrón, sabiendo que al pequeño Liam le encantaba.

Conforme pasó el rato, Niall comenzaba a ver la tristeza y melancolía de sus amigos, tanto que casi podía sentirla también, y se sintió mal tenerles pena.

Decidió ayudarlos, y lo primero que se le ocurrió fue obligarlos a bañarse.

Con solo pensar en el agua su cola se erizó, pero suspiró para calmarse cuando pensó que tenía que hacerlo por sus amigos.