◟𓏲࣪1O7

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— ¿Ya viene? — preguntó Liam a Kaia, quién volvió a asentir, era la séptima vez que el menor le preguntaba aquello.

Louis había recibido el alta del hospital esa mañana, Moon había ido a buscarlo y ella se quedaba con los dos híbridos y ex-novios del humano.

Cuando el auto llegó a la entrada de casa, los dos jóvenes estaban sentados en el sillón de la sala y más que nerviosos, el conejo se abrazaba al tigre con las orejas cubriendo su rostro, como si así fuera a esconderse.

Al abrir la puerta de la casa y ver a los dos pequeños temblando de nervios no pudo evitar sonreír con ternura.

— Hola, bebés — murmuró, se acercó a ellos, dejando un beso en la frente de cada uno, se sentó sobre la mesa ratona que estaba frente al sillón para hablarles — ¿Cómo están?

Apartó una de las largas orejas de conejo del rostro de Liam, uno de sus lindos ojitos marrones lo miró con cierto miedo, y Louis en verdad se sintió mal por aquello, como si los hubiera lastimado (cosa que sabía que sí había hecho en realidad).

— Oh, Liam — fue hacia él para abrazarlo, el híbrido no dudó en corresponder, escondiendo su rostro en el pecho de su humano — Lo siento, pequeño, ya estoy de regreso, ya volví... Lo siento por tardar tanto.

Liam negó, porque no sentía que merecía una disculpa.

Notó la mirada de Harry, quién, como siempre, prefería quedarse apartado y así no ponerse sentimental, escondiendo sus emociones.

— Ven, que tampoco me olvidé de ti — estiró una mano hacia el ojiverde, tardó un momento en tomarla y entrelazar sus dedos, en sus ojitos medios tristes podía notar todo lo que Hazza quería ahogar.

Abrió un espacio entre ambos para poder abrazar a los dos, a Harry le costó un poco romper esa pared emocional y finalmente llorar, para abrazarlo con bastante fuerza de tigre, haciendo que Louis hiciera una mueca de dolor.

Dejó a los dos híbridos descargarse un rato, no podía esperar otra cosa de sus pequeños.

Ellos eran como niños, sentían todo mucho más, eran más débiles a las emociones internas y a las situaciones externas, a veces demasiado, no era lo mismo la tristeza de un adulto a la de un niño, tal como tampoco lo era la de un híbrido y un humano.

Los dejó descargarse lo que necesitaban, para después sonreírles en forma de corazón.

— Bien, mucho llanto y todo, pero ya pasó — dijo, frotando sus espaldas con cariño — Y los dos apestan, ¿Hace cuánto no se bañan?

Sus dos espectadoras de toda esa escena, Moon y Kaia, rieron.

— Fácil, desde hace tres días — dijo la híbrida mayor.

— Malditos cochinos... Tengo un tigre y un conejo, nos dos puercos, al baño, ya.

— Pero recién llegas — dijo Harry.

— Quiero abrazarte un poco más — murmuró Liam.

Ambos le dedicaron sus mejores y más adorables pucheros.

— Bien, yo voy a bañarlos, busquen sus toallas — dijo el ojiazul, y los dos híbridos lo miraron como si hablara en serio — Vamos, vamos — los alentó, antes de que ambos fueron a buscar las toallas a su cuarto.

Louis fue por su lado hacia el baño, para preparar la bañera.

— ¿Dices que van a follar? — preguntó Kaia a Moon, en cuanto los tres se habían ido.

— Diría que estoy un setenta por ciento seguro de que si — dijo la platinada, asintiendo.

— Vámonos, que no quiero escuchar gemidos de a tres.

Moon asintió, palmeo su hombro y su novia cambió a la forma de una linda petaura del azúcar, para escalar su brazo y llegar hasta allí, la humana le dio un pequeño beso, porque amaba lo pequeña y linda que se convertía su pareja.

A Kaia le gustaban los paseos en el hombro de Moon.

Ambas salieron de la casa, dejándolos a los tres en la privacidad.

Bad Luck Ꮺ ࣪˖ ZiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora