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"¡¿Ahora qué haré?! ¡He arruinado mi imagen, hyung!" Jimin pasó su temblorosa mano por sus perfectamente peinados cabellos negros. "¡Jamás me imaginé pasar por una humillación de ese tipo!"
Youngbae se aclaró la garganta incómodo mientras servía un poco más de whisky en el pequeño vaso de cristal sobre su escritorio. La situación en sí era más que confusa para el mayor y aún así ahí estaba, escuchando las infantiles quejas de su mejor amigo.
"Oye, Jimin," Sonrió como sólo él sabía, captando la últimamente vaga atención del otro alfa en la amplia oficina. "¿me estás diciendo que actuaste lindo frente a nuestro adorado Jefe Min?"
"¡Eso mismo! ¡¿Qué demonios debería hacer, eh?!"
Sí, definitivamente odiaba que le gritasen.
"Bueno, después de escuchar tus desafortunadas experiencias..." Un suspiro alegre que pretendía ser lastímero. "¿no estás... enamorado?"
»Enamorado« Esa simple palabra bastó para que Jimin se diera cuenta de que la gruesa y prácticamente inquebrantable (según él) barrera de hielo que construyó hace algunos años había sido totalmente destruída por un adorable omega que no estaba ni consciente de ello, quizá.
El pelinegro tragó duro, odiando el recordar cómo su triste corazón parecía latir más rápido cuando estaba frente a Yoongi."¿Jimin? ¿Estás bien?" Youngbae tuvo que sacudir su mano frente a los ojos del otro hombre en repetidas ocasiones. "Escucha, no sé qué sucedió con Juhyun, pero no hay nada de malo en que estés interesado en alguien más."
"No lo entiendes, hyung, no es así de simple."
Por supuesto que no entendería que se había jurado a sí mismo jamás volver a amar a alguien porque alguno de los dos terminaría herido. Quiso llorar, pero le pareció algo dramático y decidió solo dejar salir un suspiro mientras miraba a la nada.
"Min Yoongi y yo, definitivamente, no tenemos oportunidad alguna." O de eso quería convencer a su emocionado corazón, claro.
Aún cuando algo muy en el fondo de su pecho le exigía simplemente aceptar su triste enamoramiento, la lógica le dictaba que no era posible, que sus metas y expectativas eran más que contrarias a las del omega y eso no podría cambiarlo nadie, ¿cierto?
Unas horas más tarde, Jimin ya se encontraba de regreso a su solitario departamento, con una bolsa de víveres en una mano y con una botella de agua en la otra. El silencio de la noche no hacía más que insitarlo a seguir pensando en el asunto que le preocupaba tanto y eso tal vez le molestaba un poco más de lo que debería.
"¿De nuevo nos encontramos?" Y la adorable sonrisa de encías, acompañada de la bonita voz del omega, hicieron a su corazón dar un emocionado saltito. "¿No es esto lo que llaman »Destino«?"
"No sé de qué habla."
El alfa se detuvo justo frente a Yoongi, eran los únicos en la calle y el ambiente parecía ser tan dramático como podía.
"Por favor, dejemos de encontrarnos en el futuro."
¿Qué? Ese comentario dejó helado al de menor estatura y esto se pudo notar cuando la emocionada sonrisa en su rostro se fue haciendo más y más pequeña hasta desaparecer por completo.
"Vicepresidente, yo de verdad prefiero a su versión tierna." Quiso volver a sonreír para eliminar la fea tensión. "¿Podría mostrármela de nuevo?"
"Jefe Min, me gustaría dejar algo en claro," ¿Por qué Yoongi presentía que sería algo malo? "lamento mucho si malinterpretó algunas de mis acciones, pero crea lo que crea, yo..."
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Oh, mi bebé • [JimSu]
FanfictionYoongi quiere ser papá pero intenta evadir el matrimonio. Mientras busca conseguir esperma, no espera que su jefe, mejor amigo y compañero de trabajo se enamoren de él. ¿Qué debería hacer? ¿Dejarse llevar por el amor o cumplir su más grande sueño? »...