Oh, mi bebé • [JimSu]

v e i n t i u n o 🍼

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"Tzuyu-ah," Yoongi observó con curiosidad a su teléfono celular porque, de pronto, le había surgido una duda. "¿cómo dijiste que recuperaste esta cosa?"

Después de aquella catastrófica reunión de empleados, en la que terminó siendo besado por su colega, se había olvidado por completo de su móvil, hasta que Tzuyu se lo entregó al día siguiente sin mucha explicación.

"Oh, el vicepresidente dijo que había intentado devolvérselo pero que sucedió algo en el camino." ¿Algo en el camino? Las posibilidades eran muchas, a no ser que... "Así que me pidió que se lo diera, jefe Min. También dijo que no le dijera pero ya qué."

Unos minutos de darle vueltas al asunto bastaron para que en la mente del omega se generara el peor de los escenarios posibles. Visualizó al pelinegro hombre observando toda la fatídica escena y algo en su interior se revolvió, como si estuviera rogando que eso no haya pasado. Así que en ese instante se puso de pie, asustando a las personas a su alrededor (especialmente a Chanhyuk, que cerró tetris rápidamente) y enseguida salió de la oficina, con la determinación plasmada en su caminar pero el pavor dibujado en su expresión.
Cuando llegó a la temida puerta, dudó un poco pero finalmente su terminó golpeándola suavemente y recibiendo un »Adelante«.

Jimin no pudo decir nada al notar de quién se trataba debido al dulzón aroma a vainilla del recién llegado.

"¿Lo vio todo, no?" Yoongi estaba con esa preocupada mueca en el rostro, sus cejas arqueadas y sus labios ligeramente fruncidos al hablar. Y si el recordar ese día no fuera tan doloroso para el alfa, seguro estaría sonriendo por verlo, sin embargo, se encontraba inexpresivo. "La situación con Mingyu-ssi."

Tampoco dijo nada, dejó que su aroma ligeramente amargo le avisara al pálido que sí, que presenció ese posible incidente y que no podía estar más triste por ello.

"Debió enojarse y pelear, vicepresidente. Después de que le dije que me gustaba, yo... Mingyu-ssi sólo llegó y..."

"¿Cómo podría enojarme?" Ambos se miraron a los ojos, queriendo reconocer qué sentimiento vivía en ellos y, aunque lo lograron, decidieron que en ese momento sería mejor ignorarlo. "Fui yo quien marcó los límites, ¿cierto?"

"Lo sé, sí, pero sigo sintiendo la necesidad de decirle que lo siento, ese beso no era lo que yo quería." Se mordió el labio, estaba a punto de llorar y eso no le pudo parecer más que ridículo. "Pensé que Mingyu-ssi podría entenderme y ayudarme, pero supongo que no fui claro desde el inicio."

"Es por eso que no me enojé, jefe Min." Cielos, lo hiriente que le pareció que Jimin lo llamara de nuevo con tan formales honoríficos. "Yo, aunque se disculpe y nos reconciliemos, no puedo ayudarlo. Él sí."

Nuevamente silencio, que fue interrumpido por un largo suspiro de Yoongi.

"Lo sé." Estaba totalmente consciente de ello, de que por alguna razón al otro no le gustaban los bebés y que correría el riesgo de no poder ser papá si las cosas salían como él quería. ¿Podía ser más incongruente con sus metas? "Y, aunque al principio no estaba seguro del significado de la pregunta de que si lo veo como un alfa...," Tuvo que frotar sus manos en el saco beige que vestía para eliminar el sudor en ellas. "yo, justo ahora, sólo veo a Park Jimin como un alfa."

Los ojos del nombrado se abrieron de más, el asombro haciéndose notar y sus mejillas coloreándose de un muy sutil rosa.

"Yoongi-ssi, yo..."

"No tiene que responderme ahora." Sonrió como pudo, obligando a su corazón a dejar de latir tan rápido con esperanza. "Cuando piense con el corazón, entonces deme su respuesta. Si no lo hace... me perderá"