Oh, mi bebé • [JimSu]

d i e c i n u e v e 🍼

•••

"Señor Park... nunca imaginé volver a verlo por aquí." El alfa de avanzada edad se sentó detrás de su escritorio, evitando a toda costa mencionar el nombre de la otra persona que estuvo seguro jamás volvería a ver. "Se veía bastante afectado."

A Jimin no le quedó más que suspirar derrotado y con ese pesar en el pecho que lo acompañaba desde la noche anterior.

"Créame que tampoco lo pensé." Se le escapó una risita nerviosa, estar en ese lugar le erizaba todos los vellos del cuerpo. "Pero... el omega al que quiero cortejar... quiere un bebé desesperadamente."

El pelinegro no perdería la oportunidad sólo por su afección, si Yoongi quería un bebé él lucharía por poder dárselo y complacerlo, no se daría por vencido y le dejaría el camino libre a Mingyu, claro que no.

"¿Y qué pasó con todo lo que dijo antes? ¿Lo doloroso que es? ¿Las posibles desilusiones? ¿Su desagrado hacía los cachorros?"

Después de todo, puede que su odio a los bebés surgiera precisamente de lo que le ocasionó su imposibilidad de tener descendencia, de que fue por ello que terminó una relación que antes de saber su condición médica fue tan estable.

"Estoy dispuesto a todo por él." Limpió el sudor de sus manos en el pantalón de mezclilla que vestía. "Así que... ¿puedo iniciar el tratamiento de nuevo?"

"Usted sabe que sí."

Unas horas después, en PMedia, Chan entró con sumo sigilo a la cafetería. Había estado espiando a Mingyu minutos antes y no pudo evitar sentirse mal cuando notó cómo el alfa no dejaba de suspirar y el característico brillo en sus grandes ojos no estaba ahí.

"Señor Kim... ¿cómo está?"

"¿Oh?" El alfa estaba genuinamente sorprendido, más que nada porque Chan parecía muy disgustado con él hace días. "Buen día, Chan-ssi. Estoy... algo preocupado."

¿Debería preguntar la razón? ¡Claro que debería! Mingyu nunca se portó grosero intencionalmente. Así que, el menor se armó de valor, puso su más comprensiva sonrisa y preguntó:

"¿Podría decirme qué es lo que lo molesta?" Wow, nunca imaginó que decir esas palabras (que significaban cercanía entre ambos) lo pondrían tan feliz. "Puede confiar en mí, soy excelente guardando secretos y un buen consejero."

"Si usted insiste..." Vaya, eso fue algo fácil. "Lo que pasa es que, hace unos días...," El repentino rubor en las mejillas de Mingyu dejó hipnotizado al omega, se veía tan adorable que no parecía ser un alfa de casi dos metros de altura. "declaré mi amor a alguien y no salió bien."

Chan se quedó callado, sin saber qué decir y con el rostro rojo también. Esa persona de la que hablaba el hombre a su lado... ¡¿era él?! ¡Claro, con la bandita! ¡Esa era la declaración de amor que no salió bien! ¿Cómo pudo ser tan tonto? Claro que ese simple acto de bondad y empatía no podía significar más que una obvia señal de que Mingyu estaba enamorado de él, porque nadie puede ser realmente amable sin tener otras intenciones, ¿cierto?

Así que, con eso en mente, Chan sonrió tímidamente y continuó.

"Así que... esa persona tiene un mal sabor de boca, y usted tiene que remediarlo."

"Correcto, y no sé cómo hacerlo, ¿alguna sugerencia?"

Dios, el alfa ni siquiera se estaba esforzando por ocultarlo.

"¡Si usted lo menciona, pues...!" Finalmente sucedería lo que tanto había esperado. "Compartir anillos de pareja será lo que elimine cualquier rastro de molestia en la persona, asegúrese de que los anillos sean Cartier y, sobre el tamaño del dedo, después le diré."