Capítulo 8

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Sus prioridades

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Sus prioridades

Era un día normal como cualquier otra en la sala común de Gryffindor, Astrid estaba sentada en uno de los sillones cerca de la chimenea leyendo un libro muggle que le dio Hermione, cuando escucho un grito de Harry que capta su atención

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Era un día normal como cualquier otra en la sala común de Gryffindor, Astrid estaba sentada en uno de los sillones cerca de la chimenea leyendo un libro muggle que le dio Hermione, cuando escucho un grito de Harry que capta su atención.

—¡Lo que faltaba! —dijo en tono sombrío Harry— Justo lo que siempre he deseado. Hacer el ridículo sobre una escoba delante de Malfoy.

Astrid entendía la situación de Harry primero Malfoy es su enemigo, dos él nunca había montado una escoba y si hacia el ridículo enfrente de él seria todo un año mas de burla de este. En el lado de Astrid ella si sabia montar una escoba y podía decirse que era buena en ella, lo llevaba en la sangre.

—No sabes aún si vas a hacer un papelón— dijo razonablemente Ron.

—Harry no te preocupes por Malfoy, estoy segura que ni siquiera sabe como agarrar una escoba— dijo Astrid sin levantar la vista de su libro.

—Malfoy siempre habla de lo bueno que es en Quidditch, pero Astrid tiene razón, puede que todo sea una palabrería suya— dijo ron —Además no creo que sea tan buena como Astrid, su padre es un profesional, lo lleva en la sangre— dijo observando a Astrid.

—Gracias Ron, aunque no es por presumir, pero si soy buena— respondió Astrid y levantando por fin los ojos de su libro —y si haces el ridículo Harry le daré su merecido a Malfoy— guiñando un ojo a Harry.

—Gracias chico, eso me reconforta un poco— dijo Harry mirando hacia la chimenea.

Astrid volvió hacia su libro mientras Ron y Harry platicaba sobre el Quidditch.

Al día siguiente bajaron al gran comedor a desayunar cuando un lechuzón entregó a Neville un paquetito de parte de su abuela. Lo abrió excitado y les enseñó una bola de cristal, del tamaño de una gran canica, que parecía llena de humo blanco.

—¡Es una Recordadora!— explicó —La abuela sabe que olvido cosas y esto te dice si hay algo que te has olvidado de hacer. Mirad, uno la sujeta así, con fuerza, y si se vuelve roja... oh... —se puso pálido, porque la Recordadora súbitamente se tiñó de un brillo escarlata—... es que has olvidado algo...

Astrid O'Neill Y La Piedra Filosofal ||Draco Malfoy||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora