Astrid O'Neill es una brujita de sangre pura con 11 años que recibió su carta para el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, ella es la primera de su familia que irá a hogwarts, sus antepasado, padres y hermano mayor, asistieron y asisten al Instit...
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Es leviósa, no leviosá
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Era muy temprano en la mañana, el sol aun no salía, y Astrid estaba vagando en los pasillos de la escuela, había tenido un sueño extraño y ya no podía dormir. Llevaba consigo su uniforme, bata y una bufanda del color de su casa y leyendo un libro de pociones cuando choco con alguien:
—L-lo siento —se disculpo
Cuando alzo la mira se dio cuenta que se trataba de Draco Malfoy.
—Ah eres tú, retiro lo anterior— dijo frunciendo el seño.
—O'Neill no seas una mal educada —dijo Malfoy con una sonrisa arrogante.
—Tengo más educación que tú.
Malfoy solo la observó de pie a cabeza y le dedicó una sonrisa.
—No crees que es muy temprano para que discutamos —le dijo mientras daba un paso al frente quedando muy cerca de Astrid.
—Tu eres el que empieza, si fueras un poco más amable.
—No tengo intención de serlo Astrid— dijo mientras levantaba su mano y le tocaba su cabello.
Astrid se quedo congelada, no sabia que estaba haciendo Malfoy y además que era la primera vez que la llamaba por su nombre de pila.
—Que tengas un buen día O'Neill— dijo bajando su mano y dedicándole una media sonrisa.
Astrid cuando reacciono Malfoy ya se había ido y estaba molesta.
—Que carajos fue eso—dijo dando una patada a la pared.
Era hora del desayuno Astrid, Harry y Ron estaban en el gran comedor hablando sobre el encuentro con el perro de tres cabezas pensaban que había sido una excelente aventura, y ya estaban preparados para tener otra. Mientras tanto, Harry les estaba comentando sobre el paquete que había sido llevado de Gringotts a Hogwarts, y pasaron largo rato preguntándose qué podía ser aquello para necesitar una protección así.
