Bizarre [JaeYong]

c a t o r c e

TaeYong estaba furioso, ya que, YoonOh seguía ignorándolo. Bueno, a él ya le daba igual porque no lo iba a volver a buscar, pero Jeno seguía queriendo hablar con él y las excusas ya se le estaban acabando.

—Papi, ¿El señor YoonOh sí va a ir a la obra de Jun?

—No, mi amor—acarició su mejilla con cuidado—. Me llamó en la mañana para decirme que no le dieron permiso en su trabajo.

Jeno hizo un puchero.

—Pero me prometió que luego de la obra íbamos a ir a desayunar.

—¿Cuándo te prometió eso, mi amor? —intentó no sonar molesto.

—La última vez que hablé con él.

Maldito YoonOh.

—Va a ir el tío Johnny y el tío Mark—trató de animarlo—. Podemos ir a desayunar con ellos.

Jeno se quedó en silencio, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

—¿Y si vamos a ver los juguetes para que le pidas a Santa?

El pequeño asintió aún con una expresión triste y recostó a un lado de su padre para poder conciliar el sueño.

En cuanto su hijo cayó rendido, con cuidado se levantó y llamó a su mejor amigo.

—Amigo, sabes que te amo y que haría cualquier cosa por ti...

—Solo dime qué quieres—rio.

—¿Puedes ir mañana temprano a la escuela para armar la casa para la obra de Jun? ¿Te puedes quedar a verla? ¿Y puedes decirle a Mark que vaya?

—El imbécil sigue sin responder, ¿Eh?

—Sí—suspiró—. ¿Crees que Jeno me crea si le digo que se mudó a otro país donde no existe ninguna forma de comunicación?

—Sí. Díselo para que cuando crezca se entere de que fue una mentira y te odie.

—Estás exagerando.

—Tú igual. Solo dile la verdad. Dile que YoonOh y tú tuvieron un desacuerdo y ya no se hablan.

—Después se lo digo.

—TaeYong—lo reprendió.

—No le voy a decir eso a dos días de Navidad.

—Tienes razón. Luego no querrás decirle porque será año nuevo, luego porque será San Valentín, luego el aniversario de cuando Jun llegó con ustedes, luego su cumpleaños, luego el tuyo, luego el de Jun y otra vez es Navidad.

—De nuevo, estás exagerando. No tardaré demasiado—suspiró—. ¿Entonces...?

—Mañana nos vemos.

—Gracias, de verdad.

—Sí, sí, de nada—rio.

TaeYong pudo dormir en paz sabiendo que su amigo armaría la casa, ya que, él no tenía ni la más mínima idea de cómo hacerlo.

En cuanto XiaoJun despertó, los nervios comenzaron a surgir. Le contó a su padre que le dolía el estómago y que incluso quería vomitar, así que TaeYong le preparó un té y le dijo que todo estaría bien.

Al llegar a la escuela, pudieron ver a Johnny recargado en un árbol con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

—¡Tío! —Jeno y XiaoJun gritaron al unísono y corrieron hacia él para abrazarlo.