Bizarre [JaeYong]

d i e z

**Flashback**

A sus pequeños se les había antojado una cajita feliz para la cena, así que fue lo más rápido que pudo al restaurante de comida rápida y al volver se encontró con XiaoJun enojado y con Jeno triste.

Les preguntó más de una vez que había sucedido, pero sus hijos solo le decían que todo estaba bien. Él sabía que no era así, puesto que ya no quisieron cenar y decidieron prepararse para dormir.

Decidió darles su espacio, así que tomó una de las bebidas que había comprado y se quedó en la sala viendo la televisión. Tomó su teléfono y notó que Jeno había hecho una llamada a YoonOh. Supuso que él sabría lo que les pasaba a sus hijos, así que lo llamó.

—Hola, YoonOh.

—Hola, señor Lee.

—¿De casualidad sabes que le pasó a Jeno? Acabo de ver que te llamó.

—Sí y tuve que colgar de repente porque sucedió algo en casa. ¿Puedo ir a su casa? Es que tengo que decirle algo...

—Claro. Con cuidado.

Pasaron unos quince minutos cuando YoonOh apareció en su motocicleta. TaeYong lo invitó a pasar y lo guio hasta la cocina.

—¿Estás bien? —preguntó notando como el menor tronaba sus dedos—. ¿Quieres un té?

YoonOh asintió y tomó asiento frente a la isla, mientras el mayor preparaba un té relajante.

—¿En dónde está Jeno?

—Arriba, se estaba preparando para dormir.

YoonOh asintió.

El mayor sirvió el té y se sentó a un lado de él.

—Dijiste que tenías algo que decirme—comenzó a pasar el dedo índice por el borde de su taza—. ¿Qué es?

—¿Puedo ver a Jeno primero?

YoonOh tenía miedo de que el señor Lee no lo dejara ver de nuevo a Jeno luego de lo que le iba a decir.

—Claro. Lo llamaré—se levantó y subió por su hijo.

Jeno tomó la mano de su padre y lo siguió feliz hasta la cocina. Su sonrisa se esfumó cuando vio a YoonOh ahí.

—Señor YoonOh... —dijo con un hilo de voz.

—Hola—se levantó e hizo afán de acercarse a él.

Jeno se escondió detrás de su padre.

—Dile que se vaya, papi.

—Mi amor, deja que YoonOh te explique porque te colgó.

El joven se puso de cuclillas frente a él.

—Un amigo tomó la llamada y como no sabía quién eras, te colgó.

TaeYong tuvo el impulso de decirle a YoonOh que no mintiera, pero decidió dejarlo porque vio como su hijo se acercaba a él.

—Dígales a sus amigos quien soy para que no me cuelguen—hizo un pequeño puchero.

—Les diré—sonrió achinando sus ojos.

—Está bien—sonrió de oreja a oreja.

—Ve a dormir, cielo—TaeYong se inclinó y besó su frente—. Dulces sueños.

—¿El señor YoonOh se quedará a dormir? —preguntó con su boquita abierta.