c u a r e n t a y o c h o

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Luego de un pésimo día en el trabajo, YunHo llegó a casa con el ánimo por los suelos, pero al entrar y escuchar risas, sintió la tensión esfumarse cómo por arte de magia. Caminó hasta la sala y encontró la escena más linda que habían visto sus ojos en años.

YoonOh y TaeYong estaban en el suelo sobre sus cuatro extremidades, y en sus espaldas, estaban Jeno y XiaoJun. Al parecer jugaban a carreras de caballos.

Se quedó mirándolos un rato y no pudo evitar que sus ojos se aguaran al recordar que él y su esposa jugaban de la misma manera con el pequeño YoonOh y la pequeña SooJung, mientras el aún más pequeño SungChan dormía o los miraba riendo desde el sofá. Luego de un rato, por fin los saludó.

—¡Abue! —Jeno se bajó de inmediato de la espalda de YoonOh y corrió hacia él para abrazarlo.

—Hola, señor Jung —XiaoJun se bajó con cuidado de la espalda de su padre y lo saludó con una pequeña reverencia.

—¿Señor Jung? —arqueó su ceja y negó—. Si no estás listo para llamarme "abue", solo dime "YunHo", ¿de acuerdo? —el menor asintió con un leve sonrojo—. Subiré a probar un nuevo videojuego. ¿Alguien gusta acompañarme? —dirigió su mirada hacia los pequeños, quienes miraron a su padre en espera de aprobación.

—Pero solo un ratito porque mañana tienen escuela, ¿de acuerdo? —ambos asintieron y comenzaron a agradecerle—. Y pórtense bien —pidió y de nuevo sus hijos asintieron. 

YunHo y los pequeños subieron a la habitación del mayor, y YoonOh tomó la mano de TaeYong para que lo acompañara hasta el sofá de tres plazas.

—¿Tu padre no tiene nada que puedan romper en su habitación?

—No te preocupes por eso, amor —rio y se giró un poco luego de que una idea se le pasara por la cabeza—. ¿Sabes? Me está dando hambre.

—¿Quieres fruta? —hizo ademán de levantarse, pero YoonOh lo detuvo y él lo miró con el ceño fruncido.

—¿No recuerdas que soy un vampiro? —levantó sus cejas de manera divertida y se inclinó hacia él para besarlo.

TaeYong por un momento se dejó llevar, pero cuando sintió los labios del castaño en su cuello y él no pudo evitar gemir, volvió a la realidad.

—YoonOh, no —susurró y tomó el rostro del menor para alejarlo de él.

—¿Por qué no? —preguntó sobre sus labios para después seguir besando el exquisito cuello del mayor.

—Tu papá y los niños... —dijo antes de volver a dejarse llevar.

YoonOh sin dejar de besar su cuello, llevó sus manos a su cintura para hacerlo subir a su regazo. TaeYong se acomodó mejor sobre las piernas del castaño y comenzó a sentir cosquillas en su abdomen bajo y en su entrepierna.

—Te quiero, amor —el de hoyuelos susurró muy cerca de su oído con un tono grave, y no sabe si fue lo que dijo o como lo dijo, pero provocó que TaeYong se moviera sobre él, haciendo que sus miembros se rozaran.

—No, amor —jadeó—. Los niños.

—No van a bajar —detuvo los besos y lo miró detenidamente. TaeYong era precioso, pero con los labios ligeramente hinchados, las pupilas dilatadas y el rostro coloreado de un rojo leve, se veía simplemente etéreo—. Conozco a papá y sé que se los llevó para que tú y yo pudiéramos estar a solas —acarició su mejilla—. Pero si no quieres seguir, está bien —esbozó una sonrisa.

—Pero por supuesto que quiero seguir —rio—, pero no quiero que tú te sientas presionado. Ya te dije que el sexo no es la base de una buena relación.

Bizarre [JaeYong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora