Bizarre [JaeYong]

c u a r e n t a y d o s

Habían pasado dos semanas desde que YoonOh estaba prácticamente viviendo con los Lee.

Aquel domingo, cuando fue la hora de llevarlos a casa, los Jung se pusieron bastante tristes, ya que, ya se habían acostumbrado a tener su casa llena de ruido. Jeno también estaba muy decepcionado porque pensó que se iban a quedar a vivir ahí.

YoonOh se quedó esa noche con el pretexto de que ya era muy tarde y no fue hasta el día siguiente que los pequeños estaban en la escuela y su novio en el trabajo que pasó a su casa para hacer una gran maleta de ropa.

Había sido muy fácil para todos adaptarse. Se despertaban a la misma hora y mientras los pequeños y TaeYong tomaban una ducha, YoonOh preparaba el desayuno y esperaba a su novio para que lo ayudara a empacar los almuerzos de los tres.

YoonOh los llevaba a la escuela y bajaba del auto para despedirlos en la puerta tal como lo hacía TaeYong. Jeno se dejaba besar sus mejillas por ambos y les daba un pequeño abrazo para correr con sus amigos y entrar juntos. XiaoJun se despedía de su padre al igual que su hermano y de YoonOh se despedía agitando su mano con una sonrisa.

Luego de esperar a que los pequeños entraran, volvían al auto y se dirigían al trabajo del mayor, pero otra cosa a la que se habían acostumbrado era que se detenían un par de cuadras antes y se despedían con un beso cálido que duraba algunos minutos. 

TaeYong sabía que ya habían tardado más de lo normal, así que terminó el beso con una suave mordida en el labio inferior del castaño y se separó con una boba sonrisa.

YoonOh entendió y luego de morder el mismo lugar que su novio había mordido, encendió el auto y condujo lo que restaba del camino.

—Te quiero —TaeYong se inclinó para besar su mejilla y salió del auto. Agitó su mano desde la puerta del edificio y luego de ser correspondido, entró.

YoonOh lo vio alejarse con una sonrisa y encendió el auto para dirigirse hacia el supermercado para poder comprar lo que hacía falta para la comida de esa tarde. 

Volvió a casa de los Lee, ordenó un poco la cocina, la sala y las habitaciones, y se dio una ducha para poder bajar a adelantar un poco la comida. Encendió la televisión y buscó la serie de doctores que lo había atrapado desde el primer día que se quedó ahí y miró un par de episodios como lo había estado haciendo a diario y cuando fue hora de recoger a los pequeños, se fue. 

Se sentía como toda una ama de casa, pero eso no le importaba y mucho menos le disgustaba, ya que estaba muy feliz ayudandole a su novio.

Jeno, como todos los días corrió hacia sus brazos luego de despedirse de sus amigos y comenzó a contarle sobre su día, mientras esperaban a que XiaoJun saliera. El chino salió acompañado de sus amigos, se despidió de todos y caminó hasta ellos.

—¿YoonOh?

—¿Sí, Jun?

—¿Yuqi puede ir a casa? Es que tenemos una tarea.

YoonOh trató de ocultar la boba sonrisa que se formó en su rostro y asintió con tranquilidad.

—Claro. ¿Vendrá con nosotros o la llevarán más tarde?

—¿Podemos esperar a su papá para que nos diga?

—Sí, claro —caminaron de nuevo hacia los amigos de Jun, en dónde YukHei y HenDery se despidieron para ir a casa del más alto y esperaron por Kun.

—¡Ten! —Yuqi corrió hacia el tailandés y chocó los puños con él—. ¿Y papi?

—Está en una junta muy importante que se extendió y me llamó para que viniera a recogerte —esbozó una sonrisa y extendió su mano hacia YoonOh para saludarlo.