Bizarre [JaeYong]

c i n c u e n t a

YoonOh había luchado contra su cansancio para llamar a su novio a las doce en punto y así poder ser el primero en felicitarlo. Buscó su número que ya se encontraba en la cima de la lista "favoritos" y lo llamó, esperando no asustarlo.

—¿Hola? —preguntó aún adormilado.

YoonOh no pudo evitar reír bajito.

—Feliz cumpleaños, mi amor.

—Gracias —mordió su labio inferior y no pudo evitar que un par de lágrimas resbalaran por sus mejillas.

—De nada —soltó un pequeño suspiro y no pudo evitar recordar que Johnny le había contado que JongHyun jamás se había acordado de su cumpleaños—. Lamento haberte despertado, pero quería que supieras que lo recordé. Cada año lo recordaré como si fuera una fecha histórica.

—Debe serlo en alguna parte del mundo.

—Lo es ahora en Seúl, para mí —TaeYong se sonrojó con intensidad y agradeció que su novio no pudiera verlo—. Colgaré para que puedas volver a dormir. Te quiero. 

—También te quiero —suspiró con alivio—. Vendrás para ir a cenar, ¿cierto?

—Llegaré allá.

—Bien... Descansa.

—Igualmente. 

TaeYong colgó la llamada y llevó sus manos a su pecho, sintiendo que el corazón se le iba a salir. Fue cuestión de segundos para que sus párpados volvieran a sentirse pesados y pudiera conciliar el sueño. 

A la mañana siguiente, se despertó a la misma hora que siempre, tomó una ducha y llamó a sus hijos para que despertaran. Los pequeños salieron al primer llamado, lo cual era muy extraño porque siempre tardaban y necesitaban hasta tres llamados.

—¡Feliz cumpleaños! —ambos gritaron al unisono y corrieron hacia él, quien se inclinó y los abrazó con fuerza. 

Besó sus mejillas sonoramente y les agradeció por la felicitación, y aunque una parte de él le decía que se quedara con ellos en su cama todo el día, no podían hacerlo, ya que él debía ir a su trabajo y los pequeños a la escuela, así que los envió a tomar una ducha, mientras preparaba el desayuno.

—Es tu cumpleaños, papi. No puedes hacer nada —dijo el menor de ellos con un puchero.

—Tengo que hacerlo, mi cielo —rio.

—Cuando sea grande yo te voy a hacer el desayuno.

—Claro que sí, mi vida —sonrió—. Dense prisa —sus hijos asintieron y XiaoJun fue en busca de sus cosas para tomar una ducha, mientras Jeno hacía su mejor intento por arreglar su cama.

TaeYong llegó a su trabajo y en su camino hasta su oficina, todo el mundo lo saludó con una felicitación y los compañeros con los cuales era más cercano, le dieron algunas golosinas, ya que sabían que las amaba.

Cuando abrió la puerta de su oficina se llevó una enorme sorpresa al ver un ramo de rosas reposando en su escritorio, un par de globos colgando del techo y banderines dorados que formaban un "Happy Birthday". Le parecía bastante extraño, ya que en su oficina solían comprar un pastel y partirlo a la hora del almuerzo, así que con mucha curiosidad se acercó al ramo de rosas y buscó alguna nota que le dijera de quién eran, pero no encontró nada.

—Feliz cumpleaños —Chittaphon entró con una sonrisa y él agradeció correspondiendo el gesto—. ¿Te gustó tu sorpresa?

—¿Tú lo hiciste? —preguntó con un gesto de confusión.