Bizarre [JaeYong]

d o s

JongIn fue detrás de su cuñado con la intención de detenerlo y cuando lo logró, YoonOh lo miró como si quisiera golpearlo.

—Quítate de mi camino.

—YoonOh, no creo que lo que vayas a hacer solucione algo.

—Ni siquiera sabes que haré.

—Tú tampoco lo sabes.

—Oh, cállate—bufó.

—Estás muy enojado, no puedes ir así.

—¿Y quieres que vaya a verlo con unas flores y mi mejor sonrisa?

—No, pero recuerda que lo que pase con él no te concierne.

—Al meterse con mi hermano, se metió conmigo, así que me concierne—se giró y caminó directo a la cochera.

JongIn quería ir detrás de él, pero YoonOh ya era lo bastante grandecito como para saber qué hacía y en caso de hacer algo incorrecto, asimilaría las consecuencias.

En su paso por la cochera, tomó una lata de pintura en aerosol y subió a su moto en busca de aquel desgraciado.

Luego de unos treinta minutos, llegó a una gran casa en color blanco aperlado y con detalles azules y grises de aspecto elegante. Bajó de la moto y revisó en su celular si la dirección era correcta.

Después de confirmar la dirección, comenzó a agitar el bote de pintura para poner una linda frase en la entrada principal.

"Lee TaeYong es un cerdo".

Estaba tan concentrado en su obra de arte que no notó que el dueño del lugar estaba detrás de él.

—¿Qué crees que haces?

YoonOh dejó caer la lata de pintura y se giró para encontrarse con un hombre maduro de cabello negro, un poco más bajo que él y muy bien vestido.

—Y-yo...

—¿Al menos te conozco?

El de hoyuelos negó.

—Limpiarás esto antes de que mis vecinos lo vean.

—¡No! ¡Usted es un cerdo y sus vecinos tienen que saberlo!

—Limpiarás esto si no quieres que llame a la policía—se cruzó de brazos.

YoonOh suspiró rendido y asintió.

TaeYong lo guio hasta la cochera para poder buscar lo necesario para limpiar su casa.

—¿Por qué hiciste esto?

YoonOh guardó silencio.

—Te hice una pregunta.

De nuevo, no respondió.

—Oh, está bien, no me respondas. Le responderás a la policía—dijo sacando su móvil de su saco.

—¡Es un cerdo! ¡Rechazó a mi hermano!

—¿De qué hablas? Y para de gritar.

—¿Lo va a negar? Por la mañana vino mi hermano y usted lo mandó al carajo.

—¿Hablas del chico alto de cabello castaño?

—Sí.

—Mira no sé qué te dijo ese chico, pero fui lo más amable que pude con él.

—¡¿Amable?! ¡Métase su amabilidad por dónde le quepa!

TaeYong rio.

—¿Cuántos años tienes? ¿Quince?