En un mundo de Dioses y monstruos existía un Ángel, el ángel mas hermoso que alguna vez existió en este planeta
Su nombre era Betty, rubia, ojos verdes, tenía una sonrisa hermosa, era el ángel mas querido por los dioses, la adoración de Zeus, la adoraba como si fuera su hija al igual que Hera
Siempre espléndida cumpliendo las ordenes que le daban y la mas odiada por los monstruos
Hades la detestaba, odiaba que la quisieran tanto, siempre la envidio
Betty era de las pocas que tenía permitido bajar al mundo de los humanos, los ayudaba y con ella enviaban sus peticiones para que las leyera Zeus
Hasta que un día cuando se encontraba caminando por el mundo mortal cuando una mujer la llamo
— señorita Betty — dijo tomándola de la mano
— ¿Qué sucede ágata? — pregunto la rubia de manera dulce
— quería darle un pequeño regalo por habernos ayudado a mi esposo y a mi — le sonrió dulcemente y un chico pelinegro se acerco con una canasta de vino, uvas, queso y pan
La ojiverde se quedo helada al verlo, era alto, de piel palida, ojos verdes/azules, mentón firme, tenía buena figura
— señorita el es mi hijo Forsythe y ella es la señorita Betty — los presento y ambos se saludaron
— un placer conocerla — dijo el moreno sin poder dejar de mirarla
Era tan hermosa que no parecía ser de este mundo, sus ojos lo habían hipnotizado y su sonrisa atrapado
...
— Zeus me complace decirte que tú adorado ángel se ha enamorado — le informo Afrodita entrando al templo de Zeus
Este de inmediato se acerco a ella tomándola del brazo — ¿de que estas hablando?
— tu amado ángel rubio se ha enamorado de un simple mortal — respondió en tono de burla
— solo estas mintiendo, Betty sabe perfectamente que esta prohibido — Afrodita negó mirando su cara
— querido Zeus, soy la diosa de la belleza, la sensualidad y el amor, no puedo mentirte con esto, aparte ese joven mortal es de mis mejores trabajos — alardeo esta para después retirarse
Durante el resto del día la ojiverde se la paso con el pelinegro, hablaron de muchas cosas pero ella no podía decirle que era realmente, las reglas para que ella pudiera convivir con los mortales eran: 1.- No decirle a nadie que realmente era un ángel, 2.- Tenia que informarle todo a Zeus y por ultimo 3.- No podían encariñarse/enamorarse de ningún mortal
— y de donde sacas las cosas para poder ayudar a las personas? — cuestiono el chico
Betty se puso algo nerviosa pero tenia que contestar — digamos que tengo mis trucos — le contesto guiñándole un ojo
Este soltó una carcajada ante la respuesta —eres un enigma Betty — dijo mirando sus labios, deseaba besarla
— yo..no diría un enigma, pero..— se quedo callada al ver como el se acercaba mas a ella
Zeus estaba observando aquella escena lleno de furia porque estaba a punto de desobedecerlo, así que mando a Hermes a que la trajera de nuevo al olimpo
Cuando estaban a milímetros de juntar sus labios Hermes llego — Betty — la ojiverde salto asustada
— ¿Quién eres? — pregunto el moreno y Hermes lo miro con asco
— Betty, Zeus solicita tu presencia — esas palabras palidecieron al la joven y el moreno lo noto
— ¿Zeus?¿estas bien Betts? — le pregunto y solo escucho la risa de Hermes
— yo-yo tengo que irme...adiós Jughead — fue lo único que le dijo para después irse dejando muy confundido al pelinegro
— siento haber arruinado tu amorío con ese estúpido mortal — dijo irónico al llegar al olimpo
— ¿de que hablas? — le pregunto confundida
— todos lo saben, te haz enamorado de ese mortal — le explico y esta solo miro para otro lado
Entraron al templo y Zeus ya los estaba esperando — señor yo-
— no hay justificaciones Betty — la interrumpió — sabias las reglas y decidiste ignorar la mas importante así que no tengo otra opción, a partir de hoy no volverás al mundo mortal — esta intento hablar pero el le indico que siguiera callada — si te atreves a desobedecerme ese mortal pagara las consecuencias, ¿estamos claros? — le pregunto
Con los ojos cristalizados esta lo miro para contestar — como ordene — fue lo único que dijo para después irse