El frío invierno había llegado a Riverdale, las calles llenas de nieve y los copos delicados cayendo
Pero era la época favorita de una chica rubia, una que amaba el poder estar encerrada en su casa leyendo o escribiendo lo que su mente le ordenará
Pero también le gustaba porque su cumpleaños sería en tan solo unas horas, aunque la mayoría de sus cumpleaños se caracterizaban por ser el peor día desde que se comprometió con su novio Archie Andrews la esperanza de tener un mejor cumpleaños era cada vez mayor
Todos los preparativos para su fiesta estaban listo solo era cuestión de esperar que el sol se metiera para festejar
Todo el pueblo sabía estaba en la casa de la rubia en cuanto se oscureció la fiesta empezó
Todo iba a de maravilla, todos disfrutaban de la fiesta pero eso acabaría pronto
Una chica pelinegra veía a lo lejos a la feliz pareja bailando, su corazón estaba roto, el amor de su vida se comprometió con su mejor amiga y por ende también estaba traicionando a ella
Le dolía saber que a espaldas de la rubia ellos dos se veía y mantenían una relación
Pero su corazón le rogaba decir la verdad, tal vez no era el mejor momento pero tenía que hacerlo
— ¿Qué tanto les ves? — pregunto una chica morena de pelo rosado mirando hacia donde ella estaba viendo
— Archie engaña a Betty conmigo — soltó la pelinegra sin más sorprendiendo a la morena
— ¿Es broma verdad? — al ver la tristeza en los ojos de la pelinegra supo la respuesta — por dios Verónica!, ¿Cómo pudiste hacerle eso a Betty?, Su familia prácticamente te adoptó y tú la traicionas
— se que no debí hacerlo, pero, yo siempre he amado a Archie — intento justificarse — pero Betty no merece esto, merece saber la verdad — y sin más se alejo de la morena antes de que la detuviera
...
— ¿Qué te parece la fiesta amor? — pregunto el pelirrojo alejando a la rubia de la multitud
— es la mejor fiesta que he tenido — rodeo con sus brazos el cuello de él — gracias amor
Estaba apunto de besarlo pero la pelinegra los interrumpió — Betty, necesito decirte algo — susurro nerviosa a lo que la rubia se separó de su prometido para fijar su atención a su mejor amiga
— ¿Qué pasa? — pregunto la rubia, Verónica miro de reojo a Archie que claramente le decía que no le hiciera pero ya no había vuelta atrás
— yo, yo realmente lamento hacer esto en tu cumpleaños pero...— sus ojos se llenaron de lágrimas preocupando a la rubia — he estado con Archie por más de dos años
El corazón de la rubia de rompió en mil pedazos al escuchar aquella confesión, miro a su prometido que solo bajo la mirada
— es mentira verdad? — pregunto desesperada pero ninguno de los dos habló — ¡Malditasea habla Archie! — le exigió a lo que el solo la miro por un segundo
— lo siento Betts...
La rubia los miro llena de rabia, ambos la había traicionado
— ¿Lo sientes?¿Crees que un puto lo siento basta?¡Me engañaron ambos!¡Mi mejor amiga y mi prometido! — grito dolida atrayendo la atención de todos
Las miradas de todos estaban sobre ella, la humillación que sentía era indescriptible, solo salió corriendo sin mirar atrás
Pero una mano la detuvo y al mirar hacia atrás vio a la pelinegra
— ¿Qué?¿Vas a búrlate de mi? — inquirió con los ojos llenos de lágrimas
— ¡No!, Betty, eres mi mejor amiga y mi hermana, no quería lastimarte, perdóname por favor — pero la respuesta de la rubia fue una cachetada
— ¿Perdonarte?, Me viste la cara de idiota durante dos años, ¡Dos putos años!, Tu y yo no somos amigas y mucho menos hermanas, pudrete junto con Archie — volvió a correr hasta llegar a pop's
...
Mientras tanto un chico pelinegro y una pelirroja había llegado al pueblo
Eran tan pálidos que la luz de la luna los hacia parecer fantasmas
— ¿Crees que sea bueno regresar? — cuestionó el pelinegro mirando como se desvanecía el letrero de Riverdale
La pelirroja puso los ojos en blanco ante su pregunta — por favor Jughead, hace años que no venimos, aparte todos los que nos llegaron a conocer están muertos te lo aseguro — le recordó a lo que el pelinegro suspiro triste
— lo sé, todos están muertos incluida ella — murmuro dolido, la pelirroja solo le dió una palmada en forma de consuelo
— aún no lo entiendo, si tanto la amabas ¿por qué no la convertiste cuando ella te lo pido?
— por eso Cheryl — ella lo miro confundido — por el inmenso amor que le tenía no iba a condenarla a este infierno — explicó sacando la foto de una chica rubia, de piel palida y ojos verdes, tenía una enorme sonrisa en su rostro, esa sonrisa que le había robado el corazón hace años — mi Grace merecía una vida feliz y eso tuvo
Ambos siguieron su camino en silencio, desde la muerte de ella el moreno no había vuelto al pueblo, se había alejado de ella para que tuviera una vida normal, lo último que supo fue que se había casado, eso le partió el corazón pero sabia que era lo mejor hasta que su muerte llegó y al morir ella murió el también
Ahora estaba de regreso en el pueblo donde había encontrado al amor de su vida y al que había perdido pero lo que nadie sabía era que tal vez la vida le daría otra oportunidad
La pelirroja se paró en seco al ver una silueta caminando hacia ellos
— Jughead, ¿Esa no es Grace? — le pregunto mirando cada vez más cerca a la joven rubia
— Cheryl ella está muer....
Se quedó callado al ver a la chica, era exactamente igual a su Grace
Su corazón por primera vez en años se aceleró de tal manera que parecía que se iba a salir
Era ella, sin dudas era su Grace, el amor de si vida estaba de vuelta, igual de hermosa como la recordaba
— ¡Se va a desmayar! — grito Cheryl al ver cómo los pasos de ella se hacían cada vez más torpes
Jughead soltó sus cosas para correr y atraparla antes de que cayera al piso
La cargo y pudo contemplar su rostro que era exactamente igual, una hermosa nariz, pestañas largas, mejillas rosadas, labios carnosos, era ella sin duda alguna
— oh mi dulce Grace, estás de vuelta amore mio — dejo un corto beso en sus labios para empezar a caminar con ella en sus brazos
