31 de octubre
Día en que todos los estadounidenses hacen fiestas con temática de disfraces, ya sea un monstruo, un personaje de fantasía o algún personaje de televisión popular
Y en Riverdale no era la excepción
Cheryl Blossom la abeja reina de la preparatoria había organizado una gran fiesta en su mansión, todo el pueblo sabía que cuando Cheryl organizaba una fiesta lo hacía a lo grande y Betty lo sabía a la perfección
Toda la preparatoria estaba invitada, y hoy era la fiesta
Betty iría de bruja
Cheryl de gatúbela
Y Verónica de Cleopatra
Al empezar la fiesta todos halagaron sus disfraces, pero la ojiverde no se sentía tan cómoda en la fiesta
Unos días antes había terminado con su novio Alex, y ahora lo estaba viendo con otra chica
— hey — le hablo Verónica — es un imbécil, no vale la pena — sin más la jaló al grupo de adolescentes que disfrutaban de una competencia de shots
Todos estaban ahí menos una persona
Jughead Jones
Era el chico más misterioso del pueblo, nadie había logrado acercarse demasiado, pero no lo molestaban, de hecho era de los más populares dado su apariencia, era muy atractivo y salía todos los días con una diferente chica, incluso Betty estuvo en su mira pero nunca logro nada
Pero a nadie pareció importarle mucho ya que Cheryl era mas popular
— ¡Blossom! — chilló un chico pelirrojo disfrazado de Superman — ¿No lograste que Jones viniera he? — pregunto burlón y la pelirroja puso los ojos en blanco
— todos sabemos que es un amargado, y no me habla desde que Betty lo mando a la mierda — le recordó
— ¡oye! — de quejo la rubia algo ebria
— no me malinterpretes, me siento orgullosa que lo hicieras — aclaro abrazandola — a parte para ser honestas me alegro de que no viniera es medio ratito — añadió haciendo una mueca
— ¡Betty es tu turno! — grito la pelinegra claramente ebria
La fiesta transcurrio como cualquier otra, la mayoría ya ebrios, otros manoseandose y besándose, y otros subiendo para tener sexo
Y uno de esos fue su ex novio, Betty miro como subía con su nueva novia y no puedo evitar sentir una punzada en el corazón
Sus ojos se cristalizaron, pero no iba a llorar ahí, no en el mismo lugar donde el estaba
— Vero...ya me voy — y antes de que la pelinegra pudiera protestar la ojiverde salió
Las calles están desiertas dado que ya era de madrugada, hacia demasiado viento y ya había empezado a hacer frío
Betty maldijo por el frío, su disfraz no era para nada caliente y los zapatos la estaban matando, pero con todo el alcohol que traia encima fue lo último que le importo
Se abrazo a si misma intentado entrar en calor, pero eso no era para nada lo peor
Su casa estaba a las afueras y la forma mas rápida era por el bosque, un bosque que adoraba Betty pero el dia de hoy sintió cierto miedo al verlo
Pero se estaba muriendo de frío así que era la mejor opción, empezó a adentrarse con miedo, nunca habia estado ahi tan tarde
Podia escuchar algunos pájaros, y uno que otro animal, caminaba con cuidado para no tropezar con algo pero al adentrarse más pudo escuchar unas pisadas detras de ella
