You're mine

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Era una noche cálida en California, la mayoría ya estaba dormido menos unos pareja

Jessica y Jughead jóvenes que se comprometieron después de salir de la universidad, pero ninguno la realidad es que ninguno de los dos se amaba, aquel futuro matrimonio había sido arregladita por los padres de ambos

— malditasea Jughead, ¿no lo puedes entender?¡No me quiero casar contigo! — le gritó la castaña desesperada por que la fecha de su vida estaba cada vez más cerca

— ¿Y tú crees que yo si? —  pregunto este también irritado

— se que no, estás enamorado de esa chica rubia — este la miro sorprendido y ella se encogió en hombros — no soy estúpida, pero no me importa porque yo amo a Hades — confesó dejándose caer sobre el sillón

— ¿Que vamos a hacer?, yo ya perdí a Betty, no me queda de otra que aceptar esto — respondió este sentandose a lado de ella

— ¿Es por ella que no hablas con Sweet? — este asintió — escuché que terminaron, haremos lo siguiente — se puso de pie y el la miro atento — tu irás por tu chica, yo hablare con Hades y nos escaparemos lejos para no enfrentar a nuestros padres — le sugirió

— no se si ella quiera verme — Jessica puso los ojos en blanco para después salir de la casa dejándolo solo

Jughead minutos después también salió, pero, solo condujo sin rumbo hasta que decidió ir a la casa de su ex amante Betty Cooper, hace meses que no sabia nada de ella, desde el día de su compromiso para ser exactos. Solo sabia que al parecer habían intentado algo con su ex amigo Sweet 

Al recordarlo sus sangre hirvió de los celos, ella no podía estar con Sweet el no era suficiente hombre para ella, en ese momento todos los recuerdos que tenia con ella habían llegado a su mente excitándolo, cuando llego a su departamento miro la hora eran casi las tres de la mañana pero no importaba, tenia que verla, se moría por verla de nuevo 

Toco el timbre en repetidas ocasiones hasta que ella abrió 

— ¿Jughead? —  pregunto adormilada  

Este la miro de pies a cabeza, traía puesta una pijama sexy (imagen en multimedia), sin mas entro al departamento confundiéndola —  ¿Quién te crees para venir a las tres de la mañana a mi casa y entrar como si vivieras aquí? —  pregunto molesta

— ¿el te ha tocado?  — cuestiono el moreno ignorando la pregunta de la chica 

— ¿Que?¿de que hablas?

—  Sweet, ¿el te ha tocado? — volvió a cuestionar y esta lo miro incrédula 

— eso no es de tu incumbencia.  

— claro que lo es, tu y -

—  tu y yo no somos nada —  lo interrumpió —  ¿Cómo esta tu dulce prometida? —  pregunto irónica 

—  ¡Solo contesta la maldita pregunta! —  ordeno 

— sí. — contesto y este se lleno de rabia 

—  mientes 

—  ¿Por qué lo haría?, vienes a mi casa, insinúas que me acosté con el, así que sí, si me acosté con él —  explico mirándolo desafiante  

— estas mintiendo, nunca te dejarías tocar por alguien que no sea yo — la ojiverde se estaba divirtiendo al verlo morirse de celos 

—  no miento, aun recuerdo sus manos-

— ¡CALLATE! —  le grito pero la rubia no tenia ninguna intención de parar 

— fuertes y grandes tocando todo mi cuerpo sus labios —  este llevo sus manos a la cara —  besándome el cuello, las sucias palabras que me decía, su pene presionando mi abdomen y dios...su lengua...esa legua me hizo gemir como perra mientras veía las estrellas — soltó un leve gemido provocándolo 

One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora