7. Mi tortura

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Dahyun rápidamente se bajó de la mesa, acomodando su vestido, su rostro estaba completamente rojo. Sana de igual manera tenía las mejillas coloradas. Los labios de ambas chicas estaban hinchados, ellas aún se encontraban agitadas.

—¡Señorita Son! Por favor, se lo ruego —Dahyun con rapidez se arrodillo lloriqueando frente a Chaeyoung— Por favor no diga nada, se lo suplico, Jihyo nos dijo que fuéramos discretas y no hicimos caso. Fuimos torpes, lo siento tanto. Pero no merecemos morir por esto, por favor, dime que entiendes. Si el señor Son se entera de esto moriremos, pero yo amo a Sana, esto no es juego, no quiero morir por amarla. Chae, por favor, limpiaré tu cuarto, te traeré el desayuno, pero no digas nada.

La menor se sorprendió por la rapidez en la que Dahyun decía cada palabra. Esto la enterneció. La chica de piel blanca no podía parar de llorar.

—Cariño, levántate —dijo Sana tomando el brazo Dahyun.

—¿Señorita Son? —exclamó Dahyun buscando una respuesta.

—Dahyun, tranquila —respondió Chaeyoung con calidez mientras ofrecía su mano a la coreana— Levántate.

—¿Dirás algo? —preguntó mientras se levantaba y se secaba las lágrimas.

—Bebé, ella entiende —dijo Sana tratando de calmar a Dahyun.

—No puedes estar segura, Sana —añadió la chica de piel pálida.

—Sí entiendo. Bueno, sinceramente estoy un poco confundida y sorprendida. Sabía que la manera en la que se veían ustedes dos no era normal. Además, Sana te coqueteaba mucho.

—Trate de coquetearte también, para no ser tan obvia con Dahyun —dijo la japonesa.

—¿Que tú qué? —preguntó Dahyun mirándola firmemente.

—Pero ningún comentario fue en serio, te lo juro —trató de explicar Sana.

—Lo de ustedes no es sólo... sexo, ¿cierto? —la pregunta de Chaeyoung sorprendió a ambas chicas.

—Claro que no, Dahyun es especial para mí —respondió Sana.

—Ya lo dije, amo a Sana —respondió Dahyun con timidez, aún sollozaba.

—Tranquilas, su secreto está a salvo conmigo. Pero, deben responderme algunas preguntas.

—Sí, sí, dinos —dijo la coreana mayor un poco más tranquila.

—¿Desde cuándo ustedes dos son pareja?

—Creo que fue al mes que llegué, Dahyun me encantó, no podía dejar de verla.

—Sí, ya llevamos cinco meses juntas —agregó la coreana.

—¿Jihyo sabe? —ambas jóvenes guardaron silencio— Oh, vamos, Dahyun mencionó mientras lloraba que Jihyo les dijo que fueran discretas.

—Sí, ella sabe —suspiró la japonesa— pero si se entera que nos descubriste nos despedirá, nos lo advirtió.

—¿Cómo lo supo ella? —preguntó Chaeyoung.

—Bueno, ella no nos descubrió. Sana quería renunciar porque sintió miedo al comenzar a sentir cosas por mí. Pero Jihyo es un ángel, ella le dijo que estaba bien si quería estar conmigo y yo le correspondía, pero que guardáramos discreción, porque si alguien de la familia se enteraba, ella no podría protegernos. Y aunque tú entiendas, estoy segura de que se molestará con nosotras —explicó Dahyun.

—Así que Jihyo las apoya —dijo la menor, ellas asintieron— Es bueno saber eso. Las envidio

—¿Nos envidias? ¿Por qué? —preguntó Dahyun extrañada.

The Reason Why [Michaeng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora