21. América nos espera

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Namjoon se quedó inmóvil ante la pregunta de Chaeyoung, pensó que no había escuchado bien.

—¿Hablas en serio? —preguntó confuso.

—Quiero alejarme de este lugar, con suerte, quizás un día logre olvidarla —respondió.

—Chaeyoung, pero, ¿comprendes lo que significa irte a Estados Unidos? —volvió a cuestionar— Probablemente no volverías a ver a tu padre, a tu madre, a...

—A Mina —interrumpió para terminar la frase.

—¿Estás segura?

—Lo estoy, Nam.

—De acuerdo —suspiró el joven— Escucha, esto no será sencillo, salimos hoy en la noche, así que tienes que llegar a empacar. No tienen que verte, ven a la estación de tren apenas anochezca. Iremos al puerto de Busan y el barco zarpará al amanecer.

Con cierta emoción, Chaeyoung escuchaba con atención lo que explicaba el coreano. Al fin tenía la oportunidad de dejar todo atrás, como había soñado.

—Entiendo, empacar e ir a la estación sin que me vean —repasó la menor.

—Repito, ten mucho cuidado de que nadie lo note, tu padre me matará si nos descubre. Si no llegas a tiempo, lamento que tendré que irme sin ti.

—Muchas gracias, Nam —lo abrazó con fuerza rápidamente— Realmente seré libre.

—El viaje no será cómodo, sólo hay dos lugares más disponibles. El barco es de carga, pero es lo mejor que pude conseguir —explicó.

—Está bien, con eso es más que suficiente —dijo con entusiasmo.

En ese momento se escuchó el sonido del vehículo de los Son entrar a la mansión Kim.

—Llegaron por ti, Chae —dijo el mayor observando el automóvil.

—Justo a tiempo —abrazó nuevamente a Namjoon— Creo que no es necesario despedirme.

—Con cuidado, Chaeyoung —dijo sonriendo.

La menor se separó y caminó lentamente para subir al automóvil, su corazón latía con rapidez. Tenía una extraña sensación de nervios y miedo en el estómago. Aquella mañana que despertó, no esperaba que fuera la última en su habitación.

El camino de regreso a casa se sintió corto. Por algunos momentos la coreana se detuvo a pensar si realmente quería esto. ¿De verdad quería alejarse de Mina?

No. El verdadero sueño de Chaeyoung era estar con Mina, pero no seguiría alimentando esa absurda fantasía.

Llegó a la mansión que llevaba su apellido y rápidamente subió los escalones. No se molestó en disimular su emoción.

Entró a su habitación, abrió su closet y comenzó a seleccionar la ropa que le gustaría usar. Por fin diría adiós a los tontos vestidos que aparentaban ser elegantes.

"Solo hay dos lugares disponibles", recordó las palabras de Namjoon, y pensó que sería perfecto si Mina hubiera decidido acompañarla.

Cabeceó, no se detendría a pensar en la japonesa, no quería arriesgarse a que el arrepentimiento la hiciera cambiar de opinión.

Necesitaría sus joyas para sobrevivir los primeros meses en lo que encontraba algún trabajo. Se encargó de guardarlas muy bien entre su ropa.

Escuchó un ruido en el pasillo, y se quedó inmóvil, con cuidado puso la maleta debajo de su cama. Se acercó a la puerta y lentamente l abrió; vio a Sana que con dificultad llevaba una pesada maleta.

The Reason Why [Michaeng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora