The Reason Why [Michaeng]

19. Dos semanas

¿Mina amaba a Chaeyoung?

Una pregunta ahora irrelevante en los pensamientos de Mina, pero penetrante en los de Chaeyoung, al grado de no permitirle dormir por días.

La coreana volvía a caer en su método de defensa, esconderse de todo y todos. De nuevo en su habitación, había perdido la cuenta de cuántas madrugadas llevaba llorando por las palabras que escuchó a la japonesa expresar con tanta frialdad. Sus ojos estaban débiles, ardían incluso al parpadear.

Con dificultad daba bocados a la comida que Jihyo le llevaba hasta las puertas de su habitación. Cuando se bañaba, pasaba un largo tiempo mirando el agua caer. Simplemente se sentía rota.

No entendía cómo en unos días, las palabras de Mina habían cambiado tanto. De jurarle que se quedaría a su lado, pasó a apartarla.

"No quiero tenerte, Chaeyoung"

Quizás la menor debía hacerle caso, debía superar, olvidar todo. Pero, ¿cómo se suponía que olvidara lo más hermoso que había sentido?

Aunque su corazón estuviera roto, seguía latiendo por Mina, siempre lo haría.

Aquel día se había decido a salir de su habitación, por primera vez sentía apetito y necesitaba una merienda. Cuando iba caminando hacia la cocina, pudo ver a Dahyun atendiendo órdenes de la señora Son, por unos segundos cruzó miradas con la joven sirvienta, y notó unos ojos tristes y cansados, casi tanto como los que veía en el espejo cada mañana.

Sin intenciones, escuchó las órdenes que daba Nayeon.

—Necesito que se apresuren, recuerda que la boda es en dos semanas, todo debe estar listo.

¿Dos semanas? ¿Qué diablos quería decir su madre con eso? Chaeyoung recordaba que aún faltaban casi dos meses para la ceremonia. Rogó haber escuchado mal, Mina no podría casarse en dos semanas.

Su madre se fue rápidamente, sin percatarse de su presencia. Entonces, la menor se acercó a la coreana tratando de entender lo que acababa de escuchar.

—Dahyun —la mayor parecía ignorarla— Kim Dahyun, te estoy hablando.

—Dígame, señorita Son —volteó sin hacer contacto visual.

—¿A qué se refería mi madre con que la boda es en dos semanas? —preguntó con la voz rota.

—La señorita Myoui y el joven Son se casarán a fin de este mes.

—¿Qué? —Chaeyoung seguía incrédula— No, la boda es en dos meses.

—Las familias han decidido que se celebre lo antes posible.

La menor no respondió, su mirada se perdió en el suelo, apretando la garganta para no quebrarse.

—No... Dahyun, no.

—Si me permite, señorita Son, debo seguir con mis deberes —dijo alejándose.

—¿Dahyun? ¿Por qué te comportas así?

La coreana por fin miro a los ojos a la menor, entonces Chaeyoung se dio cuenta que Dahyun tampoco se encontraba bien; sus ojos estaban hinchados y cansados, su sonrisa contagiosa se había borrado; no era la misma persona.

—Señorita Son, debo ir a trabajar —dijo firmemente, dándose la vuelta.

Definitivamente algo le pasaba a Dahyun, algo le había arrebatado su sonrisa. Chaeyoung se preocupó, pero sabía que la mayor no abriría su corazón con ella, aunque sí con otra persona, Sana.