UN HAREM, AQUEL LUGAR DEL PALACIO QUE CONTENÍA A LAS MUJERES MÁS HERMOSAS DE LOS REINOS E IMPERIOS, EN EL IMPERIO DE LA DINASTÍA KIM NO ERA EXCEPCIÓN, DICHO HAREM ÚNICAMENTE CONTENÍA MUJERES OMEGAS PARA PASAR NOCHES CON EL EMPERADOR, QUE PASARÍA CUA...
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en un mes. Hasta que finalmente llego el festejo del cumpleaños de ambos príncipes menores, a pesar de que ambos se negaron por el estado de su padre, el emperador.
Sin embrago sus padres ya habían ordenado a todos la organización del festejo.
El joven omega se encontraba parado tras un muro sus hebras ahora azabaches que estaban un poco largas se miraban muy bien en él, era increíble que en menos de un mes, su cabello se tornara totalmente oscuro, pero no era de extrañarse, su papá y también su abuelo tenían esa particularidad en el cabello, el joven omega estaba impaciente a que llegara su turno, en un evento que aún no habia comenzado detrás de la puerta que daba al salón el otro lado, la família real estaba esperando la llegada del heredero al trono.
Quién después de algunos minutos se adentró al salón vestido con unas botas negras que le llegaban a la rodilla, un pantalón blanco que se ceñía muy bien a sus piernas, una camisa blanca con ligeros bombos, y encima de eso una chaqueta azul que al azabache le llegaba hasta el cuello, digna de un príncipe, y por supuesto una pequeña capa de color blanco que colgaba de sus hombros, y por supuesto todas las medallas y adornos que tenía el príncipe en su atuendo además de la medalla imperial que sobresalía notablemente.
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A penas el omega vio al joven de tez ligeramente canela se sintió inexplicablemente nervioso, era extraño, aquella sensación jamás le había pasado. Parece que no era el único ansioso, pues en su interior sintió a su peludo amigo removerse inquieto. Pero todo se terminó cuando una mano lo tomó del hombro para hablarle y hacerlo retroceder
-¿Nadie te enseñó que es de mala educación espiar?- preguntó molesta su maestra de danza, a lo que Jungkook solo bajo la cabeza
Sin más en la otra habitación comenzó a sonar la música, mientras la maestra juntó a todas las jóvenes para darles algunas indicaciones.
Entonces el joven de cabellos negros decidió dar un último vistazo, pero lo que encontró no era para nada lo que alguien se esperaba.
Aquel joven de tez canela y labios delgados pero esponjosos que hace poco ingresó al lugar no parecia mostrarse entusiasmado con la celebración, cuando Jungkook lo vio a primera vista se le notaba que no quería estar ahí pero pensó que su estado de ánimo cambiaría ahora se daba cuenta de que no fue así es más ni siquiera parecía mostrar interés por la misma, su gesto reflejaba que genuinamente no quería estar ahí
-Otra vez -regaño la maestra y sin consideración jalo bruscamente a Jungkook para hablar a solas con él-Debido a tu mal comportamiento estoy considerando anular tu presentación pero... -fue interrumpida por una joven de pelo rosa
-¿Algún problema?- preguntó amablemente Rose
-Este joven no sabe como comportarse- ambas observaron al omega -Es mejor que se quede quieto, a menos que ya no quiera ser parte de esta celebración y perder esta oportunidad que le otorgaron- advirtió severamente la mujer.
