Capítulo 14:Un lazo se empieza a construir

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Dedicado a: r__pao
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Jungkook despertó por la poca claridad que entraba a través de la ventana, se removió un poco en la cama y lentamente se sentó en la cama, observó a un costado suyo, inicialmente desconociendo el lugar, pero identificó su ropa tirada en el suelo, lo cual lo asustó. Después giró a lado contrario y observó al joven alfa de pelo negro, la tez canela, que se encontraba dormido, estaba como un bebé, se encontraba de costado, mirando hacia donde el estaba su brazo derecho reposando en su lateral derecho su brazo izquierdo doblado en dirección a su cabeza y sus ojos cerrados, aquellos ojos que eran tan enigmáticos.

Aquella vista lo aterro aún más, no sabía que pensar, esperaba que sus ojos lo estuviesen engañando, pero al encontrarse a si mismo sin prenda alguna solo dio un suspiró de decepción. Y justo en ese momento los recuerdos llegaron a su mente, haciéndolo sentir avergonzado, recordó todo, como empujó al alfa suave y lento, como meneó sus caderas encima de la erección que poseía el alfa, como jadeó cuando esté le daba lamidas, y como grito cuando el alfa lo penetró, incluso recordó el vergonzoso gemido que hizo cuando se corrió, él jamás había pasado por una situación similar, quizá por el hecho de que sus celos siempre los pasaba consumiendo supresores, pero jamás en compañía de algún alfa.

El joven omega de cabello negro se encontraba tan sumido en sus pensamientos que una pequeña punzada en su vientre lo hizo saltar del susto. Aquello solo era una clara señal de que tenía que salir de ahi si no queria que el alfa lado suyo despertara por la intensidad de su aroma que poco a poco iba creciendo, era más que claro que su celo aún no se había ido.

Su cuerpo estaba completamente sucio, cada parte le dejaba una sensación extraña cuando pasaba sus manos, debido a la capa de sudor que hace horas atrás tenia. Necesitaba una ducha urgente, su lobo sonrió de lado satisfecho, pero él no, se sentía incómodo.

Salió de la cama cubierto con una frazada, caminó hasta posicionarse frente al espejo de la habitación y la dejo caer lentamente al suelo. Mientras su cuerpo era descubierto por si mismo, el espejo le regalaba una una imagen que ni el mismo a lo largo de su vida pensó ver jamás, mando sus mechones largos de cabellos hacia atrás viendo atentamente lo que le mostraba su reflejo.

Le mostraba aquel cuerpo antes blanquecino y completamente pulcro, ahora estaba lleno de mordidas, marcas. Empezando por sus muslos, los cuales estaban rojos, su pecho, sus labios también estaban maltratados de ser mordidos constantemente por el joven que se encontraba dormido cómodamente en la cama. Pero en el lugar en donde cualquier omega esperaba tener una marca era el cuello. Con timidez elevó su vista hacia su cuello sin embargo en este no solo no había aquella preciada marca, provocando que su pequeño lobo bajara sus orejas en señal de tristeza. Sino, que el mismo delicado y esbelto cuello, estaba lleno de marcas rojas y alguno que otro chupetón. Esto provocó la llegada de otro suspiro de decepción. Sin perder más tiempo recogió su ropa y se vistió

Su vientre volvió a molestarle, esta vez haciendolo sentir más dolor que antes. Aquella era una clara señal de que tenía que salir de aquella habitación lo más rápido posible.

Los minutos pasaron y Jungkook asustado salió de la habitación, mirando a ambos lados, esperando que nadie lo descubriera, y sin mirar atrás salió con dirección a los baños. Apenas llegó entró a uno de los cubículos y se adentro. Cuando su cuerpo estaba completamente limpió otro tirón se hizo presentó logrando que se retorciera de dolor.

Como pudo se vistió y salió del cubículo a pasos lentos. Pero, el sonido de unos pasos lo detuvieron, el omega estaba nervioso la mayor parte del lugar se encontraba impregnado con su aroma. Entonces, una joven entró cubriendose la nariz y encontró al joven omega con lágrimas en los ojos y abrazandose a si mismo para intentar calmar el dolor.

Jungkook no pudo reconocer a la joven que lo observaba, pero si la pudo notar un poco asustada.

La joven sacó a la vista un frasco del cual tomó una pastilla y se la tendió, con un poco de de desconfianza y lentitud el joven la recibió y con desespero la llevo a su boca, para tragarla sin más. El sabor era desagradable, pero ya sentía su cuerpo un poco más relajado

UN CHICO OMEGA EN EL HAREM (VKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora