UN CHICO OMEGA EN EL HAREM (VKOOK)

Capítulo 39: Omega! Donde estas? Es un adiós?

-Te lo preguntaré por última vez, ¿Dónde está mi omega? - cuestionó el príncipe, mientras sostenía al soldado de su cabello con rabia. Pero al ver que no respondía volvió a sumergir la cabeza del hombre en el agua, para segundos después sacarla nuevamente

-No sé nada príncipe -se defendió, mientras intentaba botar el agua que había tragado

Fue asi que continuaron por varios minutos, hasta que la reja se abrió y finalmente el príncipe salió

-¿SeokJin estás seguro que es el hombre correcto? -cuestionó al no obtener resultados, a lo que el omega asintió

Confiando ciegamente en las palabras del omega decidió que era momento de tomar medidas drásticas en cuanto a tortura se refiere y sin perder tiempo volvió a entrar a la celda

-Realicen la tortura de hierro -ordenó el príncipe notablemente molesto

Acatando las órdenes del príncipe los soldados tomaron a su compañero, ataron sus tobillos con una cuerda, lo obligaron a sentarse amarrando el restante de la cuerda ahí amarraron sus brazos al reclina brazos de la silla.

Una vez preparado lo dejaron varios minutos, hasta que finalmente el joven príncipe entro con una pinza larga que sujetaba una pequeña pieza de hierro que estaba al rojo vivo, pues la habían puesto en fuego y sin piedad dio la primera incisión en un brazo

-Si no hablas en este instante morirás por quemaduras y desangramiento -advirtió el príncipe. Pero el hombre no se dignó a soltar ni una palabra -Bien, ya saben que hacer -habló nuevamente el príncipe a sus soldados

Los segundos se convirtieron en minutos y los gritos, en lugar de parar aumentaron, le hacían quemaduras en todo el cuerpo, la espalda, los brazos, las piernas, el pecho. Mientras, fuera de aquellas celdas se encontraban el príncipe así como el omega. Los minutos pasaron y finalmente los gritos cesaron. Entonces el príncipe volvió a entrar.

La imagen era completamente terrorífica, pues el ex soldado estaba en el suelo, su cuerpo lleno de sangre, gracias a las recientes quemaduras . De igual forma, el joven tosía un poco de sangre. Pero, bajo la percepción del príncipe era menos de lo que merecía, así que no se sentía conforme, debía hacerlo sufrir más

-Hablare... -dijo en un tono bastante bajo, para después toser un poco de sangre -Lo llevamos hacia el sur, a las afueras de la ciudad...

-¡Habla de una vez!! -exigió

-Lo llevamos al "Lago de la Luna" -Confeso finalmente con bastante dificultad

-¿Qué le hicieron? - cuestionó apretando sus puños

-Lo.. - pero se interrumpió para volver a toser

- ¡Habla de una maldita vez! - volvió a exigir el príncipe

-Lo asfixiamos hasta que perdió la conciencia -nuevamente calló para toser -Después dejamos su cuerpo en el mar, atado a una roca para que terminara nuestra tarea -termino de develar aquellos escalofriantes acontecimientos

Por su parte, el joven príncipe se acercó violentamente al mal herido, pues debía satisfacer sus dudas; como por ejemplo: ¿Quién más fue participe de aquel delito? O ¿bajo órdenes de quien actuaron?,porqué era evidente que no lo hicieron por cuenta propia nadie en ese palacio se atrevería a actuar de cuenta propia para hacerle daño al omega del príncipe.

Sin más, lo tomo del cuello del cuello de lo que quedaba de su ropa, ahora cortajeada; sin temor a mancharse las manos con sangre

-¿Quién más participo de este acto? -cuestiono con rabia en sus palabras. Pero, al no obtener respuesta, decidió cambiar la pregunta -¿Quién les ordenó matar a mi omega? -volvió a cuestionar. Sin embargo, en esta ocasión el ex soldado no solo no respondió, sino que se empezó a dejar llevar por la muerte, por la gran pérdida de sangre, gracias a la profundidad de las heridas y las quemaduras, hasta que se vencio.Aun así, el príncipe seguía agitando el inerte cuerpo entre sus manos, por lo que los guardias tuvieron que sacarlo de aquel lugar.