~Quinto Encuentro~

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Un nuevo día comenzaba, una nueva oportunidad llegaba. Al menos eso era lo que pensaba el muchacho intentando arreglarse. No sabía exactamente que ponerse para impresionar al mayor... ¿Quizás algo verde para combinar...? ¿Un aspecto menos rebelde....? ¿Algo menos.... Infantil....? 

-Parezco adolescente hormonal.- Juraba que su propia bufanda decía: "ERES un adolescente hormonal".

Estaba jodidamente enamorado y no podía negarlo, pero tenía muchos problemas. Primero que su amor era a una persona mayor que él, y segundo era el padre de su mejor amiga. No solo sería una traición a su confianza.... Si no que Edgar no era competencia para Colette.....

ELLA  era la bebé que Byron atesora con toda su vida, se esforzó tanto para darle todos los lujos que pudo... Era su pequeña, su niña... Edgar era solo alguien que conocía... Si Colette lo hacía decidir entre quedarse con ella o con Edgar, sabía que ella tendría todas la de ganar... Si primero quería ir por el padre, debía ganarse a su hija... Y siendo Colette, necesitaba de armas pesadas... 

Decidió ir por algún detalle que le agrade a la desquiciada de su amiga, eso le daría una excusa para verle y suavizaría el golpe... ¿Qué puede suavizar la idea que está interesado en su padre? Podría decirse que era un completo idiota enamorado... ¿Quizás... Alguna...? Un momento... Bea dijo que podía contar con ella, y si mal recordaba, Colette adoraba a la pequeña apicultora. ¿Quizás pueda organizar una visita casual con alguna planta como excusa para Byron?

Antes que pudiera pensarlo dos veces la bufanda ya estaba en camino al invernadero. A veces se preguntaba si su propia bufanda le gustaba verlo humillarse.... 

-¡Woah! -Dijo al aterrizar viendo el oso de Nita de "Guardia" en la entrada. No iba a atacar a nadie sin que lo provocara primero. Así que alzó las manos en señal de paz indicando que no quiere pelea.

-Aquí tienes. Un gran tarro de miel para Nita. -Salía Bea con una gran jarrón de miel con un lazo dorado. El oso gruñó por lo bajo lo más parecido a un "Gracias" tomando el jarrón retomando su camino con su "Hermana".

-No todos los días veo eso... -Dijo divertido.

-Les gusta mucho la miel, así que prefiero darles los que mis pequeñas producen a que lo tomen sin permiso... -Bien sabido era que Nita y el oso harían CUALQUIER COSA por miel, incluso destruir el propio invernadero.

-Je... Bueno... ¿Estás ocupada ahora? En verdad necesito de tu ayuda...

-¡Oh! ¡Claro! Mis pequeñas necesitan un descanso... -Dijo entrando seguido del mayor- ¿Qué necesitas?

-Bueno... Quería saber si podrías acompañarme, tengo una amiga que quiere conocerte... Y... ¿Tienes alguna planta que necesite cuidados o algo parecido...? 

Bea claramente accedió, incluso llevó una planta en una maceta azulada que presentaba problemas para crecer, ni la misma Rosa había conseguido hacer algo por ella. Pero de seguro Byron podría hacer algo. ¿No podría salir nada mal en llevar a alguien que adora el estudio de plantas y abejas con un experto en medicamentos naturales? Claro que si.... Bea encontraba fascinante todo lo que Byron decía, y a su vez, el mayor encontraba encantadora la compañía de la pequeña abeja. Tanto que hasta decidieron encontrarse nuevamente en el Invernadero para seguir con la charla tan interesante.

-¿Acaso quiere ponerme celoso? -Byron estaba cruzado de brazos al igual que su bufanda muy molesto.

-Tranquilo tigre, que Bea es demasiado inocente para que mi padre se fije en ella. -Colette era el mismo demonio en persona apareciendo de la nada y sabiendo todo.

-¿Q-qué? No sé a que te refieres....

-Mira engendro... -Sujetándole del cuello de su ropa- No soy estúpida... Sé que te gusta mi padre... Es lo único que tengo.... Si estás caliente vete con cualquier otro... Pues no permitiré que lo lastimes... Ha pasado por mucho para que un mocoso como tú venga y le haga daño... -Su mirada era de puro odio, señal que hablaba con total seriedad- Así que dime de una vez, ¿Qué es lo que quieres con mi padre?

-Colette... Me conoces... Mejor que nadie.... Sabes que no tengo "interés" en alguien solo porque si... Me gusta tu padre, si, es verdad... Pero no por ser un "hormonal"... Me encanta como es... Las cosas que hace son interesantes, admiro el esfuerzo que hace tanto con sus plantas como su vocación médica... Entiendo que te cueste creerlo ahora, pero lo digo en verdad... No quiero ocupar un lugar que no me corresponde... Incluso si me rechaza, seguiré siendo alguien con el que ambos puedan contar.... No voy a dejarlos solos... Sé que pasaron por mucho y no quiero hacerle daño.. Ni a ti, ni a tu padre.... -Dijo con toda la sinceridad que puedo. 

La albina se tomó un par de minutos inspeccionando al otro buscando algún indicio de que estuviera mintiendo o algo parecido.... Pero lo soltó al no encontrar nada... 

-Solo te advierto Edgar... Derrama una sola lágrima por tu culpa, y date por muerto... -Sentenció con una mirada extremadamente aterradora.

-E-entendido... -Juraba que la bufanda estaba temblando del miedo que daba esa chica.

-¿Eh? -Una alerta sonaba de la pulsera de Bea- Oh no... Oh nononno.... -Comenzó a correr de regreso.

-¿Qué ocurre? -Byron preguntó alerta.

-¡Hay problemas! -Dijo corriendo mientras los instintos de guardián de Byron se activaron siguiéndole, al igual que el dúo de adolescentes. 

Comenzaron a correr hasta casi las afueras de la ciudad, alarmando al resto. Rosa estaba herida en mitad de un río en la zona de las aguas bravas, o mejor conocidas como rápidos. No había forma de que saliera de allí sin ser arrastrada por la fuerte corriente, y estaban seguros que con esas heridas no podría evitar las rocas que se veían más abajo de la pendiente.

-¡Rosa! -Bea estaba asustada por su mentora en peligro. 

-¡E-estoy bien! -Decía aferrándose a la roca que le servía de refugio- ¡Sprout necesita ayuda! -Señaló al pequeño Bot que se salvaba de seguir río abajo por su pequeña barrera vegetal, era fuerte, pero era temporal. 

-Colette, tu y Edgar ayuden a Sprout, Bea y yo nos encargamos de Rosa. -Ordenó saltando a la acción. 

Byron usaba su bastón para recuperar a Rosa, recuperando su fuera lo suficiente para que pueda moverse más cerca mientras Bea usaba uno de sus inventos creando una cuerda echa con lianas para atraer a Rosa. Mientras el dúo de adolescentes estaban acercándose a la orilla. Edgar trepó un árbol y con la ayuda de la bufanda logró sujetar a Sprout y casi lanzarlo hasta la orilla donde Colette lo atrapó y lo llevó hasta una zona segura.

De repente todo se hizo oscuro en un segundo. La rama donde Edgar estaba se había roto y el muchacho cayó al agua siendo arrastrado por las fuertes corrientes mientras la bufanda intentaba desesperadamente aferrarse a cualquier cosa para salvar al muchacho. Edgar estaba aterrado, las corrientes eran demasiado fuertes para poder nadar, lo máximo que podía hacer era asomar la cabeza sobre la superficie para evitar golpear las rocas. 

-Ven aquí. -De la nada sintió los brazos fuertes de Byron sujetándolo de la cintura usando su bastón para frenar la caída al atorarlo entre dos rocas- ¿Estás bien chico? 

-¡S-sí! -Juraba que si no estaba tan asustado estaría babeando por lo increíblemente heroico que parecía en ese momento.

Rosa y el resto estaban en la orilla intentando idear un plan para traerlos a una zona segura. La experta en plantas usó una de sus semillas especiales haciendo que crezca un arbusto instantáneo donde Sprout, quien pareció devorarlo o absorberlo por completo generando una nueva barrera frente a ambos chicos evitando que siguieran con la caída. Colette y Rosa sujetaban un extremo de la cuerda, mientras Bea, siendo la más pequeña, se movía con cuidado sobre las rocas para llegar a la muralla vegetal hasta ellos. Una vez sujetos a la liana, empezaron a tirar hacia la zona segura. 

-¿¡Están bien!? -Preguntaron al unísono.

-S-si... Si... Estamos bien...  -Colette los abrazó con fuerza a ambos.

-No lo vuelvan a hacer.... Por favor....  -Se podía escuchar tristeza en su voz.

-Descuida pequeña... -Byron intentaba calmar a su pequeña hija.

-Será mejor salir de aquí antes que algo más pase... Las condiciones del ambiente están muy alteradas... -Dijo Rosa alertando al resto para que puedan salir lo más rápido de esa zona inestable.

Odio Amarte TantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora