Edgar estaba feliz, auténticamente feliz, primero estaba de vacaciones, segundo estaba en una playa, tercero tenía a su grupo de amigos listos para jugar y cuarto, había logrado convencer a Byron de venir a pasarla bien.
Byron definitivamente atraía la mirada de los demás ya que nadie se esperaba que esa figura flacucha que reflejaba su ropa, ocultaba una figura bastante maciza que tanto adoraba el menor. Aunque las miradas incomodaban a ambos... Al albino por lo que dirán de las cicatrices en su cuerpo, mientras que el pelinegro estaba molesto por las miradas de ciertas mujeres hacia una "Posible pareja".
Juraba que quería ir a gritarles que ese hombre era suyo, pero no quería causar problemas aa Byron, después de todo, habían venido a tener un gran día de diversión y olvidarse del trabajo y todos al menos por un día.
Edgar estaba completamente enamorado de ese hombre, y se deleitaba la vista al verlo mojarse en el agua, como sentía cierta envidia por las gotas que recorrían su cuerpo hasta llegar a zonas propiedad del menor. Su aspecto era más juvenil con el cabello revuelto y desordenado. Amaba cuando se quitaba esas lentes permitiendo una vista directa de aquellas esmeraldas que tanto amaba ver, estaba agradecido con el mundo de que sea lo primero que veía al despertar, y lo último que veía al dormir.
Podría jurar que hasta en sueños seguía pensando en él, sus besos, sus caricias, sus brazos tan fuertes, su aroma tan cálido... Su aroma se había convertido en una fragancia perfecta para el menor, era una mezcla perfecta entre las esencias de las plantas y una pizca de la esencia de Edgar. Definitivamente se había vuelto parte de su territorio.
Soñaba continuamente en poder tocar más de su piel cuando había algún roce casual, amaba escuchar su hermosa voz era la melodía perfecta, masculina y un punto perfecto entre una voz gruesa y a la vez de las que te haría temblar de miedo. Claro que solo tenía, o mejor dicho causaba, ese efecto cuando estaba completamente furioso, aunque nunca lo diría en voz alta, le excitaba y mucho verlo molesto. Su expresión tan furiosa y firme, esa mirada que podría devorarte, su voz de mando... Juraba que si le decía cualquier cosa con esa voz, no lo pensaría dos veces y lo haría inmediatamente. Era extraño para algunos, pero en verdad, la sola idea de ser dominado totalmente por el mayor era suficiente para tenerlo despierto al 100% hasta en las zonas bajas.
Byron se volvía una mala influencia para el menor, era demasiado sensual para su propio bien...
El día en la playa había resultado un éxito total, dejando a la mayoría agotado de tanto jugar. Bo se llevaba a Nita y León completamente dormidos sobre sus hombros, Spike se encargaba de recoger las cosas junto a Colette, y Jessie bostezaba mientras Pam se encargaba de limpiar la arena de las piezas de Nani.
El mayor se encargó de llevar a Colette al cuarto casi asesinando al pequeño cactus, sabía perfectamente las intenciones con su hija, y no la dejaría tener pareja hasta que tenga la edad adecuada, y Spike parecía entender el mensaje con claridad, ya que "nada de novios" no es igual a "nada de mejores amigos".
Entró molesto al cuarto que compartía con Edgar, afortunadamente les tocaba el cuarto casi al final del pasillo, alejado del resto, ya que todos habían acordado que no causarían problemas al albino en el hotel ya que querían seguir viviendo.
El menor no dudó y se acercó abrazando al mayor, a lo que el otro respondió con una sonrisa. No importaba lo difícil que fuera el día, un abrazo del menor siempre lograba hacerlo sonreír. Acarició su cabeza besando su frente con cariño.
-¿Mejor? -Preguntó besando sus labios con cariño.
-Mucho... -Confesó dando una pequeña mordida en el labio del menor, sabía perfectamente lo que causaba con eso.
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Odio Amarte Tanto
FanfictionByron siempre era conocido por ser aquel mercader de carácter difícil y sombrío. O al menos, así lo percibía Edgar al verlo tratar con los demás Brawlers. Pero... ¿Qué pasaría si descubriera la verdadera personalidad del Médico tras esa máscara? S...