~Séptimo Encuentro~

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-¿Mgh? - Un rayo de luz de la ventana lo estaba despertando. Estaba allí en la cama, pero no era su cuarto - ¿Qué pasó?

Tomó un par de segundos en recordar lo sucedido el día anterior... Hablar con Bea, Rosa y Sprout en problemas.... Byron.... Inconscientemente se tocó los labios... ¿Había besado a Byron o era todo parte del mismo sueño? Como haya sido... Podía recordar la sensación de sus labios.... Tan suaves... Cálidos... Incluso lo carnosos que eran ante las pequeñas mordidas... Sus brazos tan fuertes a su alrededor... El sentirlo tan cerca...  Sueño o no era el mejor recuerdo en su vida... Y estaba muy seguro que lo tendría de nuevo... 

-Quisiera tenerte aquí... Conmigo.... -Dijo abrazando la almohada, recordando los besos que ambos se dieron en el cuello. Besos pequeños, incluso inocentes... Pero totalmente traviesos... Incluso el mismo Byron dijo que "Debía marcar SU territorio". ¿Significaba que Byron lo veía como suyo? ¿Sus sentimientos eran correspondidos?

-¿Muchacho? ¿Estás despierto? -Byron golpeaba la puerta de la habitación- Colette se prepara para ir a trabajar y tengo cosas por hacer en el jardín. Dejé algo de comida preparada para ti en la mesa. -Dijo y se escuchó los pasos alejándose.

¿Sonaba algo frío...? Algo había ocurrido y estaba dispuesto a averiguarlo. 

Saltó de la cama buscando su ropa en el mueble donde la habían dejado una vez seca. Se cambió siendo abrazado por su bufanda. Y salió del cuarto, como conocía la casa de su amiga de memoria podía moverse con facilidad. En la cocina estaba un desayudo bastante simple, pero a la vez era algo familiar, al menos lo sintió al probar el pan tostado dejado en un plato. No era la primera vez que probaba esto, pero era la primera vez que percibía el sentimiento de hogar. ¿Acaso así sabían las comidas de Byron? La sola idea le fascinó.

La bufanda parecía reaccionar al pensar sobre Byron y comenzaba a buscarlo alrededor. Usó eso como excusa para ir al jardín donde se encontraba el mayor arrodillado en el suelo trabajando en sus plantas con total adoración. La jardinería era su pasión, de eso no quedaba duda. Incluso la planta enfermiza que trajo Bea el día anterior lucía con cierta mejora. Definitivamente tenía un don para esto.

-Buen día Edgar. -Dijo el mayor al notar su presencia.

-B-buen día S-señor B-Byron... -Sentía su cara arder.

-¿Sientes alguna molestia? -Preguntó instintivamente el médico.

-N-no señor... 

-Bien. -Dijo volviendo al trabajo.

Edgar estaba algo confundido. Apenas lo volteaba a ver, su mirada no era tan brillante como la de anoche... Estaban casi... Vacíos... ¿Colette le habría dicho o hecho algo...?

-Déjeme ayudarlo. -La bufanda se estiró para tomar las cosas pero retrocedieron inmediatamente al sentir la mirada de Byron fijamente.

-Muchacho, creo que debemos hablar en serio. -Su voz era muy mal indicio.

-¿De qué-?

-De lo sucedido anoche. -Dijo mirándole fijamente- Fue un error. eso nunca debió de suceder.

Sintió algo romperse por completo dentro suyo. ¿Un error? ¿Besarlo con cariño fue un error? ¿Ilusionarlo fue un error? ¿Quererlo fue un error?

-N-no entiendo... ¿P-porqué..?

-Edgar, eres un niño, no entiendes-

-¿Qué no entiendo? ¿Qué usted me gusta? ¿Qué siento algo por usted? ¿Qué los momentos que pasamos juntos han sido los mejores de mi vida? ¿Qué he estado esforzándome para que usted se fije en mi para que luego me diga que lo sucedido era un error? -Se sentía dolido y molesto.

Odio Amarte TantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora