Rosa insistió en que Edgar se quedara y pasara la noche en casa de Colette, para asegurarse que ambos estaban bien. Así que Edgar se encontraba allí, casi compartiendo habitación con el amor de su vida. Y dice casi, ya que primero se encargarían de las heridas de Byron en su espalda. La botánica en jefe desarrolló una fórmula que curaba sus heridas y de Bea luego de un largo día entre espinas y aguijones.
Afortunadamente fue suficientemente poderosa para cerrar la herida, pero dejando una enorme cicatriz en su espalda. Edgar se sentía como un debilucho... Impotente.... Hubiera querido hacer algo por él, pero...
-Será suficiente por ahora.... -Le alcanzaba la camisa para que se la acomodara- Mañana puedes tener una segunda dosis si la necesitas. -Dijo dejando en manos de Colette aquel ungüento usado.
-Muchas gracias. -Dijo algo aliviada.
-Es lo menos que podía hacer después de lo que hicieron por nosotros- Sprout se acercó con una bandeja con comida caliente para Edgar- Creo que tuvo demasiadas emociones por ahora... -El robot entendió el mensaje y dejó la comida junto a la habitación y se retiraba nuevamente.
Edgar solo se metía en la cama escondiéndose. Debía aprovechar lo poco que tenía... Una cama suave, y por poco uso, no podía oler al aroma del Mercader, incluso la camiseta y pantalones que usaba ahora mismo mientras su ropa se secaba olía más a jabón que ropa de Byron. Se sentía algo decepcionado... En verdad... Quería al menos sentir su aroma antes de dormirse, si esta era la única forma que tenía para sentirlo cerca, que así sea...
Primero sentía la suavidad de las sábanas y luego se sentía ahogado. Abrió los ojos viendo alrededor descubriendo que estaba ahogándose de nuevo en aquel momento, pero esta vez Byron no estaba allí para salvarlo. Pataleaba, empujaba, intentaba aferrarse de todo lo que sea posible pero simplemente le era imposible.
-¡EDGAR! -Una voz profunda y masculina le hizo reaccionar rápido.
Se encontraba en el suelo de la habitación enredado entre las sábanas. Había tenido una pesadilla... Iba a disculparse cuando el mayor se acercó dejándolo en la cama envolviéndole con las sabanas como si de un refugio se tratase.
-Cuando Colette tenía pesadillas, solía hacer esto. Era la única forma de tenerla calma...
Se sentó a su lado palmeando su cabeza de modo paternal. Edgar estaba asustado, no por el sueño, si no por la sola idea que Byron no estuviera allí... No lo pensó dos veces cuando se aferró al mayor abrazándole con fuerza escondiendo su cara en su pecho siendo abrazado por los fuertes brazos del mayor.
El menor se calmaba de a poco por las caricias del mayor en su cabeza, sonreía levemente al sentir el aroma del mayor, perfecta combinación de plantas, tierra y hasta sudor, con una mezcla mentolada por el ungüento de Rosa. Definitivamente podía acostumbrarse a ese aroma... Incluso parecía acurrucarse, intentando sentir mejor el aroma y trataba de que se quedara en él.
-Byron... -Le miraba de reojo algo sonrojado.
El mayor solo sonrió de lado dejando un pequeño beso en su frente. Si se necesitaba caer y casi morir ahogado para tener un beso de Byron, estaba seguro que hasta le saldrían Branquias por la cantidad de veces que lo haría. No podía evitar sonrojarse más, sus ojos tan verdes y brillantes, eran tan puros y a su vez tanta picardía se veía en ellos. No podía pensar en otra cosa... No quería pensar en otra cosa.... Sintió una cálida mano acariciando su mejilla, la verdad, le gustaba todo el contacto que pudiera tener, y estaba más que seguros que tratándose de Byron, lo dejaría probar todo lo que quisiera...
El espacio entre ambos se achicaba cada vez más, tan cerca estaban que podían sentir la respiración del otro, los labios se rozaban, pero no se llegaban a tocar del todo. No sabía si Byron lo estaba tentando o se lo estaba pensando.
-Solo... Unos centímetros... -Pensaba.
-E-Edgar... - Su voz era tan suave en este momento, y su aliento se sentía tan cálido- N-No podemos... E-eres un niño... -¿Eso era un sonrojo? En su piel clara quedaba completamente adorable.
-No importa... -Se aferraba un poco a él susurrando sobre sus labios- Yo... Quiero esto...
Byron no soportó mucho más uniendo los labios de ambos en un dulce y tierno beso. Uno que era muy simple, pero muy cargado de sentimientos, y afortunadamente, de ambos lados. Y quedó claro cuando el beso fue profundizado por parte del mayor mientras el menor se aferraba y hundía sus manos entre la ropa y la gran cabellera blanca del otro siguiendo el beso. No le importaba si esto era un sueño húmedo o no, esto lo iba a atesorar por el resto de su vida.
Nunca supo exactamente como ni cuando... Pero el menos se había acomodado entre las piernas del otro, solo buscando seguir el beso mientras las manos de ambos se adentraban a explorar el cuerpo del otro. Apenas se separaban por algo de aire y luego volvían a seguir el beso, e incluso comenzaron a jugar con sus lenguas explorando la boca ajena. Incluso el mayor estaba dando pequeños mordiscos en sus labios.
A ninguno de los dos le gustaba la idea de separarse, pero debían de hacerlo... Les gustaba mucho los sonidos que lograban sacar el uno del otro. Edgar lucía tan voluble, se podía ver en su mirada azulina el auténtico deseo... Deseo por más del médico... Sus mejillas completamente sonrojadas, sus labios hinchados y rojizos, Byron juraba que podría devorarlo. Y Edgar podía ver esa misma idea reflejada en la mirada del otro, y no le iba a negarle nada a semejante hombre delante suyo.
-B-Byron~ -Gimió un poco por lo bajo acurrucándose en su cuello- M-me gustas... Mucho... -Depositaba una gran cantidad de besos en aquella zona.
-¿En verdad? -Alzando una ceja.
El menor asintió aún acurrucándose en su cuello completamente atontado ante la sola presencia del otro.
-Mío.... Solo mío.... -Casi parecía querer dejar su propio aroma en el mayor.
-Tendrás que compartirme con Colette...
-Hmp... Solo con ella....
-Bien... -Sonrió algo divertido acomodando al menor en la cama.
-¿Eh? -Edgar estaba algo confundido por la reacción del otro- Mgh~ -Gimió un poco por lo bajo al sentir los labios del médico sobre su cuello ahora descubierto sin la bufanda.
-Es justo que marque también lo mío, ¿No crees? -Dijo dando un par de besos antes de dejar un par de mordidos que estaba muy seguro que habían marcas luego. Se sentía como un joven de nuevo al ver las reacciones del menor, claramente estaba disfrutando de aquel contacto al máximo, aunque fueran solo besos hasta el momento.
Unas manos tímidas y gentiles se intentaban adentrar bajo la camisa del médico, tal parecía que el menor no se conformaría con solo besos. Necesitaba más contacto, y Byron no se iba a negar a darle lo que el menor quisiera.
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Odio Amarte Tanto
FanfictionByron siempre era conocido por ser aquel mercader de carácter difícil y sombrío. O al menos, así lo percibía Edgar al verlo tratar con los demás Brawlers. Pero... ¿Qué pasaría si descubriera la verdadera personalidad del Médico tras esa máscara? S...