Capítulo 2 "Familia"

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Cuando cumplí 14 años fue el fallecimiento de nuestro padre aunque ellos me dijeron que había muerto en un accidente y el Estado no les permitía enterrar su cuerpo. Vivimos en una cabaña que más se parece a una mansión. Mis hermanos trabajan como cultivadores y venden a los grandes mercados del Mundo hasta nuestro rey, nos felicitó por la venta. Ahora tengo 16 años.  

- Mizuki, si no comes no saldrás al mercado con Kamal - dijo mi tercer hermano que estaba cocinando 

- Siempre me sobornas - dije aunque empecé a comer más rápido. 

- Vaya - dijo mi tercer hermano al ver mi plato vacío - Basta mencionar a Kamal y terminas tu comida - alguien se empezó a reír detrás de la puerta 

- Kamal - grité de emoción y lo abracé 

Se preguntaran quién es Kamal y por qué le tengo mucho cariño. La razón es que Kamal es parte de la familia y como fue nombrado como ministro de Agricultura no está mucho en casa. Además su cabello blanco y sus orejitas son lo que más me gusta tocar y él es único que me permite tocarlas. 

- Cole, no debes obligarla a comer si no quiere porque tu comida no es tan delicioso que digamos - se empezó a reír aunque tuvo que correr porque tercer hermano empezó a perseguirlo con la sartén con una cara molesta por toda la casa. 

- Los que pisan esta casa, deben comer mi comida - dijo cuando le alcanzó y le dio un buen golpe en la cabeza. 

Me gusta ver alegres a mi hermanos pero desearía que papá y mamá estuviesen mas ellos dicen que mamá jamás será bienvenida a esta casa porque solo le interesó el dinero cuando nos abandonó. 

- Mizuki, mañana saldremos porque tengo que avanzar algunos documentos - dijo Kamal cuando estaba subiendo la escalera 

Asentí y me senté en el sofá. Mi tercer hermano se dio cuenta y empezó a maldecir a Kamal por no cumplir su promesa. Solo me reí y le abracé y él me devolvió con una sonrisa. Cole era un lobo marrón que tenía los ojos verdes aunque siempre me decía que no le gustaba su pelaje y yo le decía que era muy hermoso. 

- Puedes llevar el almuerzo de Floyd. Se encuentra en su habitación - me entregó un paquete y asentí con la cabeza 

Floyd es mi segundo hermano. Es un lobo gris con ojos grises y siempre dice la cosas sin rodeos aunque la gente diga que es una personan indiferente, es mentira porque él se preocupa mucho por nuestra familia además no lo puedo culpar porque su esposa le abandono cuando se enteró de la apuesta que padre perdió. 

Al llegar a su habitación, notó que la puerta está abierta y entró. Encontré a mi hermano durmiendo en su forma de lobo encima de la cama y me dieron las ganas de tocar su pelaje. Apenas puse mi mano, él se despertó molesto y yo inmediatamente pedí perdón. Al ver que era yo, cambió su cara y me sonrió. 

- Segundo hermano me mando a enviarte tu almuerzo - dije mientras que dejaba el paquete en la mesa. 

- ¿Quieres tocar mis orejitas? - me preguntó y yo me sorprendí aunque le dije que sí emocionada 

Se empezó a reír pero se transformó en un lindo lobito bueno yo le digo a todos mis hermanos lindos lobitos pero en verdad, cualquier se asustaría al ver su verdadera forma. Mi hermano se echó en el suelo y yo me eché a su lado sintiendo su calor y lo abracé y empecé a tocar sus orejitas que son súper suaves.  

- ¿Qué hacen? - preguntó mi quinto hermano que recién había llegado de trabajar. 

- Le estoy tocando sus orejitas a segundo hermano - dije con una sonrisa 

- Ah, aunque no vayas a tocarlas demasiado o va a entrar en su "fase" - dijo y se fue 

Mi hermano siempre me hacía recordar eso pero ya me había olvidado, que bueno que vino. Dejé de tocar sus orejas y me paré. Mi hermano se transformó en semi humano y fue donde estaba el paquete y hizo con sus manos para que me fuera y me fui. 

Me olvidaba explicarles que la "fase" es cuando un lobo hembra o macho buscan una persona para emparejarse por eso mis hermanos no me permiten tocar sus orejas y los que me permiten, me detienen cuando están empezando a sentirlo. 

Al bajar las infinitas escaleras, llegué a donde estaban mis demás hermanos comiendo y abracé a cada uno, ellos solo me sonrieron. 

- Privel, si no terminas tu comida, darás un mal ejemplo a Mizuki - dijo Akbal al ver el plato semi lleno de mi quinto hermano y me fui a abrazarlo. 

Mi cuarto hermano, Akbal, me dio un poco de té y me lo tomé en un instante porque me encantaba y mejor aún si es preparado por tercer hermano. 

- Mizuki, lavas los platos - me dijo segundo hermano que estaba en la puerta ni me di cuenta que había bajado - Tengo una reunión urgente con un vendedor del reino Elfo - dijo y desapareció como siempre. 

- Quinto hermano, puedes ayudarme? - le pregunté mientras le jalaba la manga de su ropa 

Privel me miró y dijo: Te ayudaré si mañana me ayudas a recoger los tomates. Yo asentí y se paró y fuimos a la cocina. 

Se preguntarán por que pedí ayuda para lavar los platos, si es sencillo. La respuesta es porque somos hombres - lobos y comemos más que los vampiros. En la cocina hay más que un plato, son como 200 platos sucios, si es que nos aguantamos el hambre. Normalmente, saldríamos a cazar pero hicimos un tratado en que nos comprometíamos a comer como los humanos. 

Mis hermanos se lo pasan comiendo así que la cocina siempre es un desastre y yo......

- Mizuki, ve a dormir. Yo me encargo de todo - dijo mi quinto hermano sosteniendo los platos sucios

- Gracias - dije y me fui corriendo a mi habitación

Al llegar, me eché y empecé a llorar. Mientras tanto, en la cocina. 

- Privel, sé que no quieres ella recuerde - dijo Akbal sosteniendo un plato limpio y lo guardaba en su sitio - Su enfermedad 

- Cuarto hermano, ya es difícil esconderla como puedo ser tan malo segundo hermano al hacerle recordar que no puede ver - dijo mientras remojaba los platos en una tina de agua. 

- Ella debe acostumbrarse - puso su mano en su hombro - Ya hicimos todo lo posible - le sonrió y se aparto para seguir con sus deberes 

En mi cuarto, yo lloraba porque por un instante no vi el rostro de mi hermano ni lo demás. Después de la muerte de mi padre, un vampiro nos atacó y me puse como escudo delante de quinto hermano y me lastimo directamente los ojos. Para recuperarlos, me dijo: "Tienes que volverte una vampira". Mis hermanos lo golpearon y que bueno que no lo vi porque pude sentir el olor de sangre y oír gritos de dolor. Sentía que de mí se derramaba sangre, después me desmayé y cuando abrí mis ojos, pude ver a mis hermanos que me abrazaron. También vi a un sujeto de cabello blanco sin ojos y muerto. 

De pronto, vi en mis manos sangre y grité. Alguien apareció detrás mío y susurró: 

"Te encontré"


Apuesta arriesgada (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora