13 | Reconciliación.

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— ¿Me compras un juguito? — pedí con un puchero sentándome en una de las jardineras de la entrada de la escuela.

— Ve tú por el — se quejó Miles cruzándome de brazos.

Bufé intentando levantarme.

— Ay ay ay mi pie duele mucho — dramatice agarrándolo y fingiendo dolor —. Creo que veo sangre.

— Manipuladora — murmuró levantándose para dirigirse al puesto de uno de los vendedores.

— ¡Te quiero! — vocifere lanzándole un beso.

— Leanna — me llamaron haciéndome ladear mi cabeza.

Mi sonrisa bajo de golpe.

Brandon.

— ¿Joey no tuvo los huevos para pedirme perdón y te mando a ti? — cuestione burlona elevando una ceja.

— De hecho desde el domingo te pidió perdón — aclaró acercándose lentamente.

— Lo dijo por el momento, no fue sincero.

— Mira no se que tan cercanos se hayan vuelto tú y Joey desde que me fui, pero se nota que te quiere muchísimo — expresó honestamente —. No deberían dejar que yo los separe.

— Que yo me hable con Joseph implica juntarme contigo, así qué pasó — entrecerré mis ojos girando a ver porque Miles tardaba tanto.

A lo lejos él chico contaba lentamente las monedas en su mano.

— Lele, deberías superar eso — opinó metiendo las manos a sus bolsillos balanceándose sobre sus
pies —. Joey no se ha sentido bien estos días, le haces falta.

— Soy Lele o Lea para los amigos — aclare —. Para ti solo tú ex más bonita.

— Ya pasaron dos años.

— Dos años desde que te fuiste sin darme explicaciones, las cosas han cambiado por aquí — solté con desprecio bajando mi vista a mis uñas como si fueran la cosa más interesante en estos momentos.

— Y más tú — apuntó.

— Ya gaste mucha saliva contigo — negué dispuesta a dejarlo hablando solo.

Para mi suerte mi otro ex novio llegó justo a tiempo.

— Aquí tienes mandona — me entregó la cajita de jugo de uva y me enseño la lengua.

— Gracias — articule dándole un sorbo.

Miles giró sobre su eje y abrió los ojos como platos al ver al mayor enfrente nuestro.

— ¿Quieres que lo eche de aquí? — preguntó volviendo a verme.

— No, ya se va — hice un ademán.

Ambos lo veíamos expectantes esperando a que cumpliera mi comentario pero se mantuvo ahí haciéndome levantar mi mentón demostrándole que no me afectaba en lo absoluto. Ya no.

— Piensa en lo que te dije — suspiró y se dio la vuelta listo para irse.

Tome una bocanada de aire y ladeé mi cara.

— ¿Puedes llevarme a casa de Joey? — vi a Miles.

— Yo puedo, vine en su coche con la excusa de que iría por leche — se ofreció entrometiéndose el ojiazul en la conversación deteniendo su andar.

— Yo la llevaré, pero gracias — negó mirándolo de arriba a abajo con una sonrisa sarcástica.

A Miles no le agradaba Brandon desde esa noche.

SIEMPRE  ੈ ༄ brandon rowland.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora