16 | Godzilla y Kong.

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— ¡Godzilla es mejor que Kong! — atacó Joey aparcando su carro afuera de mi casa.

Como de costumbre: me trajo de la escuela.

— ¡Claro que no! ¡Kong es superior! — contraataque arrugando mi nariz en el asiento de copiloto.

— Godzilla — volvió a insistir.

— Kong.

— Godzilla.

— Kong.

En un rápido movimiento se quito el cinturón, con ambos brazos jalo todo mi cuerpo por la cintura dejándome caer a horcajadas sobre él y comenzó a hacerme cosquillas.

— ¡Joey no! — dije entre risitas soltando leves manotazos intentando apartarlo de mi sin resultado alguno.

— No hasta que aceptes que Godzilla es el rey — siguió moviendo sus dedos en mi estómago haciendo que riera más alto y yo me removiera intensamente sintiendo como me faltaba la respiración lentamente.

— ¡Nunca! — solté con firmeza aún dando grandes carcajadas.

Las risas de Joey tampoco tardaron en salir al verme intentar zafarme de su agarre llenando así el carro de estrepitosas risotadas que se mezclaban al estar nuestros rostros a unos solos centímetros de distancia.  

— ¡Basta! — grité tomándolo de las muñecas y él se detuvo de golpe. No había notado lo cerca que estábamos —. Basta...

El castaño llevó sus manos lentamente a mis caderas haciéndome dar un respingo y noté como su mandíbula se apretó, nuestros pechos subían y bajaban manteniéndonos callados.

Conduje mis dedos por el cuello de su camisa y los fui bajando hasta deslizarlos por su torso, al mismo tiempo que él se aproximó a mis labios rozándolos apenas juntando nuestros alientos.

Trague saliva con dificultad encontrándome con las pupilas dilatadas del de ojos avellana y por un impulso atrevido acaricie su mentón.

En mi vida me veía en este tipo de escenas con Joey Birlem, no sabía que nos llevó a esto o cuando tan siquiera tenía la intensa necesidad de probar sus labios. Mi mente estaba en blanco, no temía del cambio que podría ocasionar en un futuro, en lo único que pensaba era en besarlo de una buena vez.

Él apretó su agarre pegándome más a su pecho.

Joey se relamió sus labios creando más tensión en la atmósfera y bajo una de sus manos hasta mi pierna acariciándola con timidez por encima de mi falda, con su mano libre me tomo del cuello y cerramos nuestros ojos listos para lo que se avecinaba.

Hasta que su teléfono sonó.

Parpadeé completamente desorientada despertando del trance en que ambos habíamos caído y de inmediato me baje de encima suyo.

— Creo q-que me tengo que... ir — balbuceé abriendo la puerta del coche.

— Oh si... c-cuídate.

— Tú igual — murmuré bajo inclinándome a besarlo en su mejilla como despedida.

En un acto torpe el desvío su cara haciéndome besarlo en la comisura de sus labios y ambos nos tensamos.

No pude volver a mirarlo a los ojos, me baje de inmediato sin decir una palabra más y me fui corriendo directamente a mi casa.

De los nervios azote la puerta llamando la atención de mi papá quien se asomó saliendo de la sala provocando que diera un brinco, ni siquiera recordaba que hoy volvía.

— ¿Viniste corriendo o que? — bromeó cruzándose de brazos.

— Casi — vacile dejando caer mi mochila al suelo.

— ¿Que no Joey te iba a traer? — interrogó.

— Si lo hizo — conteste e inicie mi andar hacia la cocina para tomar un poco de agua.

Necesitaba calmarme.

— Que extraño, usualmente cuando sabe que yo estoy aquí se queda hasta la noche — mencionó confundido siguiéndome por detrás.

— Tenía cosas que hacer — mentí encogiéndome de hombros.

— Pero si él nunca está ocupado para ti.

— Lo se... pero era muy urgente lo que tenía que hacer — persistí tratando de dejar el tema de lado, saque una botella de agua del congelador y le di un sorbo.

Para mi suerte no dijo nada más y abrió uno de los cajones de la alacena.

— Estaba pensando que cocináramos cup cakes como en los viejos tiempos — comentó sacando el paquete de harina preparada.

— Genial, buscaré el molde — sonreí emocionada acuclillándome cerca de uno de los gabinetes.

— Por cierto antes de que se me olvide — habló chasqueando su lengua —. Mañana vas a ir a una sesión de fotos, serás la cara de la nueva mercancía de party animal x unxpectd.

— Okay — asentí y fruncí el ceño al procesar la información —. ¿Por que no me lo dijeron los chicos?

— Porque a pesar de ser unos inútiles que no me hablan para avisarme que mi hija se torció un pie por caer del techo de un jeep — di un par de risitas dándole la razón —. Cuando hablamos de negocios me atrevo a decir que son bastante profesionales y saben que directamente tienen que hablar con tu representante, o sea yo.

Se arremangó la mangas de su playera acercándose al perchero de la cocina y tomó el delantal de mamá, sonreí nostálgica leyendo la letra cursiva: "la dueña de la cocina".

— No serás tú sola, habrá alguien más — informó tomando la caja de leche y dos huevos del refrigerador.

— ¿Quien? — curioseé terminando de poner un recipiente hondo donde haríamos la mezcla.

— Dijeron que ellos te lo dirían, quieren ver tu reacción.

— Si es Nessa me corto la jugular antes de tan siquiera poner un pie en esa casa — advertí apuntándolo con una cuchara.

— Te aseguró que no es Nessa — contestó en una carcajada.









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SIEMPRE  ੈ ༄ brandon rowland.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora