Capítulo 6

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-¿Alguien sabe donde puedo conseguir las mejores rosas blancas? -Pregunté en el descanso del viernes. El domingo sería el cumpleaños de mamá, y las rosas debo comprarlas un día antes para dárselas temprano en la mañana.
-Bueno, hay muchos lugares en los que venden rosas -Dijo Teresa-. Hay uno a dos cuadras, otro a cinco.
-Creo que hay uno a media cuadra -Interrumpió Thomas.
-Si, pero ese es un puesto en la calle, y no tiene las mejores flores -Le respondió Tessy-. Aunque si unos tulipanes hermosos, realmente preciosos...
-Tessy -La interrumpí-, no te desvíes. Chicos, necesito literalmente las mejores rosas. ¿Dónde las consigo?
-Bien -Dijo Thomas-... hay un lugar, creo que se llama... Hmm... Edelweiss, o algo así. está en el centro. Mi madre iba a comprar allí cuando yo era un niño. Creo que sigue estando, en la calle 37.
-Oh, Edelweiss, fuí ahí hace unos meses. Es un hermoso lugar, no se como no se me ocurrió -Agregó Tessy
-¿Saben llegar? Estamos algo lejos del centro.
-Claro que si. -Dijeron ambos
-Bien, mañana tiene que ser. Nadie se puede enterar que nos fuimos, deve ser sorpresa -Dije sonriendo.
-Le va a encantar Kay, creeme -Dijo Teresa
-¿A quién se las vas a dar? -Preguntó Thomas
-A mi madre, ella cumple años el domingo.
-Aw, que tierna. Si quieres también te regalo flores en tu cumpleaños -Respondió. Reí.
-Pues, mejor sorpréndeme. -Contesté mientras reía.

Las cuatro horas del viernes pasaron muy rápido mientras pensaba en otro regalo para mi madre. Realmente no tenía idea de que darle.
Cuando estaba preparando las cosas para irme entró la directora en el curso y anunció que a partir de ahora, y la siguiente semana, los miércoles y viernes tendríamos sexta hora, según ella, para "mejorar y acostumbrarnos a los años siguientes"
Todo el curso lanzó quejas. ¿Seis horas? Es una locura. Por suerte solo sería una semana, luego cada uno elige sus materias y el curso se divide.
Aún no he pensado en mi materia, no me he dado el tiempo suficiente para considerar lo que me conviene en mis siguientes tres años.

Como era el primer día de sexta hora, ni la directora sabía que materia teníamos, así que fueron horas libres.

Cinco minutos después de que tocó el timbre de la quinta hora, Sia entró a mi curso.
Me paré de mi banco creyendo que era algo grabe, ¿Qué podría haber pasado?. Ella me divisó y me hiso señas para que saliera del curso.
-¿Qué pasó? -Le pregunté
-¿Ves esa caja? -Dijo, mientras señalaba una caja de cartón con agujeros por todos lados.
-Em, ¿Si?
-Ese, es Coco.
- ¿
¡Coco!? ¿Qué hace Coco aquí? -Pregunté algo nerviosa. Si algún directivo se enteraba de el pequeño, quizás nos sancionen, no nos permiten traer animales. Menos roedores.
-Marilyn dijo que no estaría el sábado en casa, así que lo trajo hoy.
-Dios, bien. ¿Qué necesitas?
-¿Cómo que "qué necesito"? ¡Dime donde lo meto! Mamá no puede enterarse.
-Cielos. Espérame un minuto. -Le dije mientras entraba nuevamente al curso.

La encargada de cuidarnos me miraba algo extraño mientras yo guardaba apresurádamente mis cosas.
-Señorita Rosenbaum. -Dijo- Le aclaro que en el día de hoy, son seis las horas que debe cumplir -Justo en ese momento cerraba mi mochila.
-Em, si, lo se... -Dudé- Pero tengo un problema.... em, familiar. Y debo irme lo antes posible.
-Comprendo -respondió tras dudar un poco- pero no se me está permitido dejarla salir....
-¡No me digas que paso! -Gritó Teresa desde su banco. Ante mi mirada confundida volvió a decir- No puedo creer que ESO te halla pasado Kaya - Agregó, pronunciando "Eso" Con más fuerza.
-Oh, si... Eso, fue lo que pasó... -Dije, y me dirijí de nuevo a la encargada.- Es muy, muy pero enserio, muy importante que me deje salir ahora
-Es cierto -Dijo Tessy desde su banco-, si lo dice así deve ser porque es totalmente urgente.
Al volver a ver a la encargada casi me rio en su cara. Estaba tan confundida, no paraba de mirarnos a mi y a Teresa y luego dudar, y volver a mirarnos. Todo terminó cuando le dije el último "Por favor"
-Está bien. Pero vete ya, antes que me arrepienta.

Salí con Sia y fuimos hasta mi casa. Marilyn nos llevó en el auto de sus padres junto con todas las cosas del animal. Saqué al hurón de la caja y lo metí en mi mochila, junto con una soga que compramos anteriormente. Luego entré a casa rogando que todo lo demás saliera bien.
Mi madre nos estaba esperando con un gran plato de comida.
-Hola hija, ¿Qué tal te fue?
-Bien , debo ir arriba, ya vuelvo. -Al parecer no pareció importarle, casi siempre llego y dejo las cosas arriba, para luego bajar.
Entré a mi cuarto y abrí la mochila para que Coco pueda respirar. Luego tomé la soga, la até a la ventana que da a la calle, y la arrojé por la ventana. Abajo, Sia ató la jaula con las demás cosas y subí todo hacia mi ventana. Sentí a mi madre subiendo las escaleras y le hice una seña a Sia para que entrace.
-Mamá, ya llegué -Dijo Sia, seguido del portazo de la puerta de abajo. Automátcamente, los pasos volvieron a bajar las escaleras hacia mi hermana.
Suspiré y luego abrí la jaula y metí al animal dentro. No sabía donde dejarlo así que pensé en el sótano. Pero llegar allí sin que se dé cuenta sería todo un desafío, así que por el momento lo metí debajo de la cama.

La comida estuvo realmente riquísima. Mamá nos preguntó sobre nuestro día y nosotras preguntamos por el suyo. Dijo que conoció gente nueva en el trabajo y eso nos alegró a las dos.
Mientras ella se acostaba a dormir, con Sia llevamos a Coco al sótano. Cada media hora vamos a molestarlo un poco. Son animales realmente muy activos.

Más tarde hablé con Tessy y Thomas.

Kaya Rosenbaum
Hola chicos!

Tessy Smith:
Hola Kay!

Thomas Brown:
¿Qué tal todo chicas?

Kaya Rosenbaum
Todo bien. Mañana tenemos que ir a
ese lugar, el de las rosas blancas
¿Recuerdan?

Thomas Brown:
Si, claro.

Tessy Smith:
Claro, ¿A qué hora Kay?

Kaya Rosenbaum
No lo se... ¿A las siete quizás?
Vengan a casa,
aquí nos juntamos ¿Bien?

Tessy Smith:
Claro, a las siete está bien,

Thomas Brown:
Perfecto.

A la noche me acosté como siempre. Algo nerviosa por mañana, todo tenía que ser súper secreto., de lo contrario no me lo perdonaría.
Luego, recordé que esa noche papá no había vuelto temprano.

Quizás esta vez sería mejor quedarme en mi cuarto.

Black RosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora