5° Imperial Smoke - ItaDei

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Pedido por yuriko83

El viento frío recorría cada pequeño extremo de aquel antiguo hogar.

Y bajo los ojos atentos de Itachi, el lugar estaba siendo cuidadosamente escudriñado.

-Señor Uchiha ¿Que opina?, ¿Sabe quien se robo nuestro dinero? — pregunto la mujer de cabellos rosas mientras se apretaba al brazo de su esposo.

-Bueno vera...

-Disculpe la demora, ya estoy aquí — escucharón la voz de otro hombre.

Itachi observo con sus oscuras esferas aquel nuevo integrante que acababa de llegar. Sus cabellos brillantes y rubios, parecía haberselo cortado hace poco, seguro fue en "El imperio" aquel nuevo centro de belleza para todo público, puesto que olía a lirios y a canela, el detergente que se usaba en aquel opulento lugar.

Sus ojos azules bellamente naturales, usaba ropa pulcra, pero sus dedos mostraban una ligera mancha de tinta, quizas le gustaba escribir, pues dudaba que fuera su profesión, por su porte, debió haber sido miembro de las fuerzas navales, cañonero principalmente.

Los ojos azules de Deidara, divagarón vivazmente por la figura esbelta de aquel varón.

Solo con verlo, supo que compartían la misma profesión, sus ojos agudos y oscuros lo habían sometido a un escaneo intensivo, tenía el cabello largo, y sus ojos demostraban grandes ojeras producto de los desvelos que se llevaban después de años de estar aplicando la digna profesión de ser detectives.

Deidara lo conocía muy bien, después de todo, este era a quien él, consideraba un rival.

-Oh, señor Deidara — la voz chillona y llena de entusiasmo de Lee, él esposo de Sakura, rompió el frío que comenzó a formarse. — me alegra que haya venido.

-Cariño — pronuncio la mujer de ropas azules — ¿Has llamado a otro detective? ¿Para que? Yo ya contrate al señor Uchiha.

-Lo siento, cielo, pero ya había hablado con el caballero, aquí presente, antes de que tú me platicaras sobre él.

-Entonces ¿A quien contratamos? — pregunto la mujer de ojos jade.

-Pues...

_____________

-Tch, no puedo creer que nos hagan trabajar juntos.

Un viento gracil recorrió el aire, un aroma a levadura provenía de la avenida, y Deidara observaba con sus afilados ojos aquel hogareño lugar.

-Aquí tienen su orden — les dijo una joven de cabellos castaños, que ante el Uchiha, parecía estar harta de su trabajo, de seguro era una antigua secretaria, que por su mal humor perdió el trabajo.

-Gracias — respondió amable el blondo.

Ambos detectives se vierón a los ojos, y la mujer desapareció de su entorno.

-Si queremos salir de esto rapído, sera mejor que compartamos algo de información — comentó el hombre de ojos onix.

-No me gusta para nada, pero que más se puede hacer — habló el detective de ojos azules. — Empieza tú, te escuchó.

El pelinegro estrechó su mirada, pero luego de un suspiro se propuso contar sus hallazgos.

-Bien, proseguiré con lo que encontre desde el inicio — dijo el detective moreno.

Apenas llegar a la mansión, de opulentos y brillantes colores pudo observar el rostro consternado de la mujer. Por lo que le contó la amable chica, que tenía un extremo gusto por el té dulce, producto de su diabetes, le dijo que ese día en la mansión, solo estaban, a parte de ella, su esposo, el mayordomo, una sirvienta y el ama de llaves.

El Callejón De Los Ships.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora