El Callejón De Los Ships.

6° Paracaídas - NaruGaa

Dedicado a yuriko83

Soltó un suspiro aburrido.

Él, Naruto Uzumaki, un hombre apuesto, con buena actitud y excelente en la cama, había pasado el fin de semana más aburrido de la historia.

Solo, en su departamento y sin ramen para cenar.

Volvió a suspirar.

En ese momento estaba trabajando, era una gran base, utilizada para saltar en paracaídas, él, un amigo, y su ex-pareja Kiba, se hacían cargo. El castaño daba las primeras lecciones, mientras que él estaba presente en el momento de la preparación final y el salto, y el otro era quien pilotaba el helicóptero.

Todos decían que él tenía el dote perfecto para calmar a las personas y pues sinceramente esa era la razón por la cual él estaba en la fase final.

Tomó su teléfono y abrió su Facebook.

Nada más entrar se encontró con un montón de publicaciones que a él, ni le interesaban.

Bajo y bajo, y estuvo riéndose de algunos buenos memes, acepto y rechazo algunas cuantas solicitudes de amistad y finalmente revisó sus notificaciones y mensajes, las primeras, tan solo las miro por encima y simplemente le dio a "Marcar como leído" y luego se fue a lo segundo.

Observó en la bandeja, los mensajes de algunas personas, pero le sorprendió mucho ver uno de Hinata, quizás debía invitarla a salir por ahí, estaba falto de un acostón y la chica había tenido ganas desde hace mucho.

-Disculpe.

La voz profunda y varonil de un joven lo sacó de sus pensamientos.

-¿Usted es quién me atenderá en la última fase? — preguntó el hombre mientras era visto por el otro.

Naruto detalló al ser frente a él, piernas largas, piel blanca, cabello rojo y finalmente le sorprendieron esos ojos aguamarina.

¡Que belleza! Que afortunado el hombre o la mujer que han recorrido ese cuerpo.

-Sí, soy yo – dijo levantando se la silla con una gran sonrisa – mi nombre es Naruto Uzumaki, es un gusto.

El rubio extendió su mano, y el pelirrojo la tomó completando el saludo.

-Gaara Sabaku – se presentó.

A Naruto le sorprendió el hecho de que aquellas manos, no eran tan delicadas como pensó, más bien, parecían algo rusticas y sus dedos eran más gruesos de lo que imagino.

Sonrió aún más, ¡eso era muy atractivo! Le gustaban las manos como esas, en el sexo eran muy placenteras.

-Muy bien, veo que ya tienes el traje – comenzó a hablar el rubio – el piloto aun no llega, pero puedo prepararte mientras esperamos.

El pelirrojo solo asintió y se dejó guiar por las explicaciones del rubio.

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-Muy bien, ¿te ha quedado claro? – pregunto el joven de ojos azules.

-Sí, muchas gracias – el joven pelirrojo  agacho ligeramente la cabeza en una pequeña reverencia y Naruto se mordió el labio con tan solo verlo.

-Muy bien, procedamos a ponerte el paracaídas – Naruto tomo uno de ellos y se acercó al menor. – primero que todo, ¡No tengas miedo! Los paracaídas son probados, y están certificados para evitar cualquier accidente, y si alguno llegase a fallar, cosa que aún no ha pasado, no te lanzaras solo, será conmigo, así que estaré allí para ayudar y apoyarte.