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Sus manos temblaban, esperaba pacientemente a que los pocos minutos, que se estaban transformando en horas, transcurrieran de la manera más rápida posible. Se movía de un lado a otro intentando que la ansiedad no acabara con él.

Jimin sabía que no debía hacerse ilusiones, no era la primera vez que se realizaba una prueba de embarazo, pero si de verdad había un Dios que le amaba tanto como todos decían, si sería la primera vez que saldría positiva dicha prueba.

Lo habían intentado tantas veces como le era posible recordar, pero todas acaban en una línea marcada la cual indicaba "negativo".

Poco despues de contraer matrimonio con el amor de su vida, Min Yoongi, el pequeño rubio se había hecho a la idea de comenzar a formar su familia. Tenía todo lo que alguna vez soñó de joven, un trabajo estable, amigos y familia que lo apoyaban en sus sueños, un hermoso hogar y un alfa maravilloso que todos los días les demostraba lo mucho que lo amaba, pero incluso, con tanta fortuna que el destino le había dado, Jimin aún sentía como una pieza dejaba incompleto su rompecabezas.

Yoongi y él habían hablado que intentarían formar su pequeña familia poco a poco, sin presiones, y que pasara lo que fuese a pasar en el futuro, nada afectaría o restaría el amor que el alfa le tenía a su bonito omega, pero Jimin, a pesar de aceptar dicha "regla" sentía que le fallaba como omega a su esposo. Mientras conocidos daban a conocer que un cachorro venia en camino, Jimin solo se limitaba a mostrar la felicidad por ellos y callarse le decepción y humillación que sentía todas las noches por ser un omega defectuoso.

Pero si tenía suerte, tal vez esa tarde todo cambiaria.

Su celo había pasado hace una semana, lo cual indicaba que era un buen tiempo para saber si había quedado en estado o no.

Acercándose al lavabo tomo la prueba entre sus dedos y soltando un largo suspiro miro el resultado.

-Maldita sea.- susurro para sí mismo cuando sus ojos observaron una sola línea marcada en el pequeño espacio de la prueba.

Fue imposible no sentirse decepcionado de sí mismo, era un omega con fallas irreparables, incluso comenzaba a pensar que la idea de tener un cachorro había pasado de ser un deseo a un simple capricho para demostrar a todos que lo había logrado, o tal vez solo quería demostrarle a su alfa que era alguien digno de su querer.

Saliendo del baño se encontró con su esposo sentado en la cama, con su laptop entre sus muslos y tecleando sin parar, se miraba tan concentrado en su trabajo que el hecho de interrumpirlo lo apenaba, no quería molestarlo con malas noticias, pero para cuando se dio cuenta había llegado hasta su lado.

Sabía que su expresión era decaída y las lágrimas no tardaron en aparecer, por ende, su alfa dejo todo de lado para reconfortar a su pequeño, que sin necesidad de preguntar, ya sabía la respuesta.

-Todo está bien, amor.- susurro el alfa tomando el cuerpo de su esposo y sentándolo en sus piernas, el omega se acomodó y dejo su espalda recargada en el pecho de Yoongi, quien paso sus brazos alrededor de su cintura.- Lo intentaremos en nuestro próximo celo.

-Para el tuyo aún falta mucho.- dejo salir débilmente el rubio.

-Lo haremos de cualquier forma aun si el tuyo llega primero.

-No, Yoongi, ya no quiero.- entonces aquellas palabras habían alarmado completamente al alfa, quien se tensó de inmediato.- Lo hemos intentando ya bastante y nada, creo que debo hacerme la idea de que mi cuerpo no puede sostenerlo.

Besando su sien, Yoongi lo levanto y lo acomodo para estar frente a frente. Con su pulgar limpio cualquier rastro de lágrimas y acaricio sus mejillas rosadas.

Omega de alquiler |Yoonmin/Yoontae|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora