AÑOS SAGRADOS

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Changbin ha crecido fuerte y sano, y he podido ser testigo de su transformación.

Cambio su estilo de vida, amistades y personalidad, también le enseñe a tocar el piano hace mucho tiempo, pero creo siempre "el alumno supera al maestro" cuando tienes el don, y gracias a eso encontró una vocación en la música. Aunque debe irse a estudiar por unos años fuera, seguiré cuidándolo desde el cielo, hasta que vuelva.

Chan y Han se matricularon en la misma universidad que Changbin. Felix sabía que la compañía de sus amigos le haría bien y así no se sentiría solo, mientras que Minho asistiría a la misma academia de danza que el rubio.

"Definitivamente esto de ser ángel guardián es más difícil de lo que pensé." – se dijo mientras lo vio alejarse para tomar su vuelo.

Observó cada día de la estancia de Changbin durante la universidad, sus cabellos eran plata ahora, y sus músculos habían crecido más. Lucía tan distinto a comparación de cuando lo conoció, pero su corazón se conservaba tan noble como siempre, pudo notarlo pues aún lloraba cuando sacaba malas notas, y seguía tan sensible como cuando corría lejos de casa y tan temeroso como cuando volvía a casa para ser reprendido por su madre.

-Estoy tan orgulloso de ti. – susurre mientras me hallaba recostado sobre las blancas nubes de aquella tarde. - Ahora que lo pienso, Changbin ha cambiado tanto pero su alma siempre fue blanca, solo necesitaba ayuda para caminar sobre el sendero correcto. Me hace tan feliz haberte elegido. - se dijo a si mismo sin despegar sus ojitos azules del joven a quien cuidaba desde el cielo.

- ¿Él te hace feliz cierto? – Hyunjin apareció sorpresivamente detrás del pequeño de cabellos rubios. Estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se dio cuenta cuanto tiempo llevaba observándolo. La vergüenza fue tanta que solo pudo callar pues una parte de su interior sentía que Hyunjin lo reprendería, pero no fue así.

-Sabes que no podemos enamorarnos de los humanos. – Me dijo mientras tomaba asiento a mi lado.

Solo pude asentir tímidamente con los ojos clavados en Binnie. -Lo se... -

- Hace tanto que aquel chico murió, y aun que dios dijo que algún día podría encontrarlo, sigo sin poder ver sus ojos en otro mortal. ¿Sería ese mi castigo por enamorarme de él? ¿Por eso no pude ver más allá de su vida, porque solo admiraba su belleza? – los ojos cristalinos de Hyunjin miraron directamente a los de Félix.

Justo en ese momento creyó que la belleza de Hyunjin era parte de sus virtudes perfectas pues aún con el corazón destrozado seguía luciendo como un príncipe. - Félix, Yo no tuve la oportunidad de cuidarlo y amarlo como hubiera querido. Pero si la oportunidad que tienes tu para cuidar de Changbin fue dada por tu perfección, aprovéchala. –

- ¿Aprovecharla? No entiendo... - la confusión de Felix fue entendida por el pelirrosa que mantenía sus ojos en la lejanía.

- Sabes, realmente no es que se nos prohíba amar a los humanos, si no que no debemos amarrarnos a la tierra por ellos. ¿Entiendes? Nacemos con un propósito y al cumplirlo hay que volver, si estás dispuesto a amar a Changbin, debes lidiar con el peso de que no podrá ser por mucho tiempo, solo vívelo. – el de cabellos rosas le sonrió con los ojos medio cerrados.

Pude ver realmente la belleza de su corazón cuando sentí sus largos brazos rodearme para después depositar un casto beso justo al medio de mi frente. Sus ojos llenos de lagrimas me dijeron mucho mas de lo que esperaba, pero yo solo pude agradecer. -Gracias Jinnie... -

Se marchó a la puesta de sol con un ademan de despedida para continuar con sus tareas.

Las palabras del príncipe de los cerezos se clavaron en su cabeza, y rondaron sus pensamientos en cada momento del día, por semanas, meses e incluso años, que el tiempo paso tan veloz. Las llamadas los últimos meses se hacían más constantes, la vuelta de Changbin y estaba tan próxima, y Félix aún no estaba decidido a nada.

El concepto del amor es tan abstracto.

Tiene tantas formas, colores y sabores que incluso se llegan a confundir unas con otras, es como el amor que le tienes a tus padres, o como el que le tienes a una mascota, es como el amor que le tienes a un amigo o a tu lugar favorito, es como el que experimentas cuando pruebas una comida deliciosa o cuando realizas la actividad que más te gusta. Existen mil formas del amor, pero en cualquiera de ellas, no es necesario entender nada, solo es necesario vivirlo.

El aeropuerto lleno de personas me tenía tan nervioso, pero Minho se veía incluso peor que yo. Solo pude clavar mi mirada a la puerta de llegada, para tratar de no perder el momento exacto en el que pasaras por esa entrada.

Mis mejillas se humedecieron al instante en el que te vi, tu sonrisa fue el detonante para que olvidara todo y corriera hacia tu sitio, para recibir el abrazo más cálido que no había tenido en años.

-Bin! – Grite con tanta fuerza

-Félix! – Gritaste con tanta fuerza

-Te extrañe tanto. – Gritamos al unisonó, con la misma fuerza...

Perdí de vista a Minho desde que mis ojos se clavaron en ti, pero imagino que debe de estar sintiendo lo mismo que yo entre los brazos de Han y Chan. No es que no me preocupe tanto, es solo que en este momento mi prioridad eres tú Binnie.

 No es que no me preocupe tanto, es solo que en este momento mi prioridad eres tú Binnie

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Créditos al artista. La imagen fue sacada de Pinterest únicamente para representar escenas de la historia, sin intención de afectar o perjudicar el trabajo del autor.

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