MISION Y CIELO

50 12 3
                                    

Te encontré sentado en el balcón, la brisa agradable y fresca te arrullo hasta quedarte tan profundamente dormido que no notaste mi presencia. Me tome la delicadeza de añorarte por última vez. Los momentos que tendría a tu lado los estaba tratando de llenar analizando cada línea de tu rostro, para no olvidar cada detalle de ti.

Nuestros amigos no tardaran en llegar, pero yo solo quería que te quedaras ahí dormido y que me permitieras seguir observando tu piel perfecta y tus labios rosados.

Los recuerdos de todos sus años en compañía del mayor le pasaron por los ojos de una forma tan fugaz, pero las palabras de Hyunjin y lo que Changbin le había dicho días anteriores también le recorrían la memoria. - La oportunidad que tienes tu para cuidar de Changbin fue dada por tu perfección, aprovéchala. Si estás dispuesto a amar a Changbin, debes lidiar con el peso de que no podrá ser por mucho tiempo, solo vívelo. -

- Eres como una bendición en mi vida. Eres algo así como un ángel. Tú eres la persona que me gusta... -

Una voz bajo el balcón a dos pisos de distancia lo saco de su sueño despierto, pudo divisar los cabellos rojos de Chan y las pequeñas manos de Minho y Han realizado ademanes para llamar su atención. Habían llegado por Changbin.

Gire mis ojos hacia ti, pero aun permanecías dormido como si nada preocupara tu vida.

Tomé ligeramente tu hombro y lo sacudí con delicadeza. -Bin, Binnie... Despierta, los chicos llegaron. – Abriste tus ojos aun somnolientos, con un gesto de pesadez tan puro e inocente, el gesto ante la molestia del sol que entraba a tus ojos me recordó cuando pasábamos las noches de pijamada de los fines de semana. Me miraste un momento a los ojos, como si pudieras entender todo lo que pasaba por mi cabeza en ese instante y me sonreíste. La melancolía de dejarte ir se hacía más y más grande en mi interior.

-Me voy entonces, te veo en la noche, no llegues tarde Félix. – mientras estiraba los brazos y bostezaba al aire comenzó a caminar hacia el interior del departamento.

El dolor en su pecho se hizo presente, pues sabía que no podría llegar a la noche. Juró que fue por inercia y desesperación, pero claramente sintió aquella fuerza que le pedía hacerlo. Llamé por tu nombre apenas vi que cruzabas la sala. -Changbin. –

Félix camino unos pasos hasta quedar frente a su mayor, quien al escuchar su nombre se giró para topar miradas con el menor de piel pálida.
Era extraño que Félix utilizara el "Changbin" tan de pronto pues solo usaba motes cariñosos como "Bin" o "Binnie".

Me sentí tan desesperado, pero traté con todas mis fuerzas de sostener la mirada. Y armado de valor solo pude hacer lo que mi corazón me mandaba, porque sabía que ya no tenía nada que perder.

Sus manos temblorosas se detuvieron hasta estar a la altura de las mejillas de Changbin, quien lo miraba aún más extrañado, poco a poco fue acortando el espacio entre sus rostros hasta poder tocar los labios del mayor con los propios. Disfruto cada instante, de ese simple tacto, y claramente sintió como su corazón explotaba en su interior. No había podido controlar el nervio de sus manos que permanecían aferradas al perfil de Changbin.

Separaron sus rostros abriendo poco a poco los ojos encontrándose nuevamente en silencio. -Feliz cumpleaños Binnie, que tengas un hermoso día. –

Parpadeaste un par de veces antes de reaccionar. Sonreíste de medio lado como habitualmente lo haces y miraste tímido al suelo. El rubor se podía notar tenue, pero yo tenía la fortuna de admirarte tan cerca que no pude evitar ruborizarme también.

-Gracias Félix. Te veo más tarde. – y sin más, te fuiste.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Créditos al artista

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Créditos al artista. La imagen fue sacada de Pinterest únicamente para representar escenas de la historia, sin intención de afectar o perjudicar el trabajo del autor.

He's an ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora